Mi primer encuentro en el liceo

Ésta historia fue en mi época de liceano, en el último año. Yo estudiaba en un liceo emblemático de Santiago y me iba bastante bien en Lenguaje. Estaba en el electivo y la profe nos mandó a hacer un trabajo (un ensayo) y ella me obligó a estar con un compañero más porro para ayudarlo a subir sus notas. A este le llamaremos Diego.

Diego no quería trabajar y yo comencé a obligarlo. Así pasó una semana. Ya en la próxima clase, le dije que si o si nos debíamos quedar a trabajar y él propuso a ir a su casa, para estar más tranquilos. Él vivía cerca del liceo, en Providencia. Su mamá trabajaba hasta tarde y estaba solo.

Fuimos a su casa, eran los primeros días de Otoño, así que aún hacía mucho calor.
Yo estaba sacando los cuadernos y viendo el tema que nos asignaron y él me ofrece jugo y prender el ventilador, a lo que accedí sin mirarlo siquiera.

Luego, cuando vuelve con el jugo, me dice si se podía sacar la polera, yo dije que me daba lo mismo. Cuando se la saca, lo miro bien y el wn estaba muy rico. Tenía músculos marcados, el abdomen plano y era bastante guapo. Andaba con un buzo que le marcaba bien su paquete.
Me puse nervioso y creo que se dió cuenta.

Diego: deberías sacarte la polera también.

Yo me negué y comenzó a forcejear conmigo para sacarme la polera.

Cuando me la sacó, me tumba en el sillón y me da un beso.
Yo estaba muy nervioso pero eso me calentó mucho. Y él se dió cuenta al sentir mi pene erecto y bien caliente.

Diego: yo estaba jugando, pero parece que te calentó la idea.

Yo: chucha wn! Disculpa no pensé que me pasaría algo.( En eso vuelve a darme otro beso, pero ahora agarrandome el pico)

Diego: lo tení durito! Me dejaríai jugar con él?

Yo: hazlo si te atreví!

Me baja el pantalón y me saca el pene, tomándolo con una mano mientras seguía besandome.
Fue bajando con besos en el cuello, lo cual me soltó algunos gemidos y luego bajó a mis tetillas, abdomen y por último, ya en la pelvis. Comienza a morderme suavemente el pico. Eso me calentó caleta. Lo miré y le dije que me lo chupara.

Se lo metió a la boca y comenzó a succionar. Era la primera vez que un hombre me lo hacía, y estuvo muy rico.

Sacaba el pene y lo mojaba con la lengua, luego lo metía hasta el fondo hasta hacer unas pequeñas arcadas, lo sacaba y se golpeaba la cara con mi Tula.

Estuvimos así unos 20 mins. Yo estaba gimiendo como loco pero él no sabía que yo era eyaculador tardío ( me demoro más que la chucha en acabar).

Diego: aún no quieres acabar? Acaso no te gusta?

Yo le expliqué y parece que le calentó mucho la idea. Se me acerca a darme un beso nuevamente y me dice al oído que entonces va a aprovechar que le muestre cuánto puedo aguantar antes de acabar.

Nos paramos en medio de un beso y el se saca el buzo y se pone en cuatro en el sillón. Yo me acerco ( cómo había visto en las pornos) y comienzo a comerle el culo.
Pasé la lengua por alrededor del culito y luego con ella fui presionando para ir dilatando. Movía mi lengua para mojar bien su culo. Él mientras gemía y decía que quería que hiciera. En un momento, en medio de un gemido me toma la cabeza y me la hunde mientras yo le dilataba el culo con mi lengua. La tensé y comencé a entrar cada vez más en su culo.

Diego: me tení todo mojado, por qué no me lo metí ahora! (Me pasa un condón que ni siquiera sé de dónde sacó).

Me puse el condón, me escupí la mano y me mojé el pico. Comencé a puntear lentamente sintiendo como en cada punteo entraba cada vez más. Diego se abrió el culo con las manos y me dice que lo meta entero. No soy muy dotado pero tengo un pene grueso de 18 Cms. Se lo metí y sentí muy mojado y caliente dentro. Ambos soltamos un gemido.

Comienzo a ir cada vez más rápido, y en cada embestida tomaba su cadera y la traccionaba hacia mi. Me pidió que lo nalgueara, lo hice y soltó un rico gemido. Estuvimos unos 10 mins dando duro en esa posición.

Luego empezamos a cambiar. Me dijo que me sentará y el comenzó a cabalgar encima mío. Yo le tomaba las nalgas y las azotaba en mi pelvis. Me abrazó mientras yo le daba duro en esa posición y me besó el cuello. Yo estaba muy caliente en ese momento y sentí que iba a acabar.

Me pidió que no acabara aún. Porque estaba muy rico. Queríamos ambos disfrutar un poco más.

Le dije que si podíamos ir a su cama para probar algo. Bajó de la posición y fuimos a su pieza mientras tomábamos un trago de jugo. Nuestros cuerpos, ya desnudos, sudados y con el pico duro.

Llegamos a su cama y lo tumbé boca arriba y comencé a darle besos. Muchos besos. Bajé a su pecho, bien marcado, y comencé a lamer sus tetillas y a jugar con ellas. Luego le posicionó sus piernas a mis hombros y comienzo a entrar mi pico en su rico culo. Y a darle en esa posición. Sonaba muy mojado y se sentía delicioso. Entraba y salía cada vez más rápido. Y trataba de embestir un poco más fuerte y adentro. Diego me presionaba con sus piernas en la espalda ( cuando bajó las piernas de los hombros y las puso en la cintura) y me pedía entre gemidos que le diera más duro. Cuando estaba a punto de acabar me dice que espere y que si podía echarle el semen dentro sin condón. En la calentura me lo saqué y lo metí sin nada. Se sentía aún más rico y mojado. Él comenzó a pajearse mientras yo le embestía con fuerza y luego de unos 10 mins, acabé dentro de él con unos 5 a 6 disparos. Gemí super fuerte y eso al parecer le calentó y aumentó el ritmo de su masturbación. Me dijo que no lo sacara y que siguiera embistiendo, yo lo hice. Y acabó en un chorro abundante que le manchó el mentón y el pecho. Yo sentía como me apretaba con el culo y eso me calentó caleta (fue la primera vez que alguien lo hacía).

Me agarra la cabeza y me da un beso y luego me dice si puedo sacarle la leche con la lengua. Pasé desde el mentón hasta el ombligo tomando los restos de su eyaculación y luego me besó nuevamente. Fue al baño mientras yo me acostaba un rato en su cama exhausto.

Repetimos eso durante todo el año. Fue la primera de muchas veces. Y el trabajo lo terminé y le dije a la profe que yo podía seguir haciendo trabajos con Diego para ayudarlo a subir su promedio. Ella accedió y así, varias veces nos sacamos las ganas.