Mi jefe y nuevo papi, Pedro

Mi jefe y nuevo papi, Pedro

Hola a todos. Hace mucho quería contar unas de las experiencias más calientes que me ha tocado vivir. Seguramente me esté masturbando mientras escriba esto, así que espero no demorarme tanto en mandar el relato.
(Advertencia, si buscan en relato corto para una pajita rápida, aquí no esss… lo siento)

Mi nombre es Felipe tengo 27 años, pero esto pasó aproximadamente cuando tenía 23. Estaba recién saliendo de la universidad por lo que esta experiencia aconteció en la empresa donde hice la práctica final de mi carrera.
Soy versátil, de ojos café, con bigote, barbita de chivo y bajo de estatura… me piropean harto el culo y las tetas. No tengo un físico tan trabajado, pero intento mantenerlo yendo al gimnasio. Soy muy morboso, pero quizás de eso se darán cuenta en unos minutos.
Perdí la virginidad a los 18 con el papá de una amiga, por lo que desarrollé una gran atracción por los hombres maduros.

Como decía, solo me quedaba dar la práctica para finalizar mi carrera de finanzas y gracias a un anuncio en internet pude llegar a una empresa en la comuna de Las Condes. Ahí trabajaban muy pocas personas, un par en el departamento de publicidad, otras en el área comercial y mi jefe en el área de finanzas. Hasta ese punto él trabajaba solo y por eso mismo necesitaba un ayudante. Con él me contacté para llegar a trabajar ahí… Pedro.

Desde el portal del anuncio de internet intercambiamos whatsapp y por ahí me hizo las preguntas finales de selección. No tenía foto, pero había algo en su voz que me causaba mucho morbo. Muy simpático, pero a la vez una voz muy profunda y varonil. (Soy muy fetichista la verdad y una de mis debilidades es la voz. Fácilmente me he hecho las mejores pajas sexteando a ciegas por audio mientras escucho cómo me hablan sucio y mejor sin en el fondo se oye un sutil sonido de pene lubricando) debo admitir que hubo un par de veces que escuché los audios de Pedro mientras cerraba los ojos y subía y bajaba mi prepucio lentamente mientras imaginaba su rostro y su cuerpo.

Mi ingreso finalmente quedó agendado por Pedro para la primera semana de enero y mientras más se acercaba la fecha más nervioso estaba. Si bien era mi prioridad hacer la práctica para terminar mi carrera, necesitaba conocer al hombre que le había dedicado ya un par de pajas sin siquiera saber cómo era. ¿Qué pasa si no era como pensaba? O peor … qué pasa si era exactamente como lo imaginaba?? Podría concentrarme y hacer mi trabajo? o tendría que irme al baño de la oficina a descargar la calentura platónica que poco a poco desarrollé por él (spoiler: sí, eso tuve que hacer al menos ese mismo día que lo conocí)

Pasaron la semanas y mi alarma me despertó a las 6 am. El dolor de mi estómago delataba que ya era el día de comenzar mi práctica, estaba nervioso.
Me levanté, me bañé y me fui a la oficina vistiendo un traje azul oscuro sin corbata para no pasarme con la formalidad. Llegué media hora antes luego de un viaje de al menos 40 minutos en metro. Un poco tímido toqué el timbre, pasé y a esa hora solo había un practicante del área de Marketing, Matías, muy guapo y alto, con el que pude hablar unos minutos. Me dio una pequeña introducción de la empresa y del lugar y finalmemte me invitó a esperar en la oficina de su papá… Pedro.
Eso fue como un balde de agua fría, al menos ahora sabía que mi jefe era hetero con hijos y mis expectativas pasarían de bajas a nulas.

Sentado ahí solo en la oficina de Pedro intenté ver alguna foto o algo que delatara su apariencia, pero solo pude ver a un joven parecido a Matías con un bebé, una foto que evidentemente era antigua… Supuse que era una foto vieja de Pedro con su hijo.
Solo pensé que si era una versión más madura que Matías no iba a estar nada mal.

Después de unos 10 minutos escuché una fuerte voz, llena de risa y energía, la misma voz de mis audios. No pude evitar una erección, fue algo que ni yo entendí cómo sucedió, muy repentina y fuerte. Solo atiné a ponerme la mochila encima y esperar a que se me bajara antes de saludarlo.
Pasaron unos 5 minutos y con una taza de café en la mano entró. Quedé mudo por unos segundos y atiné a estirar mi mano maravillado por lo que estaba viendo.
Ahí estaba Pedro frente a mi, con una gran sonrisa diciendo “tú debes ser Felipe, te costó llegar?” No recuerdo qué respondí, lo único que recuerdo de ese momento fue recorrer sutilmente con mis ojos cada centímetro de él.

Un metro ochenta aproximadamente, con unos pantalones de tela oscuros y una camisa celeste abierta dos botones. Zapatos impecables y un cinturón del mismo color.
Se sacó rápidamente la chaqueta que traía y se soltó un botón más de la camisa mientras se quejaba del calor. Quedé hipnotizado con su pecho… definitivamente era un hombre como me encantan, con pelos muy abundantes y gruesos, parecidos a su barba frondosa pero cuidada que cubría desde sus mejillas hasta su cuello, en donde finalmente se conectaba con sus demás vellos.

Se sentó y pude mirarlo un poco más detenido, pelo negro con varias canas, una guatita pequeña, pero paradita y unas piernas grandes. Yo le eché aproximadamente unos 52 años.
Se le marcaba un paquete enorme en ese pantalón de tela, que sobresalía por debajo de la guatita. Era un paquete real, no ese ilusorio que se hace por la forma del cierre al doblarse… ahí había una buena verga y unos testículos gigantes y peludos como los de un toro . La vista me mantuvo desconcentrado un par de minutos.

Pedro sudaba un poco y me pidió disculpas porque prendería el aire. Me contó que estaba en una reunión y se vino apurado, pero de todas formas que me acostumbrara a pasar frío en su oficina porque con lo peludo que era lo pasaba muy mal en verano. Solo atiné a reír y decir que me imaginaba que debía ser difícil tener esa cantidad de vello en verano, mientras intentaba ocultar nuevamente una erección debajo del escritorio.
Se subió las mangas y dejó ver unos brazos frondosos y grandes… a ese punto yo estaba lubricando y sentía la urgencia de ir al baño a descargarme porque sino mancharía mi pantalón y sería descubierto por él.

Pedí permiso para ir y Pedro con una sonrisa me retó por pedírselo. (Era un hombre muy simpático, de esos garabateros y confianzudos que se enojan si le dices señor o don) . Me paré rápidamente medio arqueado para no hacer notar mi erección y busqué el baño, ya que Matías no me había dicho dónde estaba.
Lo encontré y toqué la puerta para luego escuchar “ocupado”. Era la voz de él, el hijo, que luego de unos minutos abrió la puerta y me saludó nuevamente. Mientras se lavaba las manos me preguntó cómo me había caído su “viejo” y que cualquier cosa si se ponía pesado lo acusara con él. Mientras me reía solo observaba cómo Matías tenía los mismos brazos de su papá y aunque solo con un botón desabrochado se le asomaban los mismos vellos por la zona del cuello, esta vez sin ese par de canas que lucía su padre.
Cuando se fue cerré con seguro y me di cuenta mirándome en el espejo la carpa que traía abajo… ojalá no me haya visto.

Me bajé los pantalones, me apoyé en la pared y comencé a pajearme. Lubricaba descomunalmente, lo cual me incomodó porque no quería ser escuchado mientras masajeaba mi glande por sobre mi prepucio… por eso mismo cada 10 segundo me llevaba a la boca los dedos para irme tragando el precum que botaba mientras pensaba en Pedro y Matías, padre e hijo.
Me sentí demasiado sucio por sexualizarlos al mismo tiempo dentro de mi mente, pero todo terminó cuando al fin pude eyacular.
Acabé sobre el mismo lavamos que Matías limpiaba sus manos y al abrir los ojos pude notar los chorros que solté encima que también llegaron al espejo.
Fue un orgasmo supremo. Me tapé la boca para no gritar mientras en mi mente me imaginaba arrodillado bajo el escritorio de Pedro sobando su abultado paquete y fantaseando cómo se sentirían sus vellos entre mis dedos.
Fue una fantasía tan vívida que pude sentirlos en mi mano izquierda… ese calor, esa textura áspera y mojada de un pecho velludo sudado, mientras que con la derecha le daba las últimas exprimidas a mi verga de 18 cm.

No sé cuánto tiempo pasé en el baño pero me apuré en limpiar el desastre que dejé. Rogando que el ambiente no quedara con ese olor a semen característico después de una paja tan potente como la que me hice.

Las semanas pasaron y la relación con mi jefe se afianzó. Llegamos a tener mucha confianza y me decía que le recordaba mucho a su hijo. Ellos tenían una relación muy cercana llegando a pasar gran parte del día los tres en su oficina trabajando y hablando de la vida. Como dije, eran personas muy entradoras y confianzudas. Ya a ese punto hablaban libremente con garabatos como si fuera un amigo de ellos. Incluso contaban de vez en cuando sus aventuras de fin de semana sin tanto tapujo.
Ambos eran solteros. Matías un tiro al aire que pasaba de fiesta en fiesta agarrando a cuanta mina pudiera y Pedro un divorciado que pillaron hace un par de años en un amorío con una amiga de la esposa… en fin heteros.

Mi jefe se notaba muy conforme con mi trabajo, el cual pude ejecutar bien gracias a las pajas diarias que me tuve que acostumbrar a hacer en el baño de la oficina para no andar caliente y distraído todo el día. La rutina era simple, saludar a Matías, luego a Pedro, ordenar el día, definir las tareas y mientras tanto mirarlos detenidamente mientras hablabamos.

Cada segundo contaba para memorizar cada parte de ellos y usarlos en las fantasías que me inventaría esa mañana en el baño.
Me fijaba en su ropa, sus paquetes, las axilas ligeramente sudadas de Pedro y sus vellos que se asomaban diariamente de sus camisas que mantenía siempre con tres botones abierta.
Ese par era pura testosterona que algún día tendría el placer de probar. Obviamente quería que fuera Pedro, pero si era Matías no me quejaba. Muchos dirían que era una versión mejorada de su papá… más joven y musculoso, pero yo estaba decidido a recibir en mi barba los lechazos que lo trajeron a él al mundo y que afortunadamente en la última semana antes de despedirme pude recibir.

Quieren saber cómo fue esto?
No saben los chorros de leche que solté escribiendo. Pedro y Matías fueron un episodio muy pero muuuy morboso en mi vida y que sin duda disfruto mucho de recordar y cada cierto tiempo procuro dedicarles una. Espero que les guste para contarles en una segunda parte cómo pasó todo. Si les gustó mi experiencia me pueden seguir en mi cuenta de x @chilesuitboy , estoy abierto a la idea de contar o mostrar otras cosas por ahí. Por ahora solo le doy rt a contenido que me recuerda a las experiencias que he vivido.
Saludos amigos morbosos

¿Te gustó el relato?

¡Haz clic en una estrella para puntuarlo!

Promedio de puntuación 4.1 / 5. Recuento de votos: 138

Hasta ahora, ¡no hay votos!. Sé el primero en puntuar este contenido.

/ 🇨🇱 Chile / 🌈 Gay /
💬 Escribe un comentario

11 Comentarios

  • Anónimo
    agosto 18, 2025 a las 10:16 pm

    Necesito la siguiente Parte ahoraaaa

    • Pipepasivo
      agosto 19, 2025 a las 11:00 am

      Segunda parteee por favooor necesito acabar 😈🥵

    • Anónimo
      agosto 19, 2025 a las 1:28 pm

      Nunca contaste como paso todo necesito las otras partes

  • Anónimo
    agosto 18, 2025 a las 10:30 pm

    Quede tan caliente que necesito leer la otra parte ya jeje

  • Anónimo
    agosto 18, 2025 a las 10:34 pm

    Si siguiente parte por favor, necesito sabes cómo recibiste esos lechazos..

  • Anónimo
    agosto 19, 2025 a las 1:12 am

    Siguiente parte yaa

  • Anónimo
    agosto 20, 2025 a las 2:52 pm

    Cuenta lo que pasó con el papá de tu amiga

  • Ariel34
    agosto 20, 2025 a las 7:15 pm

    Uuuufff necesito saber como pasó todo jejeje sigue contando porfi

  • Anónimo
    agosto 20, 2025 a las 7:34 pm

    Pero cómo lo dejai así aaaa dónde está la parte 2

  • Anónimo
    agosto 23, 2025 a las 7:04 pm

    Peroooooooooo… Me dejaste con la Tula en la mano. Cuenta más por favor

  • Perkoo
    septiembre 29, 2025 a las 12:26 am

    Ya po y la parte 2

💬 Deja tu comentario

×

Reportar Relato

SALTAR AVISO