Con el Pato después de la reunión de anoche

Les cuento lo que me pasó anoche con el Pato. Estaba con unos vecinos de mi villa conversando sobre la idea de unas actividades para semana santa y veo al Pato en la puerta para que le abran, entonces yo fui y le pregunté que por qué venia y eso, me dijo que era como del equipo deportivo o algo así y lo mandaron y no se. El Pato llevaba un pantalón azul casual y una camisa formal celeste muy claro, así que de inmediato luego de abrazarlo y sentir su rico cuerpo, pase mi mano por su pecho con la excusa de quitarle una pelusa. Sentí que llevaba camiseta (estaba fresco anoche en stgo.) y también sentí sus ricos pectorales tan firmes y duritos. El me miró y me dijo “¿tengo algo sucio o quieres aprovechar de tocarme?” y puso esa cara pícara y me mostro sus dientes de sonrisa pepsodent.

Solo me sonreí y volvimos entramos, pero en la mampara pongo mi mano en su hombro y se lo voy apretando, y paso mi mano por sus brazos y se los aprieto amistosamente (había más gente) y le digo “estás apretaíto jajaja” y el Pato y yo nos miramos y se fue a sentar a unas sillas de colegio, pero desde allá me miraba. Yo me quedé en la mampara y le movía la cabeza con el gesto de irnos.

Después de unos 15 minutos se paró y fue donde yo estaba y me dijo al oído “tengo poco tiempo porque luego me esperan porque va a dejar a mi sobrino” así que fuimos a mi casa rápido, quedaba cerca caminando, entramos y en el mismo portón, a la luz del poste de la calle, l toco con ganas su exquisito torso por sobre la camisa y le digo “puta que estay rico weón cada vez que te veo no me resisto” y fui a besarlo con mis manos en su pecho duro, sintiendo sus formas y mi lengua y la de él recorriendo cada rincón de nuestras bocas. Después de unos minutos así entramos a la casa y fuimos corriendo a mi pieza, donde rápido le desabroche el cinturón y liberé ese pene que tanto me gusta, lo lleve a mi boca y comencé a saborearlo entero, a morderlo y a succionarlo con muchas ganas, a jugar con mi lengua en su glande y a sentir su sabor saladito. Mis manos subieron por su abdomen que marca sus abdominales y mientras el pato se va abriendo la camisa, va jadeando con mi mamada. Se saca la camisa y luego la camiseta, y lleva sus manos a mi cabeza para dirigirme. Mis manos se clavan en sus pectorales y sus ricas tetillas, y trato de hacer una profunda lo más que pueda, al mismo tiempo ya tengo mis pantalones abajo y me masturbo. El pato no me deja seguir, dice que hay muy poco tiempo así que me pone en mi cama me termina de sacar el pantalón y me besa, se pone sorbe mi y me sigue besando y yo voy recorriendo su espalda y sus laterales con mis manos. Luego el pato se desplaza hacia abajo, dándome besos sobre l camisa en mis pectorales y va llegando a mi pene, y se lo mete directo a la boca para comérselo, comienza de arriba abajo apretándome con sus labios y haciendo círculos. Una mano le lleva por debajo de mi camisa a mis tetillas y las comienza a pellizcar, y a acariciar mi pectoral derecho. Su mano derecha va a mi entrada y comienza a jugar con uno y luego os dedos.

Mientras su boca sigue succionando y dando vueltas. Con su lengua va rápido estimulando mi glande y mi tronco. Con sus dedos dentro estoy cerca de un orgasmo. Llevo mis manos a sus hombros y a sus pectorales y trato de abrir mis manos para abarcar todo. “Pato me voy, ayyy Pato” fue lo que dije y un clímax me comienza a subir desde el ano y me hace explotar el pene. EL Pato aprieta sus labios y mientras yo gimo como puta, me sigue succionando todo el néctar hasta dejarme totalmente seco. Su succión incrementa mi placer, mi orgasmo y me revuelco un poco, sin sacar mi mano de su pectoral. No se le escapa ni una sola gota, me deja el pico totalmente limpio, lavado y sin rastro de mi corrida, de lo traga todo y yo quedo casi llorando de placer. Se separa de mi pene y va a mi boca para besarme, y se acomoda al tiro para entrar con su pico. El mismo guía su pene a mi entrada porque yo aún estoy en shock reponiéndome de la corrida, y va metiendo su pene en mi culo. Pone una pierna mía sobre su hombro y comienza a menearse primero suave, luego mas profundo tratando de entrar. Yo me voy reponiendo y alargo mi mano para cuerpo. Dejo mis manos en sus abdominales, que se ven tan duros, los acaricio, me concentro en su ombligo y sus pelitos del camino de la felicidad. Con mi pierna en su hombro se inclina un poco más hacia mí y comienza a darme más fuerte. Pone sus manos al lado de mi cabeza y comienza a jadear. Veo como sus pectorales suben y bajan sobre mi cabeza, me levanto a besarlos y voy sintiendo el vaivén de su pene en mi culo, se siente riquísimo. El pato no decía ninguna palabra, solo estaba concentradísimo moviendo su pene muy rico dentro de mí. Me acomoda las piernas abiertas por sus costados y se acerca más a mí, me besa y se sigue moviendo exquisitamente dentro de mí, yo estoy ansioso esperando cuando me llene de su leche, y pienso en eso mientras me besa como con ansiedad y moviendo se dentro de mí. Mis manos van desde su espalda a sus brazos musculosos, a sus bíceps abultados. Se separa de mi boca y se pone con sus brazos mas estirados al lado de mi cabeza, puedo ver y tocar su exquisito torso y con una mano lo recorro y con la otra me masturbo, yo estaba de nuevo con el palo recuperándolo, y la cadenita que el pato tiene en su cuello me va dando golpes en mi frente mientras el pato se mueve cada vez mas fuerte. “Ahora voy conchetumadre, me voy ahora” y gruñe fuerte y suelta un “ahhh” y siento en el fondo su semen llenándome, luego sigue y yo llevo mi boca a su tetilla, y mis manos en sus pectorales, mis ojos cerrados me llevan a sentir ese cuerpo exquisito explotando dentro de mí. Mis manos lo tocan por todas partes, mi boca no suelta su tetilla, y el pato sigue botando sus ultimas gotas de su néctar dentro de mí. Va recuperando la respiración, me vuelve a besar, me acaricia un poco la cara y lo único que me dice es que se tiene que ir a la casa, su hermana lo debe estar esperando. Mientras se va levantando, se pone el pantalón, aun sin la camisa me va a hacer una mamada más, muy cortita, termina con un besito, y me tiro la camiseta que no se va a poner y me dijo “por si te quieres hacer una paja” Yo me reí y le dije “¿y si después vuelves?”. Me explico que no podía, mientras se acomodaba la ropa, lo llevé a abajo, se despidió, se fue, y yo me fui a hacer la paja con su camiseta, que olí por todas partes, me a pase por la cara y luego me masturbé con ella hasta acabar. Le escribí luego para decirle que tendré que lavar su camiseta antes de devolvérsela jajaja. El hueon del pato sabe prenderme de 0 a 100 en un milisegundo, me preña y se fue.