Mi primera vez en una bodega
Hola! Soy Alexis. Soy un hombre de 1,73, blanco, me mide 17cm. Para esta historia tenía 22 años. Nunca había tenido nada con un hombre pero siempre había querido. Cuando lograba coordinar algo siempre terminaba echándome para atrás.
Un día estaba en un chat y empiezo a hablar con un hombre maduro venezolano. Yo buscaba un pasivo. Estaba terminando la cuarentena así que tuve mucho tiempo para pensar si juntarme con un hombre o no, así que ya estaba decidido a hacerlo.
Quedamos de juntarmos cerca de su casa. Él me iba a pasar a buscar en auto para hablar un poco antes de hacer cualquier cosa. Así que me subí a su auto y lo vi. Yo estaba muy nervioso.
Era muy guapo, lindo de cara y buen cuerpo. Empezamos a hablar de nuestras vidas. De qué hacía cada uno y todo eso. Después llegamos al tema por el cual estábamos ahí. Me decía que era casado y que no podíamos ir a su departamento pero que podíamos buscar un lugar tranquilo para ir en su auto. Pero a mi me daba un poco de lata. Y de repente me dice que tenía una bodega en su edificio. Me dijo que nunca había hecho nada ahí, pero se le había ocurrido ese lugar. Y yo acepté.
Entramos a su edificio por el estacionamiento y se estacionó justo delante de su bodega. Nos bajamos y la abrió. Era pequeña, aparte de que estaba llena de cosas, pero cabíamos los dos que era lo importante. Entramos, yo dejé mis cosas por ahí y el cerró con llave. Al momento de cerrar, nos miramos y nos dimos un beso muy rico.
Ahí estábamos besándonos muy apasionados y empezamos a calentarnos y a tocarnos los paquetes. Empezamos a sacarnos la ropa de a poco, lento. Cuando ya quedamos completamemte desnudos, me agacho para chupársela. Yo pensaba «por fín»… Siempre había querido mamársela a alguien.
Se la chupé un buen rato y después cambiamos. Me la empezó a chupar. La mamaba muy rico. Estaba muy excitado y gemía despacito. No podíamos hacer mucho ruido porque a veces pasaba gente por afuera de la bodega. Me la chupó también un buen rato y se paró y nos empezamos a besar nuevamente. Me encanta dar besos y él los daba muy rico. Estábamos ahí y de repente me dice despacito «métemela». Se dio vuelta se agachó y empecé a mamarle el culo. Al momento de tocar con mi lengua le salió un gemido muy rico. Saqué un condón de mi mochila y me lo puse. Le empecé a meter un dedo para empezar a dilatar. Así estuve un buen rato.
Cuando ya estaba bien dilatado empecé a meterla. No entró muy difícil. La sensación me gustó mucho. Esa sensación de estar dentro de un hombre por fin, me encantó. Empecé con el mete y saca y estábamos los dos muy calientes. Cada vez más rápido. Yo estaba en el cielo. En momentos empezábamos a hacer mucho ruido y se me olvidaba que estábamos en una bodega. A veces me hacía gestos para que bajara el volumen.
Había un calor inmenso. Yo sudaba mucho. Mis gotas de sudor caían en la espalda de él.
Estuvimos así un buen rato. No cambiábamos de posición porque la bodega era muy chica. Pero igual yo estaba feliz. Me hubiese encantado acabar dentro de él, pero soy de tiro largo. Así que se levantó, empezamos a besarnos de nuevo y a masturbarme. Estaba a punto de acabar y se agacha. Me la empieza a chupar y empecé a acabar en su boca. Trataba de no gemir mucho para no meter mucho ruido pero era muy difícil. Me gustó demasiado y estaba muy caliente. Se tragó toda mi leche.
Fue una experiencia muy linda. No era como la había imaginado pero la disfruté mucho. Terminamos. Salimos de la bodega y yo me fui por mi lado.
Espero que les haya gustado mi historia.
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