El virgen sumiso – Parte I

Yo apenas tenia 18 y esté muchacho igual, tenia apenas unos meses menos que yo, nos conocimos por un juego y dio la casualidad qué el era de mi misma ciudad aunque de un sector bastante lejano, el era flaco, alto, muy blanco y musculosito, cuestión qué nos hablabamos solo para jugar y así, hasta qué me empezó a gustar por su voz en el mic del juego y me tiré nomás…le dije que era gay y qué el me parecia bonito y ws….y él pues no sabia qué era ni nada aún, pero me dijo que me haría casó en todo porqué el no tenia nada de experiencia y además le gustaba el porno de sumicion jsjsjs lo pille un poco extraño pero comencé a darle algunas ordenes y el las cumplia de inmediato…algunas fotos…y tal…ambos ibamos en 4to medio asi que fui mas osado y comencé a darle ordenes mientras él estaba en el liceo y las cumplia igual… terminé viendo todo su cuerpo y era exquisito, su pene tenia el prepucio un poco más largo de lo usual y además era bastante lampiño y blanco…pero tenia unos testículos muy grandes y además se notaba que era virgen… incluso le pregunté y me dijo qué sí, que era virgen y qué incluso aún no daba su primer beso y eso me calentó mucho…yo ya era muy morboso y total qué…nos juntamos después de clases un dia y fuimos a un parque, el me dijo que le gustaba imaginar que yo era una chica porque no le gustaban los chicos y en vdd me daba igual, pues siempre fui muy femenino…total qué nos besamos y senti como su pene se ponia durisimo…el besaba muy mal y fui enseñandole de a poco, termine comiendole toda la boquita y el estaba a mil de caliente, comenzé a tratarlo de forma dominante de a poco diciendole «que buen sumiso eres» y ws y el solo me decia «si mi ama» y ya su pantalon no resistia más su erección…le tomé la mano, le baje el un poco el poleron para que le tapara la erección y lo llevé a un cerrito cercano con lugares muy piolas, el me dijo que me amaba y que si queria pololiar con el mientras caminabamos y yo me reí un poco y le dije qué bueno, pero que primero debia demostrarme qué tan obediente iba a serme