Reencuentro con Ignacio en Valdivia

Hola, les cuento lo que me paso con Ignacio. Cuandobera niño solíamos ir a acampar al tabo, en un camping conocido frente a la playa. Cuando tenía unos 11 años me hice amigo de Ignacio, de mi edad. Lo encontré lindo de cara, con linda sonrisa y muy simpático. Íbamos a la playa juntos y me llamaba la atención verlo en traje de baño. Yo no entendía bien los sentimientos que tenía. El Nacho era un poco más alto que yo, medio rubio, ojos acfe claros, pecas y una muy linda sonrisa. A veces se ponía serio pero estaba bromeando, y le gustaba invitarme al fondo del camping donde había un bosque y jugábamos a cualquier cosa. Cuando terminaron mis vacaciones hubo que volver a Santiago y nunca más supe de el, hasta que por trabajo andaba en Valdivia.

Luego de la U entre a trabajar al tiro, y andaba en Valdivia por negocios. Conocía bien la zona. En el mall de pronto me encontré con una cara conocida, era un cabro de mi edad, quizá unos 24 aprox, rubio oscuro, blanquito, más alto que yo pero no mucho, se veía en forma porque la ropa le quedaba bien. Paso al lado mío y me quedo mirando. Yo igual lo mire y de pronto reconocí su sonrisa, era el Nacho!! Lo saludé y se acordó de mi. Tanto tiempo!! Nos abrazamos y fue como si fuéramos amigos de siempre. El iba a unos tramites pero luego salía, entonces nos juntamos a un café más tarde y conversamos caleta, hubo química al tiro, y nos contamos nuestras vidas. «La voláaaaa» me decía el. Me contó de que tuvo una polola que quedó embarazada, que estaba en Valdivia por trabajo, que tenía que ir a ver a su hija los findes, etc. Yo soltero sin hijos, trabajando y de paso por Valdivia. Le dije que se veía super bien, los años le hicieron bien. Me contó que lleva una vida sana y que hace deporte, va al gym y sale a trotar. Eso hizo que mi culito comenzara a palpitar. Como si el destino me leyera la mente me invitó a su depa a tomar algo más fuerte. Yo acepte al tiro porque soy caliente, al menos podría tener material para unas pajas más tarde.

En su depa prendió el aire y se saco las zapas, fue a la pieza y volvió en shorts y polera manga cortita. Se veía un brazo trabajado y con algo de vello. Sus piernas eran fuertes. Se le salían unos pelitos sobre el cuello de la polera. Me ofreció una Kross y me puse a ver sus libros. Entre estos libros estaba uno sobre sexualidad, y otro sobre posturas sexuales. Me imaginé que este weon es de los míos, o al menos que le gusta el webeo. Tenía unas mancuernas y por ahí le entré. «Entrenas siempre?» Fue mi pregunta. «Los lunes hago pesas pero solo mantener tonificado, no para mucho crecimiento, los martes cardio y trotar, miércoles pesas, jueves trotar, viernes pesas, sábado trotar y domingo descanso». Weon disciplinado, depa limpio, cara bonita, piel clarita, mi pico pide mambo. «Y desde cuándo entrenas?» «Desde como los 17, antes de salir del liceo. Era para agarrarme minitas porque las califas se fijan en las calugas, y eso es lo único que quería, puro meterlo» y se puso a reír. «Así de weon fui papá al toque, pero bien, amo a mi hija y ya no estoy con mi ex pero a veces igual salta la liebre con ella, su remember sin compromiso». Yo ya estaba caliente, y me lance no más: «igual feo no eres, así que te haci el weon no más, yo creo que andai puro pelandote si ya ví los libros que tenis aquí» ya se la tire así entre paréntesis. El se rio no más y me ofreció otra lata, aceptamos, hablamos de trabajo y de la carrera, y de pronto me dice «y tú, algún minito?» Yo: «Cómo cachai de eso tu?» Nacho:» Porque me mirai el paquete, los brazos, no hablai nada de minitas y te pongo nervioso, o no? Cuando erai pendejo yo me acuerdo que erai medio finito, no creo que se te pasara…. Yo creo que hay que ser libre weon, se feliz y listo». Yo morí, me cacho y no hay drama. Su sorbo a la lata y lo mire a la cara y le dije: «eris caliente?» Nacho me dice: «jajaja más que la chucha». Lo mire no más. De pronto me dijo después de una pausa: «una vez me la chupó un ql… Fue la raja, mejor que una mina, fue en el liceo. Nunca más me atreví, pero fue la zorra.» «Nacho weon, me estay webiando, mira que me estay abriendo los ojos weon» le dije ya para lanzarme. El Nacho se levantó, fue por un cigarro, lo prendió y el humo me lo tiró en la cara. Se tiró para atrás y abrió las piernas. Conchetumare, ya caí por este mardito. Me acerque y me arrodillé frente a su paquete, lo mire y el mirando el horizonte por la ventana. Su barba de 3 días y sus ojos café claro lo veían como un mijito rico. Abrí el marrueco del shor y encontré un paquete morcillon que se sentía como su longa. Lo toqué y masajie y se empezó a poner dura. Hasta que saque su cabeza por arriba del elástico, baje más el zipper y ahí lo tuve, su pito majestuoso, con venas, con entrenamiento, de unos 18, con un glande medio café, con unos lunares, tronco claro, depilado con pelos cortos. El weon se acomodo un poco más y me estaba viendo, «vay a puro mirar?» Así que comencé a subir y bajar mi mano apretando sus pene y acerque mi boca a su cabeza, se la lami por toda la orilla y después me la metí a la boca, solo su cabecita.

Con los labios fui apretando y con la lengua haciendo círculos. Iba haciendo succiones cortitas y me detenía. Con mis manos le mantenía el pene erguido mientras iba ganando firmeza y apretaba un poco la base para hacer presión. Subía y bajaba la biela hasta que el pene estaba al palo y ahora mi mano y mis dedos se deslizaban a su largo. En ese punto intenté use mis manos para acariciar sus piernas peludas, sus gemelos duritos y sus cuádriceps grandes y firmes. «Estay rico weon» le dije. El solo me miró y se rio, y siguió con el poquito de cigarro que le quedaba mirando el horizonte. Yo volví a la faena ahora trate de meter hasta donde pude, y apretando con mis labios hice una succión suave, y fui subiendo hasta la cabeza. Unos vueltas circulares con la lengua y baje apretado los labios hasta la base, y de nuevo hacia arriba, succionando. Cuando estaba arriba, acariciaba el tronco, que iba quedando con mi saliba. Cada vez lo hacía un poco más rápido y succionaba más. En eso el Nacho me toma la cabeza y me empieza a llevar el ritmo, y yo me dejó llevar. Cuando lo tengo todo dentro me deja la cabeza tomada así, y me doy cuenta de lo que quiere. Así que me preparo para una profunda.

Respiro hondo y me pongo más firme de rodillas, el se levanta un poco y que quita del todo el shor y el boxer, entiende mi idea. Le tomo el palo por la base y me lo meto lento y voy acariciando con la lengua. Siento su precum, el Nacho suspira y respira entrecortado pero profundo para guardar la calma. Me sujeta con ambas manos la cabeza pero yo llego el control. cuando siento que toca mi fondo, me acomodo más arriba y comienzo a bajar. Respiro por la nariz, aguanto y lo saco. Le doy vueltas al pene con la lengua. «Conchetumare weon sigue de nuevo » me dice el Nacho. Voy otra vez pero ahora me atrevo más allá, llegó al tope y me lo meto más, hasta donde llegue. La boca bien abierta, aguanto la respiración, y trato de mover la lengua, me es difícil. El nacho me sujeta la cabeza y comienza a moverse arriba y abajo, y respira profundo y entrecortado. Me sujeta pero no es brusco. Su pene se desliza suave pero apretado en mi garganta. «Chucha la wea rica» está así un minuto o dos, es cansador, se sienta más relajado y voy sacando su pene de mi boca lento, succionando, hasta el final, lo sacó de mi boca y salen esos hilos blancos de saliba y semen, y lo masturbo. Me limpio un poco la boca, y el está con las manos en la cara y grita «weooon! Que rico weon!, ven, no te puedes inicente de aquí» y me llevo a la pieza. Tenía una cama d esos plazas, ordenada. Unas fotos de su hija y unos diplomas, unos trofeos de no sé que wea y me dijo que me pusiera en cuatro en la cama. Eso hice, y me empezó a dar un beso negro que me dejó todo dilatado. Estuvo unos minutos así y después me dijo que iba a entrar. Empezó con la punta y me dolió un poco, pero aguante. Después siguió muy lento hasta que sentí sus pelos duros depilados en mis cachetes. se agachó un poco y me abrazo. «Estay calentito guachita» me dijo con voz de pervertido. Después se puso derecho, de rodillas clavándome el orto, y empezó el vaiven. Me tomo de las caderas para que no me saliera, yo estaba quieto pero cada vez era más fuerte su envestida. Me acariciaba la espalda y yo me agache y comencé a gemir porque me estaba dando placer. De pronto vi volar su polera hacia adelante y me enderece un poco para tocarlo. Estábamos traspirwndo. El weon tenía resistencia. «Te gusta weon?» Y yo le decía que si, que siga. Respirabamos fuerte. Yo me comencé a masturbar pero el no me dejaba, me decía que el me daba placer. Yo quería puro correrme, tenía el pene babeando.

En un momento disminuye y me dice «a caballo» y se acostó. Pide ver por primerq vez su cuerpo. Tenía marcados los pectorales y los abdominales, era delgado, no había grasa en su cuerpo, tenía vellos finos en todo el pectoral desde sus tetillas hasta el cuello, eran finos y cortos, de color castaño. Acaricie sus pectorales y los fui a besar, pase mi lengua por cada lugar de estos. Sus tetillas rosadas estaban paradas y sus abs muy marcadas debido al esfuerzo. Me fui sentando en su pica y me entró muy profundo. De inmediato empecé a cabalgar y a reggetonear en su pico, y a masajear esos pectorales duros y firmes. Sentía sus tetillas en las palmas de mis manos mientras hacía presión en sus pectorales, y una mano la bajaba a sus abs, y su pene iba de adelante a atrás dentro de mi. El Nacho sabía moverse muy bien. El me sujeto por la cadera y se levantó un poco, y comenzó como una máquina a moverse dentro, parecía una licuadora dentro de mi culo. Yo no hacía más que decir «eso sí, dale así, eso, hm…» Y después bajo, y me dijo, ya date vuelta.

Ya no era blanco, ahora es rojo. Y sus pecas casi no se ven en su transpiración. Llevo mis manos a sus músculos marcados, y aprieto y rasguño sus pectorales riquísimos, y apretó firme sus abs. «Ah ah ah.. » es lo único que puedo decir. Me pone las piernas en los hombros y se pone en linea recta, y me comienza a clavar de arriba a abajo, arriba y abajo, de pronto cambia y con el pene entero dentro, se empuja hacia arriba y lo saca en un angulo diferente, es como si me sacara el intestino para afuera, y lo repite hasta el fondo, hace su movimiento y lo saca casi todo, cada vez más rápido, más rápido. Yo estoy loco, o loca, o no se cómo estoy. Aprieto todo lo que mi mano alcance: sus bíceps, sus hombros, su espalda, su bíceps de nuevo, sus oblicuos, sus abdominales, sus pectorales y su hermoso y duro potito, que con cada movimento se va marcando todavía más. De pronto con tanta exitacion me empieza a masturbar, muy suave, pero firme y presionando las orillas de mi glande, y en eso me empiezo a elevar a un orgasmo nivel supremo, pero me aprieta el pene me mira y se ríe, y me tira un beso. En pleno movimiento me dice entre jadeo «pensabas en esto cuando eras chico y me veías en la playa» jajaja «cállate agueonao» le dije con risa, eso apretó mi ano y puso una cara de caliente y me dijo «ahora voy» y empezó más fuerte y a masturbarme. Mi orgasmo volvió, era como un orgasmo permanente. Sentí un placer desde los pies hasta mi ano, y tanto el y yo gemiamos, y yo comencé a tocar todos sus músculos que pude y el me masturbo mas fuerte y comencé a estallar, muchos trallazos de mi propio semen salieron de mi y seguían saliendo mientras el Nacho seguía moviéndose hasta que me me da unas cuatro embestidas fuertes y prolongadas, y cada una me deja su leche dentro. Se sigue moviendo un poco y comienza de a poco a volver su color, estamos los dos totalmente empapados. «Weon dónde estabai toda mi vida?» Le pregunté. «Follando» me dijo. Wuaw que semental. Esa tarde me pegué el polvo de mi vida. Aún no terminaba de atardecer, y yo estaba descansando en la cama al lado del mino más rico del mundo. El weon es bi, más hetero, y eso lo hace más rico para mí. Obvio que seguimos en contacto, aunque me vine a Santiago. El Nacho ahora está en conce, y si se da, se aprovecha, y si no, se busca. Saludos a todos.