Mi intento fallido de perder la virginidad
Nunca fuimos amigos en verdad, nos conocíamos por vínculos con terceras personas que rodeaban nuestras vidas, pero por x motivos nos quedamos solos, no recuerdo que llevo a ello, pero agradezco esa seguidilla de eventos. Tenia unos 18 años, el tiempo es confuso con el correr de los años. Era un joven delgado, un poco nerd, me costaba sentirme atractivo, todo me daba un poco de nervio y sentía que todo ser humano me gustaba, quería interactuar con todo el mundo, pero con ciertas personas quería interactuar en intimidad. Él era un año mayor que yo, pero igual de inocente que yo en ese entonces, era mas alto que yo, mas tierno que yo, mas sociable que yo, algo tenia que me atraía, y el no saber nada de él me atraía aún más.
Yo medía 1,78 el al menos 1,85, ambos piel clara y cabellos latinos, estábamos recostados sobre mi cama, mis padres no estaban y teníamos toda la tarde para pasarla juntos… durante al menos una hora hablamos de cosas de la vida, de lo que nos gustaba, quien nos gustaba, si habíamos tenido sexo, que se sentía y de pronto estábamos jugando a las peleas, uno sobre el otro, una forma de tocarnos sin miedo al patriarcado, reconocer nuestros cuerpos, querernos, en voluntad sin culpa. Entremedio de ese juego, el dice una frase que me invito a explorarlo completo,
“Detente que se me para si sigues haciendo eso….”
Mi curiosidad sin libido quiso comprobarlo, le tome el paquete por sobre el pantalón y efectivamente la tenia erecta, era mi primera vez de tener intimidad con otro hombre sin miedo a ser descubierto por alguien, porque las anteriores siempre habían sido en baños, pasillos, al final de la sala, nunca sin nadie, en una cama, con tranquilidad.
No dijo nada cuando se la toque, se dejo manosear, mantuve mi mano un tiempo indeterminado, recorriendo su pene sobre la ropa, no sabia si se iba a enojar o si es que quería, pero se dejaba, así que me anime a meter la mano bajo el pantalón, pero sobre la ropa interior. Tenía unos calzoncillos blancos, podía sentir todo su pene, sus testículos, su leve curvatura a la derecha. Se reía nerviosamente mientras lo seguía tocando. Era lo exploratorio, por primera vez me lo podía tomar con colma, lo podía disfrutar, estaba dispuesto a que fuera mi primera vez.
De pronto se gira y nos quedamos viendo frente a frente, a los ojos, el toco mi paquete que también estaba erecto y nos empezamos a tocar mientras nos mirábamos… se acerca a mis labios y quedamos rozándonos, labio con labio, sentía que todo sucedía en cámara lenta, hasta que me tomo del cuello y me acerco mas, me abrazo fuerte y me beso, su cara era suave y afeitada, era lampiño, así que era muy suave.
Me pregunta si quiero experimentar mas para probar que se siente, a lo que asiento con la cabeza y nos desvestimos y nos volvimos a besar apasionadamente, le pregunte si había tenido algo con un hombre y me respondió que no, yo respondí que tampoco por inercia, pero yo estaba mintiendo.
Lo masturbe mucho tiempo, me sentía nervioso, quería disfrutar la experiencia, nos besamos y masturbamos mutuamente, le tocaba el pecho, le agarraba los cachetes, buscaba donde estaba su orificio para poder metérselo, quería hacer todo, pero el solo me masturbaba y besaba. Yo quería ir por más, así que le practique sexo oral, recorrí todo ese pene de punta a base, era todo nuevo, todo adrenalínico. Le lamí su zona perianal, y el estaba dispuesto a todo, así que procedí a intentar penetrarlo, pero no podía, nadie me había enseñado que había que lubricar la zona, que hay que ir con cuidado, yo solo quería meterlo, meterlo por primera vez, con alguien que por primera vez selo iban a meter, solo logré meter la punta. En parte igual tuve miedo, no sabía que tenía que lubricar, pero si sabía que tenia que usar condón y no tenía condón en ese momento.
Mientras lo punteaba aprovechaba de masturbarlo y el gemía de placer, ahora con mas experiencia descubrí que mi pene era un poco mas grande de lo normal, unos 18cm, por lo que quizás eso era lo que no me permitía penetrarlo. Finalmente solo nos rozamos, por mucho tiempo, al menos una hora besándonos, recorriéndonos, disfrutando el contacto de nuestros penes, frotándolos uno al otro, estaba muy excitado con la situación, él también. No eyaculamos, nunca supe en que momento eyacular, no sabía si eso estaba permitido en esta exploración o solo podíamos tocarnos.
Por la ventana se veía que el sol ya se ocultaba y tenía que irse, le pregunte si le había gustado, me dijo que si, que era parecido a tener sexo con una mujer, hoy en día me doy cuenta que en verdad el tampoco había tenido sexo con una mujer, porque yo después tuve sexo con una y no es lo mismo. Intentamos coordinar otra vez pero finalmente nunca se concretó y después no nos volvimos a ver. Pero aún recuerdo esas imágenes en mi cabeza, de mi no primera vez.
1 Comentario
Cristián
octubre 14, 2025 a las 9:22 pmQue hermoso relato…. me recordó al mío…. mi adolescencia….mi amigo… mi buen amigo. Lo que pudo ser y la época no dejó ser.
Excelente…. lleno de morbosidad… exquisito!!!!