Un seguidor inesperado

Soy un chico tímido de 18 años, delgado de tez blanca y ojos café, he sido gay desde que tengo memoria, siempre me han gustado los chicos y sin darme cuenta me transformé en un femboy, no soy loca ni nada solo mi contextura es más de una chica que de un chico. Estoy en mi primer año de universidad y ha sido increíble la cantidad de chicos guapos que he conocido, los veo pasar pero no me atrevo a hablar con ninguno de ellos, creo que he perdido muchas oportunidades por esto.

Hace un tiempo decidí que tenía que hacer algo y le di rienda suelta a una fantasía que tenía, me creé un perfil de Instagram y cree un alter ego, me puse una máscara y me transformé en un femboy, me armé de valor y agregué a ex compañeros del colegio, chicos de la universidad, amigos y conocidos. Nadie sabía quién era y fue excitante saber que veían mis historias y les daban me gusta aquellos machos full heteros que se comían a todas las amigas del colegio, y ahora me estaban dando me gusta y me decían que me veía rico así.

Estaba viendo mis historias cuando lo vi a él, mi amor platónico del colegio, me gustaba desde los 14 años cuando lo conocí, hermoso, buen cuerpo, simpático, una sonrisa que enamoraba, él apenas supo de mi existencia pero yo lo veía todos los días, él era hetero y tenía polola, soñaba con tenerlo, sabía que tenía buen cuerpo por que lo veía en ed física y sabía que era dotado por que más de una vez vi como la polola se lo agarraba y se le marcaba todo. Él había visto todas mis historias y le había dado me gusta a todas, sentía que la calentura recorría todo mi cuerpo y ahí llegó un mensaje de él, “me encanta tu culo se ve tan rico”, no lo podía creer, no sabía cómo responder y le dije “pues si quieres es tuyo, debes tener algo bueno para comértelo eso si”, e inesperadamente llegó la foto que tanto había querido ver desnudo, su pene duro, grueso, bonito, su cuerpo marcado y exquisito, “vaya que si tienes con que darle a mi culito” “te quiero culiar, siempre he querido darle a un culo como el tuyo” respondió él, “cuando quieras” le dije yo, “mañana estoy solo todo el día, ven y te hago mío”, mi cuerpo temblaba de la emoción, me envió su dirección y me dijo te espero a las 12 por qué voy a disfrutarte todo el día. Nunca había hecho algo así y menos con alguien que había deseado toda mi vida, no dormí en toda la noche pensando, imaginando que lo tendría por fin.

Me fui a su casa, momentos antes de llegar me puse un polerón con capucha, me puse la máscara y toqué el timbre, él salió, andaba con buzo y se le marcaba todo. Me hizo pasar, se notaba que estaba muy nervioso, “es primera vez que hago esto, soy hetero pero no me quito las ganas de comerte”, yo estaba en las nubes, “también es mi primera vez haciendo algo como esto, solo te pido que no me pidas ni intentes sacar la máscara” “me excita el misterio”, luego de que dijera eso solo sentí sus manos y con fuerza me volteo, me agarró del cuello y me apretó contra él, sentí ese pene grueso en mi culo, solo comencé a moverme y sentí como se le iba parando, con una mano me tenía del cuello y con la otra me apretaba fuerte para sentirlo más, me soltó, me miró y solo atiné a mirar ese bulto, me agaché, le bajé el pantalón, el boxer a penas lo mantenía cubierto, estaba a full, le bajé el boxer y se soltó ese pene maravilloso, grande y grueso, lo miré, lo tomé con mis manos y comencé a masturbarlo, estaba tan caliente, me lo metí a la boca y comencé a mamárselo, apenas entraba pero lo estaba disfrutando, tantos años soñando con esto y ahí estaba disfrutándolo, lo miré a la cara y el estaba en éxtasis, le tomé la mano y la puse en mi cabeza y él solo me agarró y me empezó a follar la boca, no daba más de la calentura, era un sueño, sin aviso sacó su pene de mi boca y me tiró toda la leche en la cara, estaba calentita, se la volví a agarrar, la metí en la boca y sentí como salían los últimos chorros de semen, él se retorció cuando lo hice y volvió a tirar más semen, estaba exquisito, calentito, rico sabor, me miró “nunca me la habían chupado así, me mataste”. Estábamos en el living de su casa, se tiró al sillón, yo me tiré al lado de él, me limpié con un papel que él me dio, me puse en su pecho, él me abrazó y empecé a masturbarlo, se le puso duro nuevamente y me dijo “ahora quiero acabar en tu culo”, me desnudé, él me acarició todo el cuerpo, me masturbó (nunca me lo esperé, pero estuvo riquísimo), me agarró las nalgas, me separó los cachetitos y me dice “me encanta tu culito lo quiero hacer mío” se acomodó su pene, y me penetró lentamente, como si supiera lo que estaba haciendo, no sentí dolor ni nada solo placer, sentir ese pene entrando dentro mío, me agarró de la cintura y me comenzó a embestir con furia, me nalgueó, sudamos, no podía aguantar los gemidos, él me decía así gime así putita pídeme que te de más, estábamos en el cielo disfrutando, no me di cuenta como acabé chorreando su piso y él me llenó el culo de lechita, sentía su semen caliente como me chorreaba del culo, el olor a sexo estaba impregnado en el living, semen en el piso, nuestra ropa tirada por todos lados, lo miré ahí tirado en en el sillón sonriente con el pene dormido de placer y cansancio, fui la perra de mi amor platónico y él no lo supo, me folló el amor de mi adolescencia y fue lo mejor.

Por Vito Rose