Mi debut
Hola amigos, me llamo Sergio y tengo 41 años.
Hasta hace 1 año era Hetero, casado y mi vida andaba de lo más normal.
Todo hasta que, un día, mi cuñado, de nombre Daniel, se fue a quedar a nuestra casa por unos días.
Mi cuñado es más chico que yo, hartos años, vive fuera de Santiago y por cuestiones de pega, una vez al mes tiene que venir a Santiago.
Sus padres, mis suegros, ya murieron así que se queda en la casa de la única hermana que tiene.
Un día sábado, estaba yo recogiendo la ropa sucia del suelo y veo que tiene en su pieza más ropa. Como un gesto de buena onda de mi parte, decido recoger la ropa y ponerla a lavar. Tenemos una buena relación, cercana, amigos diría yo, así que no había drama.
Cuando tome unas poleras, vi que debajo estaban los boxers, habían dos, junto con calcetines y un pantalón.
Los tomé y justo mi mano tocó la tela, que estaba húmeda.
Era una humedad conocida por mi, pues, cientos de veces me había pajeado y tirado el moco en los boxers.
Mis dedos sintieron ese líquido y lo apreté entre dedos, y me di cuenta de que se me estaba poniendo duro el pico.
Que wea…. Nunca me había pasado… pero era rico sentir la esperma de otra persona en la mano.
En un gesto casi animal de mi parte los acerque a mi nariz para olerlos y sentí ese olor esencial de todos los hombres, olor a macho, a pico, a bolas, a gotas de meado, pero además, este tenía restos de moco.
En la misma línea animal, saqué la punta de la lengua y lo saborié.
Esa wea me puso el pico más duro y comencé a pajearme oliendo y saboreando su moco.
No dure nada…. Me toqué me corrí el forro pa atrás, lo moví unas 6-7 veces y me fui cortado.
Fue un orgasmo intenso y como andaba medio acumulado (la vida de casado es así) solté todo el moco guardado.
Confieso que me sentí mal, como culpable, como que había hecho algo indebido, pero muy dentro de mi, me había gustado.
Fui al baño, me limpié y puse la ropa a lavar.
No dije nada. Pero ese día cuando llegó, lo miré de otra manera, quería ver su pico, tocarlo, pajearlo. Me lo imaginaba sentado en el sillón y esperaba que se le corriera el short para verle las bolas o el pico. Pero no pasó.
Al otro día, la curiosidad me ganó y fui de nuevo a su pieza, había salido temprano ese día, y tenía la ropa botada en el suelo. Esta vez solo el boxer y unos calcetines. Los que estaban llenos de leche. La ropa estaba mojada, tenía mucho moco encima, como si se hubiera pasado y se hubiera ido.
Como estaba solo, tome el boxer y empecé a olerlo, me empecé a pasar el moco por la cara y a comerlo, lo tragué y tenía un rico sabor.
Me empecé a pajear de nuevo, ahora sentado en su cama, me bajé el short y quedé sentado en su cama tocándome con su boxer y pasándome el moco por la cara, la wea era muy rica, mi pico estaba parado como cuando tenía 15 años, duro y grande, sentía incluso que me palpitaba el hoyo.
En ese momento animal, sin capacidad de pensar, me eché hacia atrás y me pasé el resto de semen de los calcetines por la raja, estaba helado y pegajoso, me lo esparcí por el culo y me pajeaba. Esta vez dure mucho más con la paja, disfrute cada momento, sentir el moco en mi raja, su olor, a pico, a cocos… me imaginaba el tamaño de ese pico y me calentaba más, mucho más.
De pronto, lanzo la leche encima de mí y me limpio con su mismo boxer, mezclando el moco de ambos.
Quedo así mismo, recostado sobre su cama, conteniendo y calmando la respiración.
Me detengo un momento a pensar, pero esta vez siento que no hay nada malo.
Es parte de lanzó exploración, del gusto, quizás hasta es normal, me decía.
Me levanté y puse la ropa sucia en el canasto y me fui a duchar.
Al siguiente día, era el último, esa noche se volvía a su casa y no lo vería por un mes.
Cuando se despide, nos damos un abrazo y me dice:
– Gracias por lavarme la ropa.
Estaba algo sucia?
– Nop, no se, agarré todo no más.
Ni me fijé.
– ah ya, buena. Nos vemos en un mes más cuñadito.
Y me abraza.
Al siguiente mes, se repite la hazaña todos los días.
En la mañana recojo la ropa sucia, la cual tiene restos de moco, me pajeo, la dejo en el canasto o la lavo.
Me paso su moco por la cara, me lo como, chupo el boxer, trago su moco, me lo paso por la raja, hasta un dedo me metí con restos de su moco.
Todo en su cama.
El último día, estaba haciendo las cosas de la casa (trabajo desde casa) e iba a ir a la pieza de él a recoger la ropa y llega de improviso.
– Wena Sergio, puta, perdona, pero se me quedó el compu y lo necesito para exponer una wea. Me da explicaciones.
– si, claro pasa.
Justo iba a recoger la ropa y lavar, necesitas que te lave algo?
– puta perro, tengo la caga en la pieza, pero no, me tienes la ropa limpiecita, me dice, apretándome un hombro.
Y en ese momento, lleno de un coraje que te da lo caliente, o que me dio lo caliente que me tenía, le digo:
– y que wea tiene tu ropa que siempre está mojada? Te pajeai todo los días wn…. Me río.
– si po cuñadito, como no me voy a correr las sendas pajas si se que haces con mi ropa…. Te gusta el regalo que te dejo?
– sin palabras.
Tartamudeo un poco y trato de que salgan palabras, pero emito sonidos que me llenan de cringe.
– me dice: lo que pasa es que dejé un teléfono grabando un día. Caché que me habías lavado la ropa y yo me había corrido senda paja ese día. Y dije: este weon tiene que haber cachado. Y no dijo nada.
Entonces la vez pasada, un día dejé un celular grabando para ver qué hacías y te caché pajeándote y oliendo mis calzoncillos.
Eres un cerdo wn.
Eres un putitoooo…!!!
Me dice: mi hermana sabes que eres una puta caliente?!
Yo: sin decir nada.
En eso se agacha y recoje su boxer de color negro del suelo, estaba lleno de semen, la wea brillaba. Era harto. Me dice: a ver… quiero ver.
Toma po perro… quiero verte oliendo y saboreando.
Me lo pasa y yo lo miro a la cara y comienzo a olerlo. En ese momento caché que vería su pico, quizás hasta me lo comería. Estaba dispuesto a todo.
Él dice: oh weon…. Que cara de putita poní. O weon, saca la lengua, cómetelo.
Yo, sumiso, hago caso, me lo paso por la cara y lo saboreo, le paso el dedo a un resto y me lo chupo.
Daniel se baja el cierre y se saca el pico.
Ohhhh, csm.
Que pico más rico.
Era grueso, rosadito, lo tenía parado, se veía su montón de pelo. Estaba húmedo ya y empieza a pajearse
Si pico era grueso pero no era descomunal, media unos 17 cms. Normal.
Se pajea y me dice: Querí comértelo?
Me agacho y lo tomo con una mano…. Estaba caliente, húmedo, le corro el forro pa bajo y empiezo a pajearlo.
Lentito, no sabía si eso le gustaba, así que empecé a hacerlo como a mí me gusta la paja.
Le desabroché el pantalón y le bajé todo. Ahí pude ver sus cocos, peludos, grandes, calientes.
Lentamente me empecé a acercar y me lo puse en los labios, tenía el mismo sabor que a diario chupaba de sus boxers pero esta vez más rico, tenía más sabor, era más exquisito.
Empecé a meterme su pico de a poco en la boca y solo lograba sentir un profundo sabor a moco, mi saliva se empieza a mezclar con su moco y al chupar hago un sonido irresistible para el.
Siento que pone sus manos en mi cabeza y me empieza a presionar, lo que me lleva a chuparlo más rápido.
No me di ni cuenta cuando ya tenía todo su pico en mi boca y sus pelos los sentía en mi nariz, tenía que abrir bien la boca para no ahogarme, como dije, era grueso, me sacó el pico de la boca y empiezo a chuparle los cocos, largos, gruesos, peludos, le paso la lengua y subo por el pico, lamo todo el camino, desde los cocos hasta la cabeza y me ensartó todo el pico en la boca de nuevo.
Mientras hago la maniobra, Daniel me dice weas como, oh wn… que rico, cuñadoooo esa boquitaaaaa…. Oh wn, sigue así… oh que rico… y muchos gemidos de caliente que uno hace.
De pronto siento que su pico se pone más grueso y me dice: dónde querí el moco?
Yo no respondo, saco mi boca y lo agarro con la mano, me pongo la cabeza en los labios y pajeó con rapidez y fuerza, rápidamente salta toda la leche que tenía y me salta en toda la cara, la siento en la nariz, en los ojos, en la cara, y lo que me queda los labios me lo como, paso la lengua y le chupo bien el pico, como succionando toda la leche de este wn. Se la dejo limpiecita.
Estaba caliente, dulce, rica. Me sentí muy caliente al hacer eso y sentir por fin, su moco en mi cara.
Mi cuñado me dice que se hizo las medias pajas viendo como yo me pajeaba. Y que quería probar mi hoyo, en la misma posición como lo hice una vez.
Yo no me sentía preparado pero estaba más caliente que la chucha y ya estaba en eso, así que ma paré, me bajé la ropa y me apoyé de la cajonera, dejándole mi raja a su disposición.
– todo tuyo, le dije.
Se agachó un poco y comenzó a chuparme el hoyo. Es la wea más rica que me han hecho alguna vez, sentía su lengua entrando por mi culo, me mojaba todo el hoyo y sentía como su lengua me iba abriendo el hoyo. Yo sentía que mi pico iba a explotar, pero no quise tocarme, para seguir sintiendo el placer que estaba disfrutando.
De pronto siento como su pico, que no está tan duro, pero si estaba grande, me empieza a puntear el hoyo, en cada apretón, siento que me abría mi hoyo, él me da indicaciones, que abra las piernas, que me agaché un poco y de pronto siento que entra, sentí una sensación de dolor, pero la verdad, era rico sentir eso.
Al poco de empezar a culearme, siento que se pone duro el pico, y empecé a disfrutar más, sentía como mi culo se amoldaba a la forma de su pico, y sentía un placer que venía desde adentro de mi, una wea rica, el me toma de las caderas y me da duro a ratos, a veces más suave, pero siempre en el mete y saca.
Luego siento su pecho en mi espalda y su boca besándome el cuello, sentí un escalofrío que recorrió todo mi cuerpo y moví mi cabeza y nos empezamos a besar.
Me doy vuelta y quedamos pico con pico, lo tomo y lo pajeo.
– acuéstate en la cama con las piernas abiertas como cuando te metías un dedo.
Lo hice y él me tomó las piernas, las separó y apuntó.
Me lo metió y me agarraba de los tobillos para darse más impulso. Me movía entero en la cama, me lo metía con fuerza y yo podía ver su cara de placer, como ponía los labios y como me miraba. Su pecho, su guata plana, no marcada pero delgado.
Sigue así un buen rato, no se cuanto, lo veo sudar, estaba mojado, se veía rico el wn. Sexy, caliente.
Yo estaba igual. Mi pico estaba muy parado, quería puro soltar la leche y que saliera disparada para cualquier lado.
Daniel acelera los movimientos, me lo mete profundo y empieza a hacerlo más lento, como que sacara todo el pico del hoyo y justo antes de salir lo mete de nuevo,.
Me voy wn. Te lo quiero echar adentro.
– dale wn, le digo, pero pajeame..
Daniel suelta una pierna, agarra mi pico y empieza a pajearme mientras se va, casi al mismo tiempo me voy, y mi hoyo aprieta su pico, lo que lo hace gemir fuerte, sin contener la respiración.
Estábamos exhaustos. Calientes, mojados y yo lleno de leche, en eso me saca el pico del hoyo y empieza a chorrear la leche por mi raja.
Uffff…. La wea rica.
Estuvimos así, por 4 meses. Cada vez que venía, nos pegábamos los medios culiones. El se devolvía en la mañana o iba almorzar a la casa y lo hacíamos. Siempre igual, su chupada de pico y su buen culión.
Cuando me separé, lo hice porque ya no andábamos bien. Pero la verdad, es que desde que me separé, lo hago todos los días con el Daniel.
Cada vez que viene a Santiago se queda conmigo y lo hacemos todos los días, en la noche, en la mañana, cuando se arranca.
Descubrir que soy bisexual, fue la wea más rica y placentera de mi vida. Sobre todo el pico de mi cuñado.
Saludos,
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3 Comentarios
Anónimo
marzo 22, 2025 a las 2:49 amAl fin un relato realmente caliente, algunos relatos han guateado mucho ultimamente, gracias, si hay mas partes que nos pueda contar que lo haga
Anónimo
marzo 22, 2025 a las 10:31 amCoincido, hacía ya rato que no dejaban acá un relato así.
Miguel Ángel
marzo 22, 2025 a las 8:21 pmExcelente relato. Lleno de morbo y muy bien escrito. Ojalá tengas más para contarnos.