El secreto peor guardado – Parte I

Empezare por presentarme y describir a los personajes de esta historia, me llamó Esteban tengo 24 años y tenía una relación de ya hace 3 años con ahora mi ex quien llamaremos Lucho de mi misma edad, desde que conocí a lucho me hice muy amigo de dos de sus amigos, Carlos y Juan todo esto comenzó hace un año con Juan

Yo en lo personal no me considero atractivo pero tengo algo que aún no entiendo que llama, soy bajo 1.65 y de contextura normal ni muy definido ni muy pasado, en cambio Juan es un chico alto cerca del 1.90 hetero, de físico definido, un año menor y mejor amigo de mi pololo en ese entonces

Siempre fue una amistad normal, tomábamos, carreteabamos y fumabamos, Juan tenía su polola la cual no compartía con nosotros ya que nuestro ambiente era más de salir a tomar en plazas o esquinas

Todo comenzó hace un año llevábamos mucho tiempo conociéndonos con los chicos y mi pololo, éramos un grupo bastante unido y nunca se me pasó por la cabeza que algo podría pasar con uno de ellos. Un día en partícular tuve una discusión bastante acalorada con mi pololo y al rededor de las 3am con algo de alcohol en el cuerpo decido irme a mi casa la cual quedaba al otro lado de la ciudad y mi pololo se fue enojado a su casa sin despedirse de nadie, quedando solo juan y yo en la plaza, yo entre llanto y rabia le digo a juan que se vaya qué caminaria para mi casa pero el me detiene y me dice que su mamá no estaba hoy y si quería me quede con el, si bien nos conocíamos harto tiempo nunca había entrado a su casa pero acepte ya que caminar a esa hora era bien arriesgado

Llegamos a su casa y subimos a su pieza enseguida la cual tenía una cama de 1 plaza y media, ni tan pequeña pero suficiente para que entremos los dos, el me comenta que nunca había invitado a nadie por lo mismo pero que no me podía dejar ahí así en la calle, nos sacamos la ropa ya que había llovido un poco y quedamos solo en bóxer y polera ambos, sin mucha comunicación ya que yo estaba sollozando aun por lo anterior sucedido, me acuesto he instintivamente quedo mirando hacia la pared para no incomodarlo pero las cosas comenzaron a tomar otro tono casi inmediatamente, el sentir su cuerpo grande chocando con el mio hicieron que tenga una ereccion pero intente ocultarlo, de pronto siento como Juan con la excusa de que no esta acostumbrado a dormir de ese lado me pide cambiar de lugar pero yo con la ereccion muy evidente trate de pasar desapercibido pero no lo logre, cuando pase por encima de él para cambiar el puesto, me queda mirando fijo mi bóxer y yo solo atiné a pedir disculpas, pero mi sorpresa fue que cuando me acomodo juan me toma fuertemente y sin decir nada comienza a besarme, eran besos con mucho calentura, muy brusco y salvaje, como si estuvieras haciendo algo que llevabas tiempo con ganas de hacerlo, lentamente comencé a bajar a su bóxer y me encuentro con una gran sorpresa, 21 cms totalmente duros, me daba miedo porque tenía muy poca experiencia de pasivo, cuando paramos de besarnos un segundo me pregunta si puedo chuparsela a lo que yo respondí bajando inmediatamente a ese pené duro, así estuvimos al rededor de 5 min hasta que me sube nuevamente besándome pero esta vez tomo un lubricante de su cajón y comenzó a preparame el ano con sus dedos mientras nos besabamos como si se fuera a acabar el mundo, nos tiramos en la cama y con su pené bien lubricando y yo ya algo dilatado comienzo a intentar meterlo era un dolor inmenso pero la calentura fue tanta que ese dolor luego se convirtió en placer, sentía que con sus brazos cubría todo mi cuerpo y su cadera cada vez embestia con más fuerza, hasta que en un momento sentí toda esa leche caliente dentro de mi, fue tan excitante que mientras se corrí comenzó a pajearme y no demore ni dos minutos en correrme sobre su pecho.

Ya agotados luego de eso, comencé a procesar todo lo que había pasado, el tenía polola y yo tenia pololo, y mi unico pensamiento que paso por mi cabeza fue – Juan las cagamos- el solo me miró serio y me respondo qué si pero que había sido lo más rico que había tenido en tiempo, y me volvió a besar haciendo que esa culpa se vuelva nuevamente en placer, quedandonos dormidos abrazados y desnudos en su cama

Al Siguiente día me fui muy temprano, acordamos no decir nada y que supuestamente no se volvería a repetir ya que yo seguía con mi pololo y el tenía su polola todo siguió yendo de buena manera hasta dos semanas después en el cumpleaños de su polola…

Fin de esta parte