En la U con el Kevin

Hola, les vengo a compartir otra de mis experiencias sexuales y esta es en los baños de la u.
En aquel entonces yo tenía 22 años, estaba cursando mi tercer año de universidad, había terminado hace poco mi relación de casi 3 años, una relación culia jaja. Me sentía libre, renovado y andaba con más ganas de webiar que nunca.

Me contacté a al app que todos gay conoce y me aparece un perfil a solo 10 metros que decía “baños 3er piso” y en su descripción “twink garganta profunda”, le hablé y me comenta que está en el cubículo que está pegado a la pared, sin enviarme foto ni nada, yo con mi calentita me animé a ir, total tengo la personalidad de decir que no cuando el otro no le gusta.

Entro al baño, lo bueno que los cubículos eran grandes y con puertas hasta el suelo, así que se podía webiar sin problemas. Golpee la caseta y me abre la puerta Kevin, un chico moreno, guapo, media 1.80 app, era de mi porte. Entro al cubículo y él se quita la polera y me dice: así no tengo estoy preocupado de mancharme. Yo agradeciendo totalmente que se haya quitado la polera, tenía un físico, pectorales marcados, abdomen plano y unos brazos, con los que quería que me ahorcara.

Kevin se agacha y comienza a tocarme sobre el pantalón, yo ya estaba durísimo, como solo verlo ya era un deleite. Me manoseaba y me besaba por la línea del boxer, en eso me baja el patalon y el boxer de una, a mi me mide unos 18 cm, él me miró sonriente y me comienza a da una mamada que ufff este chico sí que sabía disfrutar un pico.

Kevin comenzó lamiendo mis bolas, pasando su lengua por todo el tronco de mi verga hasta llegar a la cabeza, ahí se detenía olía y volvía a mis bolas, cada vez que olía mi glande podía ver su cara de placer, me miraba y sonreía. Entre eso se se iba a mis bolas y cabeza me mira y sin dejar de hacer contacto visual, se la tragó hasta el fondo, yo sentía que me iba a correr en cualquier momento, él sí sabía cómo dar una buena mamada.

Continúe disfrutando de esa maravillosa comida de verga, le follaba duro la boca y el como si nada, esas mamadas que no se sientes los duendes y esas gargantas sin tope que ufff, le chorreaba la saliva y yo más me calentaba. Luego de estar un buen rato, Kevin se puso de rodillas y se bajó el pantalón, dejando todo su majestuoso culo al aire mientras mamaba, se podrán imaginar la vista, tenía un culaso moreno, lampiño, buenos cachetes que uff esa vista me tenía pero durísimo. Mientras me mamaba se tocaba el hoyito con una cara de pártemelo.

Levante a Kevin y lo puso en cuatro en la taza del baño, el muy obediente solo se acomodó y se entregó, le miré ese culazo y comencé a darle una mamada de culo que el solo se quejaba despacio y ponía su mano en la boca para que no nos fueran a escuchar.

Luego de jugar un buen rato con mi lengua en su ano, le comencé a rozar mi verga en su hoyito, él lo movía pidiendo ser penetrado. Como les dije, tengo una verga de unos 18 cm y es gruesa en el centro y se va haciendo más delgada hasta llegar a la base, por lo que siempre intento ser cuidadoso cuando lo meto para no dañar al pasivo, pero este chico jamás le importó, el cuando sintió mi verga apoyada en la entrada de su ano el mismo hizo presión para que le entrara todo de una. Comenzó a mover el culazo que tenía que la verdad me hizo venir muy rápido, él tenía una cara de placer y yo estaba extasiado. Una mamada de aquellas y un culazo tragón hermoso.

Cuando terminamos nos reímos, nos presentamos jajaj nos dimos un par de besos, intercambiamos números y salimos. Entre que estábamos lavándonos las manos y el enjuagándose la boca, salió un chico el baño de al lado, guapísimo, no miró y rio con cara de comolice, salió del baño y me doy cuenta que había un orifico en la pared, él nos había estado mirando todo el tiempo…