En la oficina con un cliente

Este es mi primer relato.

Soy bisexual, algo que fui asumiendo de a poco ya en mis veintitantos luego de mi primera experiencia, pero que quizás ya sabía de manera implícita desde la adolescencia. Para quienes necesitan hacerse una idea, físicamente soy bien parecido, aún en mis 40 años que tengo a la fecha, de contextura normal (ni gordo ni flaco) y con buena herramienta (por cierto, me da risa cuando leo por acá que todos tienen 18, 19 y hasta 22 cm, algo que dudo).

Hace tiempo, tuve un cliente con quien conversaba más de la cuenta por asuntos de trabajo, hasta que las conversaciones pasaron a ser más casuales. Soy de los que puede notar o leer entre líneas esos mensajes ocultos en la conversación, que dicen «cojeme», así que decidí seguir el juego. Él es alto, delgado y no muy atractivo según mi gusto, pero había chance de ponerla, así que…

Un día, quedé totalmente solo en la oficina. Le escribí para ver si quería pasar un rato para «conversar», avisé a mi novia que llegaría algo más tarde, y lo espero.

Llegó algo agitado, me dijo que por el tráfico pero más bien eran los nervios o temor de que alguien lo viera. Pregunta si estamos solos, «si, solo nosotros y apagué las cámaras de seguridad» le dije. Entramos a mi oficina y de una le doy una agarrada de paquete (me gusta tocar el pico). Recuerdo que me hizo reír porque me dice que con eso yo no iba a jugar ya que no lo usa, «soy súper pasivo» me dice…

Nos besamos, e íbámos tocándonos mientras nos desvestíamos. No quería quedar en pelotas, pero le insistí pues me gusta hacerlo sin nada de ropa. La desnudez es algo que disfruto mucho, y así quedamos. Ambos sin nada de ropa, parados uno frente al otro, me miró y sin decir palabras, me leyó el pensamiento, pues bajó a chupármela. Lo hacía con mucho afán, como si hubiera estado bastante rato sin ver y saborear un pico. Suerte para mi, que fue el mio…

No paraba de chupar, yo estaba muy caliente y cuando bajaba la mirada, él estaba ahí, viéndome. Me olía y lamía el palo y los cocos hasta que lo agarré con algo de fuerza, lo puse boca abajo sobre mi escritorio, le abro las piernas y empiezo a comerme su hoyo, pequeño y cerrado. Muy limpio y lampiño tal como me gusta. Suspiró a la primera cuando sintió mi lengua, suspiros que pasaron a ser gemidos de placer (pensé que fingía, pero no)… Volteaba cada vez que podía para besarme y su mirada era de placer.

Yo seguía entretenido con su hoyo, a veces lo rozaba con mi verga bien dura, y ese roce solo me daban más ganas de metérselo. Empecé a meterle un dedo, lo agarraba pasando mi brazo por su pecho para darle mordiscos suaves en su cuello, «no muy fuerte, no quiero que me queden marcas» me dijo.

De nuevo al recostarlo sobre el escritorio, le metí el dedo pero más profundo. Sentía ese calor, y con mi otra mano, me estaba pajeando. En una de esas le pregunté si podía penetrarlo y «csm» dije. No tenía preservativo en ese momento. Me dice tranquilo, que le diera no más y que él estaba 100% sano. Me preguntó si yo también estaba al día con mis exámenes. Todo este breve diálogo fue mientras le tenía mi dedo adentro, dando ligeras vueltas y escuchando sus leves gemidos.

Empecé a metérselo, me gusta hacerlo despacio para disfrutar lo más posible ese momento de la penetración. Al tener ya la mitad adentro, me pidió que le diera duro, «dame duro rey», «me gusta, hazme un hijo»… La situación me tenía con el morbo a millón. No duré mucho, quizás unos 5 ó 7 minutos, pues su culito estaba muy cerrado, el roce era la gloria, como si fuera virgen. Cuando estoy por venirme, se lo empiezo a sacar y me agarra por la pierna, «acábame adentro», y uff… Así fue, un lechazo largo y otro corto. Los dos dimos un gemido de placer como si fuéramos uno solo.

Nos quedamos un rato así, mientras me bajaba la erección y se salía solo. Se voltea y me besa. Podía sentir con mi mano, esa leche bajando. Me pidió algo para limpiarse.

Sin mayores palabras, se vistió y quedó listo para irse. Me dijo «ya debo irme porque me están esperando, te escribo luego».

Repetimos un par de veces, por temas de su trabajo, lo enviaron fuera del país, y por cosas de la vida, coincidimos allá un día. Fue a mi hotel a recordar esa vez en mi oficina.

¿Te gustó el relato?

¡Haz clic en una estrella para puntuarlo!

Promedio de puntuación 4.5 / 5. Recuento de votos: 99

Hasta ahora, ¡no hay votos!. Sé el primero en puntuar este contenido.

/ / / 🇨🇱 Chile / 🌈 Gay

🔥 ÚNETE A NUESTROS CANALES DE TELEGRAM 🔥

Recibe los mejores relatos directamente en tu celular

IR AL CANAL DE TELEGRAM
💬 Escribe un comentario

3 Comentarios

  • Anónimo
    febrero 22, 2025 a las 10:12 pm

    Muy bueno el relato, cuenta el reencuentro. Saludos

  • Fran
    febrero 23, 2025 a las 4:16 pm

    Hola me gustaría ir a verte a tu oficina, @franuiso es mi telegram 😉

  • Anónimo
    febrero 26, 2025 a las 12:22 pm

    Segunda parteeeeeeeeeeee

💬 Deja tu comentario

×

Reportar Relato

SALTAR AVISO