Poco a poco con un hetero

Buenas noches… este relato tenía ya alguno días por contarlo por acá, ya que no puedo decírselo a más nadie. Comenzaré esta historia hablando sobre mi persona, mi nombre ficticio será “Mario”, soy venezolano y vivo en Santiago desde hace 4 años con mi novio, pero somos muy reservados, es decir, enclosetados.

Siempre me ha costado el tema de poder llegarle o sacarle conversa a alguien, pss resulta que un día nos reunimos un grupo de amigos en mi departamento, entre ellos familiares de mi novio quien supuestamente no saben nada de nuestra onda, entre esos familiares está su tío, un tipo como de 38 años, de esos que son mujeriegos y bebedores, siempre he escuchado que anda con puras mujeres, a todas le monta sus hijos y así pss, no es un mister pero tiene su encanto.

Resulta que ese día nos pusimos a beber y bebí mucho, ya en la madrugada fui a llevar a mis amigos a su casa, pero él manejó el auto porque no estaba tomado, pero yo los acompañé, a la final quedamos solos en el auto y como yo andaba tomado aún no sé porque le dije quien era de verdad y lo que me gustaba, hasta intenté tocarlo pero a lo que vi su rechazo no insistí y le pedí disculpa, llegamos a mi casa y me acosté a dormir, al día siguiente lo primero que hice fue escribirle, pedirle disculpas y que no contara nada, pero a partir de ese mensaje siento que ya hubo más confianza, desde ese día hablamos mucho por WhatsApp y todos sus temas son de sexo, me contó que le gusta mucho pajearse, me cuenta los problemas que tiene con su esposa y yo solo lo escucho y en broma le digo que yo lo puedo ayudar y lo que hace es reírse o mandarme sticker de sexogay (ustedes saben)

Mientras pasaban los días eran más los mensajes e imágenes que me enviaba, le pedí ver su dotación y accedió, un pene bastante grueso y cabezón, la verdad me sorprendió.

Ya luego de varias semanas nos volvimos a juntar en mi depto y al final de la noche quedamos solos bebiendo y le pregunté si podía tocarlo y me dijo que sí, así que metí mi mano entre sus piernas y pude tocarlo hasta que comencé a sentirlo duro y se lo saqué y lo llevé a mi boca, pero en eso se asustó y me dijo que no nos arriesgáramos ya que alguien podría salir del cuarto, así que allí la dejamos… y solo seguimos conversando por WhatsApp, hasta que un día me invito a su casa a beber y me dijo que estaba solo, comenzamos a tomar y comencé a tocarlo, se lo empecé a chupar mientras sentía como se iba poniendo duro, la verdad tenía un sabor muy rico y limpio y ver su cara de placer me hacía seguir mamándoselo, obvio quería otras cosas también pero no quería asustarlo y que eso se terminara, así que me conformaba con que solo se dejara mamar, luego lo vi bien excitado y decidí seguir pajeándolo mientras le chupaba las tetillas y ufff allí se podía escuchar como gemía de placer y me decía “sigue así que se siente muy bien”, aunque en realidad lo que yo quería era poder besarlo y que él me hiciera cosas a mí, pero eso creo que es poco a poco que va a ir dándose la cosa.

Así que mientras seguí chupándole ese guevote hasta que sentí como sus piernas se estiraban y con sus manos empujó mi cabeza y me acabó casi que en la garganta, sentí como ese guevo se contraía allí adentro. Muy rico todo, era primera vez que se dejaba mamar por un hombre y pss seguimos todos los días hablando, hace poco nos reunimos pero no pudimos hacer nada, me escribió que me invitaría a comer con derecho a postre así que espero esa invitación a ver qué se da en ese próximo encuentro.

Espero les guste esta historia.