Cumpliendo una fantasía

Hoy me atrevo a contarles está experiencia que sucedió hace más de un año aproximadamente, me presentaré como Die, soy un hombre de 24 años, rellenito y no me considero muy atractivo honestamente, soy activo y tengo 17 cm a mi favor y grueso, lo cual me ayuda en el sexo. Siempre he tenido la fantasía de un día estar con un hombre de buen fisico, musculoso, poder tocar ese cuerpo, bueno, lo conseguí y hoy les contaré.

Una tarde de mayo, andaba vagando por grindr viendo que salía por la zona, aprovechando que estaba solo en casa, eran los mismos perfiles, nada interesante, hasta que me sale un perfil que nunca había visto, un perfil sin mucha información, se llamaba Miguel y tenía una foto de un hombre con un cuerpo que se notaba muy bien trabajado (no mostraba su cara en las fotos) en ese momento lo desee. Le escribí sin mucha esperanza, dije «vera mis fotos y me bloqueará» pero me sentí optimista, esperé a ver qué pasaba. Para mí sorpresa, me escribió al ratito después.

«Hola, cómo estás?» En ese momento, cuál adolescente enamorada, mi corazón late rápido, me calme y le seguí la conversación. Me contaba que estaba en la ciudad por motivos familiares pero que tenía ganas de estar con un hombre, quería probar mamar un pene, eso fue una gran sorpresa para mí, le mostré mis fotos íntimas y al parecer le gusté, entro en confianza y me preguntó si podía venir a mi departamento, yo en éxtasis le dije que si, le envié ubicación y fue ahí cuando pense… «Y si es fake» eran un hombre atractivo ofreciendo lo que tanto había querido, le pedí si antes compartíamos foto de rostro, acepto y que hermoso hombre era, muy guapo, tenía una cara finita, pelito corto y una sonrisa encantadora, me preguntó si entonces se pedía un Uber, yo sin darle tantas vueltas le dije que si. En todo el rato que tardo en llegar, me preguntaba una y otra vez, será o no? Hasta que me llega un mensaje «ya llegué»

Mis nervios estaban a full, tendría mu fantasía a mi disposición o será la mayor decepción de la app, solo había una manera de averiguarlo, abrí la puerta y fui a buscarlo a la reja. Lo veo a lo lejos, traía un poleron verde que le veía suelto, un buzo gris y se notaba que estaba igual de nervioso, pero si era el mismo de las fotos, nos saludamos y lo invito a pasar. Comenzamos a hablar para entrar un poco más en confianza, ambos estábamos muy nerviosos, el me confiesa que el nombre que me dió en la app no era el verdadero, ya que es bi y no ha tenido mucha experiencia con hombres, por eso prefería la discreción, mientras seguimos charlando el se quitó el poleron y dejo ver sus brazos, yo muy descaradamente me quedo viendolo embobado, es cusndo me dice «bueno, le damos?» Yo dispuesto a disfrutar el momento, lo invito a mi habitación.

El hombre era precioso, guapo, simpático, de buen cuerpo, yo quería comerlo entero. Ya en la habitación me dice «quiero mamar pero quiero que tú me toques» esas palabras me llenaron de una sensación de placer, aún no hacíamos nada, pero que el quisiera y me dejara tocarlo a mi gusto uff. El se quita la polera y me toma la mano para pasarla sobre su pecho, era un torso lampiño, blanquito, durito, una piel suave y se sentía muy tibio, mi mano recorría cada centímetro de ese pecho, fui a sus hombros, grandes y duros, sus brazos fuertes, los tocaba y más me excitaba, su abdomen delgado y con calugas no tan marcadas pero se sentían, yo estaba en la gloria. El mientras, me empieza a quitar el cinturón, me baja el pantalón y yo con una erección a medias por todo lo que estaba experimentando, me empieza a tocar por encima del boxer, me agarraba y gritaba su mano por encima, siguió un poco más y logré tener una erección completa, ahí fue cuando me baje el boxer y el empezó a masturbarme. La situación era excitante, el me masturbaba muy suave y yo tocaba su cuerpo divino, luego el se quitó el buso y el boxer, tenía un trasero redondito y firme quería hacerlo mío, probar ese culito, tocar esas fuertes piernas, siempre me han atraído las piernas, alguien más? nos estuvimos tocando por unos diez minutos y le pregunté si estaba listo para probarlo, el estaba muy nervioso, pero acepto, se inco mientras yo seguía de pie, toma mi pene durísimo y lo mete a su boca, empieza siendo un oral algo torpe, pero de apoco, va mejorando la técnica, y que decir, su boquita, era pequeña y se sentía muy bien tener mi pico en ella, lo hacía delicado y despacio era un placer único, mientras el mamaba, yo tocaba sus hombros, su cabello, sus brazos, estaba en la gloria. Luego de un par de minutos me pide si me puedo acostar, yo acepto y cuando el se para, me da la espalda y no pude evitarlo jugar con su culo y mi pico un rato, empecé a frotralo por su trasero, le di algunos golpes el gemia un poco, yo intento abrir sus nalgas para dejar ver su hoyito y el me detiene, me dice que no quiere anal por ahora, le digo que está bien, pero si me deja seguir jugando con su culito, se para y me pide nuevamente su me acuesto para seguir mamando, no quise insistir más y accedí. Ya acostado veo si cuerpo de pie junto a la cama y realmente no podía creerlo, quería tenerlo siempre a mi disposición, sentir esa boquita y tocar esos músculos, ya en la cama el sigue con el trabajo oral, mientras me tomaba y guiaba mi mano para que lo siguiera tocando, cada que lo tocaba y agarraba sus músculos el gemia, le encantaba, seguimos así un buen rato, hasta que ya no pude mas, le dije que iba a acabar el paro y me dijo, «acaba conmigo»

Se puso de pie al lado de la cama y ambos nos masturbamos, mientas yo seguía acostado, yo estuve unos pocos minutos y solté todo, acabé un gran chorro que casi me llega a la cara y el de pie se masturbaba y gemia muy rico, cuando ya va a acabar, suelta un ultimo gemido muy fuerte y tan excitante, deja caer chorros de semen que salpican por varias partes de la cama y caen encima mío, cuando el se recompone de tal eyaculación, acerca su cara a mi abdomen y empieza a tragar la leche que ambos botamos y cayó en mi, me pasa su lengua y recoje cada gota, limpiando mi cuerpo de nuestros líquidos. Cuando termina, se pone de pie y suelta una risita nerviosa, me pide perdón por acabar tanto y gemir tan fuerte, le dijo que no se preocupe mientras busca su ropa, me pide prestado el baño para lavarse, el va, mientras yo me quedo acostado, mirando al techo, asimilando todo lo que acababa de pasar. El se limpia, pide un Uber y me da su Instagram real, antes de irse me dice «cuando vuelva a la ciudad y si estás solo, hablame para volvernos a vernos…»

Yo en las nubes deseando que se repita la ocasión, me pongo a revisar su Instagram para ver algunas fotos más de tal hombre y cuál fue mi sorpresa al ver que no era una cuenta común y corriente, si no la de un influencer con miles de seguidores, que por obvias razones, no expondré.

No soy el mejor escribiendo, pero espero les haya gustado.