Mi Tío, primera y única
Hola a todos, mi nombre es Camilo y tengo 25 años y a continuación les compartiré mi primera y única experiencia gay que nunca olvidare.
Era el mes de Octubre del año 2007, yo tenía 18 años recién cumplidos, vivía con mis padres ya que estaba preparando la PSU y a mi casa llegaba a vivir por un tiempo un tío lejano que recientemente se había separado de su mujer y no tenia donde vivir. Mi tío es un hombre varonil de 45 años, alto (1.85mts), buena pinta y con buen estado físico.
En la casa vivíamos mis padres, mi hermana y yo, y al tío lo mandaron a dormir en mi pieza ya que no había mas espacio. El era súper buena onda conmigo, veíamos el futbol y nos tomábamos sus cervezas de vez en cuando. Un día mis viejos tenían una comida fuera de la casa todo el día y mi hermana estaba en la casa de unas amigas. Yo me levantada como a las 12 todos los días y ese día no fue la excepción, si que me levante y me bañe y después me voy con la toalla a mi pieza a vestirme. Cuando llego a mi pieza veo la puerta semi-cerrada pero desde ahí podía ver a mi tío, que estaba totalmente desnudo parado viendo la tele mientras se masajeaba la verga, yo me quede mirando y me di cuenta que la tenia mas grande que yo, no mas larga pero si mas gruesa con unas bolas bien grandes, debo haber hecho algún ruido porque abrió la puerta de sopetón y me dijo: “Ah sorry Cami, pasa nomás”. Entre a la pieza medio confundido sin decir nada, cuando mi tío me dice “Sabes Cami ando mas caliente que la chucha” a lo que yo le respondí “Así se ve jaja” pero mirando de reojo. Entonces el me dice “¿Te gusta lo que vez?” mientras seguía masajeando su pico duro, y yo le digo “Puta Tío yo no soy de esos” a lo que el responde “jaja yo tampoco… pero como vas a saber si no lo has probado”, y se empezó a acercar a mi con su pico parado, mordiéndose el labio inferior hasta que esta al lado mío y yo le digo “si es verdad tío, a mi me gustan las minas” cuando ya estaba al frente mío viene y me dice “¿Estas seguro?” para posteriormente acercarse a mi y plantarme el manos beso, yo trate de resistirme pero ya me tenia contra la muralla, no se que paso pero me entregue nomás y lo empecé a besar y a sentir su cuerpo contra el mío, el empezó a palpar mi pico por sobre la toalla y me dice “ viste, algo te gusta” porque yo estaba duro a mas no poder y con el corazón a mil, nunca me había pasado eso, ni siquiera andaba mirando hombres, pero simplemente me entregue.
Nos seguimos besando y el me dice “yapo Cami agarrame el pico”, lo cual yo empiezo a hacer y a pajearlo lentamente mientras me besaba la boca, el cuello y mis tetillas. Yo estaba a mil y el me dijo “tranquilo Cami, pasémoslo bien no te preocupes”, “¿te gusta mi pico verdad? Baja a darle un besito, mira que no muerde”. Me puse de rodillas frente a el y su magnifico pico que empezaba a rozar mis labios y me encanto, empecé de a poco a chuparle la cabeza y luego le pasaba la lengua por los bordes, pero el quería que le diera una buena chupada y me iba guiando y decía “yo te voy a entrenar a chuparlo como dios manda” y me daba ordenes mientras me agarraba la cabeza para que tratara de meterlo todo dentro de mi boca, estaba extasiado, no podía creer lo que estaba haciendo pero no podía parar de chupar, luego de un rato empecé a saborear el liquido preseminal saladito que le salía de la punta del pico, mi tío gozaba y me decía “que rico que me lo chupas, sigue, sigue, sigue así”, Lugo se agarro la punta de la verga y se la subió hasta el ombligo para que sus grandes cocos quedaran balanceándose encima de mi cara y me decía “Dale, anda chúpame los cocos sobrino, te va a gustar” si que bien obediente me los eche a la boca y chupe uno a uno sus grandes y pesados cocos, luego de eso me dice “Párate vamos a la cama” y me agarra de mi pico parado y me lleva hasta mi cama donde el se sienta y hace que me siente de frente a el, con mis piernas abiertas sobre las suya y así nuestros dos picos se tocaban mientras el los pajeaba simultáneamente, luego me dice “me vas a dejar que te lo meta en tu culito virgen” a lo que yo le pregunte si dolía mucho y el me dijo “no te preocupes con paciencia todo entra, aparte tengo algo para hacerlo mas fácil”, yo estaba nervioso igual pero el me calmaba y me besaba, entonces se paro y fue a buscar algo en su bolso, volvió y era un lubricante y me dijo “haber, ponte en cuatro acá en la cama” y posteriormente me empezó a chupar la raja, yo estaba en el cielo, pasaba su lengua por toda mi raja y se concentraba en mi anito recién lavado, estuvo así un buen rato y me decía “así para que se suelte un poquito, que rica rajas que tienes sobrino… apuesto que se la va a comer todita”. Luego se echo lubricante en un dedo y empezó a meterlo dentro de a poco, yo ya me estremecía y el seguía en lo suyo, luego metió dos dedos y siempre me preguntaba como iba, sus dos dedos se transformaron en tres y ahí mantuvo un rato, me dolía un poco pero mas que nada era una molestia porque el se había tomado su tiempo.
Me agarra y me da vuelta dándome un beso y dejándome de espalda acostado y poniéndose el de frente encima mío, luego el se sentó en mi pecho y me dijo “anda, pégame una chupadita para levantarlo un poquito que quiero ponértela bien dura” se lo chupe hasta que estuvo bien duro con la cabeza colorada e hinchada y las venas marcadas a lo largo de su herramienta. Entonces se echo para atrás y puso mis piernas en alto sobre sus hombros y se echo lubricante el la punta y a lo largo de todo su pico, empezó a jugar con la cabeza del pico en la entrada de mi ano como que lo ponía y sacaba, primero metió la gruesa cabeza y a mi me dolía y le pedí que parara, a lo que el respondió “tranquilito mi niño, tienes que aguantar un poco… mira haz fuerza como para tirarte un peo eso ayuda a que entre mas fácil” y soltó mis piernas para que le rodeara la cintura, se acerco a mi y me empezó a besar mientras se iba hundiendo lentamente dentro mió su exquisito pico, a mi me dolía un poco pero como tenia harto lubricante no había roce brusco y así siguió un rato hasta que de un golpe lo metió todo y me tapo la boca con un beso y lo mantuvo ahí un buen rato para que me dilatara bien, después de un rato comenzó un vaivén lento y profundo, lo metía y lo sacaba, lo metía y lo sacaba y me decía “que rico te entra sobrino, encontré una mina de oro” yo al principio sentía ganas de ir al baño mientras me entraba pero con el paso del rato y mientras aceleraba sus movimiento se me fue pasando y me entregue al placer. El me siguió bombeando un buen rato cambiando mis piernas de posición, cuando me tenia patitas al hombro fue cuando mas rápido me culeaba, me encantaba tenerlo encima mió y ver su cara transpirada de placer mientras me daba duro, el meneo era cada vez mas rápido y podía sentir sus cocos chocando con mi culo, de repente se detuvo un rato para seguir después mas suavemente mientras me besaba la boca, levanto su brazo y me dijo que le chupara las axilas, a lo cual accedí y me encanto sentir lo salado de su cuerpo, después me dijo que me diera vuelta para hacerlo de lado. De lado empezó despacio con movimientos firme mientras me agarraba el pico y los cocos con fuerza y me lo metía con un ritmo exquisito, yo le dije “no me pajee tío que me voy cortina” a lo que el acelero el mete y saca, yo estiraba mi mano y le sobajeaba los cocos y podía palpar como entraba toda dentro mío y sentía como su respiración en mi nuca se aceleraba, el empezó a pajearme rápido hasta que acabe en chorros como nunca antes, la sensación fue genial como que tiritaba de placer, no paraba de tirar semen, era como estar acumulado un mes (yo tenia relaciones con mujeres desde los 16) el me dice “Eso, eso comételo todo sobrino” mientras esparcía mi semen con su mano por mi vientre, yo estaba listo entregado y seguía y seguía hasta que me dijo “te voy a llenar el culo de leche… ¿quieres mi leche? Anda, pídeme que te llene el culo de leche” acelero y acelero y pego un grito a mi oído de placer absoluto y yo sentí como se iba dentro mío , sentía que me llenaba de semen la raja, estábamos los dos cansados y transpirados el se quedo abrazado a mi hasta que saliera solita su pichula de mi hoyo. Paso un rato y nos calmamos, y el me dice “ahora a terminar la pega, límpiamela la leche del pico como te enseñe antes” yo ni lo pensé y baje hasta su ya flácido pico y comencé a chupárselo, sentí el sabor al semen, que no me gusto mucho, pero igual seguí chupando y se lo deje limpiecito.
Luego de eso el me levanto de ahí y me dio un beso y me dice “ya sobrino anda a lavarte ahora… ah y que no se te olvide que este es solo nuestro secreto”.
Después de haber estado con mi tío todo cambio, empecé a ver videos pornos gay y me calentaba un montón y me pajeaba acordándome de ese momento que tuvimos, pero tome una decisión, de que eso quedaría en el pasado y que de ahí en adelante estaría solo con mujeres (que me gustan un montón también), pero los recuerdos de ese día siempre vuelven y ponen duro al toque, es por eso que aproveche de escribir el relato por primera vez y compartirlo con ustedes cosa que nunca había hecho. Ahora estoy obsesionado con los hombres maduros y espero algún día poder volver a vivir un encuentro similar. Espero les guste. Saludos!
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Este relato fue rescatado desde una pagina que ya no existe. Por su calidad creemos que merece ser compartido nuevamente en KYUNIX.
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1 Comentario
Anónimo
agosto 23, 2025 a las 1:25 amLo del peo es un buen dato pa primerizos ajsjajs