El mejor amigo hetero de mi pololo – Parte I
Para comenzar y antes que me juzguen si sé que no es correcto pero el que esté libre de pecado que lance la primera piedra.
Ahora sí, yo soy Matías 25 años, la verdad soy alguien bien simple físicamente mido 1.60 y peso alrededor de 55 kilos, contextura media y en esta historia entra Jaime de 24 años un chico alto de 1.90 contextura delgada pero tonificado bastante atractivo.
Con mi pololo llevábamos 3 años y medio y entre ese tiempo ya me había hecho amigo de sus amigos y todo el cuento, teníamos una relación abiertamente gay de la cual todo el mundo estaba enterado. De los primeros amigos que conocí por parte de mi pololo fueron Jaime y Damian sus dos mejores amigos, típicos heteros fifas pero que te caen bien, así pasaron 2 años de relación con mi pololo los cuales nunca pasó más allá que un beso con ellos en algún carrete random.
Todo comenzó con Jaime cuando pasando los dos años de mi relación, este se fue al sur a estudiar por lo cual típico de fifas con sus amigos se hablaban re poco y nada, en cambio conmigo comenzamos a entablar una amistad más fuerte y hablando todos los días. Jaime había terminado una relación larga con su ex polola en ese tiempo e igual estaba sentido y dolido, yo intentaba darle consejos para animarse y que se distraiga, luego de un par de meses en el sur este vuelve a Santiago porque no se sentía bien, congelando la carrera, con mi pololo y sus amigos decidimos hacerle un tipo bienvenida ya que llegó de sorpresa y nos organizamos todos para verlo, fuimos a su casa, compramos copetes varios y comenzó lo que sería una noche muy larga.
Todos llegaron tipo 10:30 de la noche a su casa, menos yo que trabajé y llegué alrededor de las 12, al llegar saludo a mi pololo con un beso y me sorprendo que el tipo con actitud fría de Jaime me saluda con un abrazo apretado y diciendo que me echaba de menos, quería aludirlo al alcohol pero me comentaban que no llevaban más de 2 cervezas cada uno, siguió aquella noche tranquila pero notaba que Jaime se me acercaba a momentos cada vez con más alcohol en la sangre a decirme lo mucho que me echó de menos y que alegría que esté ahí, lo cual yo solo en un principio asimilaba como cariño de borracho.
Cabe señalar que yo soy de otra comuna por lo cual cuando hacían un carrete generalmente me quedaba en la casa de mi pololo, esa noche cuando marcaban las 4 am todo seguía en ambiente celebración y Jaime me toma y se pone a bailar abrazándome muy apretado, yo lo separo y le digo que está muy borracho a lo cual me responde que estaba haciendo solo lo que el quería, mi pololo por otra parte al ver esto se enfurece y con el alcohol que traía en la sangre toma sus cosas y se va. La fiesta para un momento y yo quedé marcando ocupado ya que en ningún momento había pasado nada más con Jaime y lo del baile fue nada más que eso, todos los demás sabían que mi pololo era a veces conflictivo así que me consolaron ya que yo estaba llorando ya para ese entonces, y Jaime sin problema me ofreció alojó en su casa,
Llegaron las 5:30 AM aprox y todos comenzaron a irse a sus casas ya que no vivían más allá de un par de cuadras de la casa, Jaime y yo ya borrachos fuimos a dejar a una amiga a su casa y procedimos a volver a la casa de él. Cuando íbamos de vuelta y sin previo aviso Jaime me para y me dice
-He querido hacer esto toda esta noche de mierda
Y me da un beso pero fue un beso muy apasionado con deseo y una calentura evidente, la cual me derritió en sus brazos, seguimos así como por 10 minutos, él comiéndome la boca y empujándome contra su cuerpo, en un momento lo paro y le digo que eso no estaba bien y él sabía el porque, a lo cual solo asiente y me dice que mejor fuéramos a la casa. Llegamos después de unos 5 minutos al departamento, pusimos a preparar un poco de café y tostar unos panes, comimos para pasar un poco la borrachera y del tema de los besos ni se habló.
La pieza donde nos dormiriamos tenía dos camas, ya que tenía una pieza más pero otros amigos que se quedaron borrachos los acostamos en esa pieza. Entramos a la pieza cada uno en una cama y comenzó una mirada fija al otro mientras nos desvestíamos para dormir, cada uno quedó solo en boxer mirando al otro y cada uno pudo divisar la erección de el otro, no hubo palabra alguna, Jaime se acercó a mi y yo me levanté enseguida, comenzamos un juego de besos tan salvajes que no nos importaba si nos escuchaban (afortunadamente los amigos borrachos nunca se despertaron).
Me senté en la cama y bajo a ver ese pene hermoso que tenía este hombre al rededor de unos 21-22cm no tan grueso pero bastante grande, cabe resaltar que yo nunca había sido 100% pasivo antes que eso, comiendo chupándosela y ver su cara de placer ahí parado me prendía cada vez más y más. Lo tiré a la cama y seguía besándome con esa bestialidad que solo él podría hacerlo, era un deseo tan salvaje, tan oculto que tenía dentro que si no lo hacía ahí no lo haría nunca, quedé sobre él y me dice al oído.
-Quiero que esta noche seas mío y de nadie más, quiero ese culo y quiero esos besos
Me prendió tanto esta frase que comencé a rozar su pene con mi ano, y cada vez lubricaba un poco más, solo hizo falta un poco de saliva y ya en un segundo comenzó a entrar, entre mi calentura, no asimilaba que me estaba metiendo ese pene tan grande, pero cada vez entraba un poco más. Él a pesar de toda la calentura y salvajismo entendiendo que era mi primera vez como pasivo primero fue gentil y lento, pero luego comenzó con un mete y saca que me llevó a las nubes, me tomó y me dio vuelta para estar él encima de mi llevando mis pies a sus hombros, y siguiendo con sus embestidas cada vez más rápidas y aceleradas, sin mucho aviso previo me dice que quería correrse dentro de mi, y yo con toda la calentura del mundo le comencé a decir que me deje llenito, que lo quería dentro mío, no faltó mucho pues un par de minutos después comienzo a sentir esas embestidas más duras culminando con toda esa leche dentro mío, al mismo tiempo que él me masturbaba me corrí haciendo saltar mi semen por todas partes, a lo cual él saca su pene y se recuesta desnudo sobre mi, diciendo que era la primera vez que sentía que se lo hacían tan rico y quizás era porque yo le gustaba, que nunca lo había hecho ni le había gustado un hombre y le alegraba que yo sea el primero.
Nos levantamos y nos dimos una ducha la cual también nos hicimos sexo oral, y nos seguíamos besando muy apasionadamente, luego de eso nos acostamos en una cama a eso de las 7am.
Al despertar ya 100% sobrios no hablamos nada de lo ocurrido, para él y para mí nos convenía hacer como que nada pasó, no quise tocar el tema de lo que me había dicho al terminar de tener sexo y tampoco quería indagar más allá, ya que como dije yo estaba en una relación larga.
Seguimos nuestra amistad como si nada y hablábamos todos los días de otras cosas pero nunca de lo que había pasado aquella noche, y cada vez que nos quedabamos solo pasaban cosas, pero eso ya puede ser para una siguiente historia…
🔥 ÚNETE A NUESTROS CANALES DE TELEGRAM 🔥
Recibe los mejores relatos directamente en tu celular
IR AL CANAL DE TELEGRAM
No hay comentarios aún. ¡Sé el primero en comentar!