Ave María Purísima

No sé como llegué a este sitio y tampoco sé como empezar mi relato, hasta tengo un poco de nervios de hacerlo (son bastante mala leche los cabros por acá).

Voy a dar un montón de descripciones y detalles, en parte para crear un ambiente ameno y puedan disfrutar de mi historia y por otro lado porque me gustan los detalles.
Me llamo Vicente, tengo 18 años, pelo castaño hasta más o menos la mitad del cuello, ojos de color grisáceo, piel tostada, una altura de 185cm y una contextura delgada normal. Vivo en Las Condes, crecí en una familia más católica que el Papa y hasta hace unos meses atrás me sentía sumamente identificado con esta religión, mi educación seglar fue en el Colegio del Verbo Divino, por lo que mi “fé” se veía acrecentada día a día, admiraba profundamente a los curitas y monjitas por mantener una vida tan retirada de las cosas banales, porque yo personalmente siempre soñé en formar una familia… con la Elisa, mi ex polola, tener 5 hijos dos de ellos hombres y tres niñas, incluso tenía pensado los nombres de cada uno.

Fue para las vacaciones de invierno de este año que mi forma de ver las cosas cambio heavy. Con mi familia queríamos pasar tiempo juntos, así que en conjunto decidimos irnos por dos semanas a una parcela que tenemos en el sur, a unos 40 min de Temuco, así que empacamos nuestras cosas y nos fuimos pal’ sure.

Y ahí estaba él, Daniel hijo del cuidador de la parcela, un cabro de 19 años, una estatura que yo estimo debe ser de mínimo 178cm, su cuerpo a simple vista se veia trabajado, con una piel blanca, pelo negro y unos grandes ojos color café oscuro, nariz respingada y labios carnosos, un chico muy guapo pero lo que más llamó mi atención fue su… trasero el cual parecía dos hogazas de pan casero, era realmente wow! Lo saludé torpe pero amablemente y me presenté, el día concluyo con conversaciones tribales para romper el hielo, jugamos naipes, luego de un rato me invito a andar a caballo – Benditos caballos – y obviamente acepté, amo la equitación.

Al otro día me desperté bien temprano para ayudar a sacar leche a las vacas, después de eso me invito a tomar desayuno a la cabaña donde el vivía junto a su familia a unos 1000 metros de mi casa en el campo, conversamos como si nos conociéramos de toda la vida a pesar de que llevaban trabajando para nosotros hace un año, era gente realmente agradable la cual me sacó mil carcajadas, cuando acabamos de comer cumplió su promesa y fuimos a galopar por un largo sendero que llegaba hasta una laguna, amarramos los caballos y nos quedamos conversando un par de horas. Así transcurrió la primera semana y a esas alturas ya no paraba de pensar en él, en como un día como cualquier otro sin pudor alguno se bajó el cierre del pantalón, sacó su pene y comenzó a orinar frente a mi, recordar ese momento despertó la primera erección que un hombre provocaba en mi y no me di cuenta como empezaba a masturbarme sin dejar de recordar su niveo pene flácido y de glande rosado, no podía dejar de imaginar que se sentiría tocarlo y jugar con el o hasta que tamaño crecería su pilin.

No pasó mucho tiempo cuando ya tenía toda mi mano manchada con semen y mi conciencia por el suelo, esa noche lloré y lloré, llamé a mi polola y hablamos por horas (por su puesto no le conté lo que había pasado), por el insomnio que tenía prendí mi note y me puse a jugar Naruto Shippuden Ultimate Ninja Storm 3 Full Burst y al final antes de dormir me encomendé a Jesús pidiendo perdón por mi descarado y vergonzoso pensamiento. Al otro día no fui capaz de mirar a Daniel, lo ignoré por dos días seguidos hasta que no pude más y fuimos a dar uno de nuestros paseos diarios a caballo.

– Desperdiciaste dos hermosos días en el campo por ir a Temuco, que es más feo y aburrido que la chucha.
– Hahaha es que soy de Santiago poh’ tarde o temprano iba a extrañar el bullicio de la ciudad. Acaso me echaste de menos?
– Obvio si sacar leche a las vacas es una paja y tú me ayudas harto.
– Guajaja no sirvo para eso me dan asco las tetas de las vacas, lo único que hago es pisar mierda.
– Jajaja si pero me entreteniai’ con tus cosas.

La conversación continuó pero no lo pesque mucho, venía absorto en mis propios pensamientos hasta que unos minutos más tarde llegamos a esa preciada laguna de mi vida y mi huaso Daniel nuevamente se puso a orinar frente a mi.

– Yaaa poh! hueon de mierda por último anda a esos árbolitos.
– jajaja y que te enoja tanto que muestre mi pico delante tuyo o que me ponga a mear.
Y frente a esa pregunta me turbé y no supe que contestar a lo que él se acercaba de forma bastante insinuante.
– Qué acaso nunca has visto otro que no sea el tuyo?
No era eso había visto miles en los camarines del colegio, me ponía nervioso porque era su pene.
– eeeeh no es eso, es que…

Me debí haber puesto rojo como un tomate pero no aguante, cerré mis ojos y posé una de mis manos en su pene mientras que con la otra tocaba sus testículos y sin pensarlo dos veces le di un beso
que según yo fue feroz, cuando me di cuenta de lo que acababa de hacer salte a la cresta a punto de desmayarme y sólo atiné a decir – ooooh no sé que mierda me pasó, porfa no me pegues porque no se pelear, es que me deje llevar – corrí más rapido que Usain Bolt versión lanza chileno entre los árboles que nos rodeaban, pero me alcanzó y mientras esperaba el combo mas brigido de la vida me llegó un tierno y cálido beso, seguido por otro y por otro y luego otro, estuvimos así por unos cuantos minutos y mientras eso pasaba nuestras manos no dejaban de juguetear y explorar nuestros cuerpos, cuando los besos dejarón de expresar lo que sentíamos empezamos a quitarnos nuestras casacas y las pusimos en el suelo como un colchón improvisado nos acostamos ahí y continuamos con nuestra batalla de lenguas en la que ambos éramos ganadores, ya no daba más luego habría tiempo para arrepentirse. Me saque el sweater luego mi camisa y Daniel hizo lo mismo, me hubiese gustado saber si lo que él sentía en ese momento era parecido a lo que yo sentía, y es que los hombres seamos heteros o gays somos tan calientes, pero si yo estaba pasando a llevar todos mis ideales y valores inculcados desde que tengo uso de razón no era por calentura, el cabro me gustaba en serio.

A medida que pasaba el tiempo me volvía cada vez mas osado, baje por su abdomen sin detener los besos hasta llegar a sus oblicuos tan bien delineados, desabroche sus pantalones, bajé sus boxers y luego instantaneamente volví a tomar su ahora erecto pene y lo metí todo en mi boca, como si se tratara de un caramelo y es que jamás creí que tener un pene en la boca fuera algo tan delicioso, sentir como su placer dependía de mi era realmente adictivo, subi por su tronco, languetie su glande y volvi a bajar por el tronco de su pene hasta sus testículos mientras lo masturbaba, la verdad ya no me interesaba si el queria jugar con mi pene, sólo quería que me penetrara, queria sentir su calor y es que me gustó un montón dominarlo pero me gustó más aún estar sometido ante él, cuando el sexo oral ya no lo satisfacía se cumplio mi deseo, me tomo por la cintura, me puso a lo “cucharita” porque según el así no me dolería tanto y comenzó a introducir su apetitoso falo por mi trasero virgen e inexperto, dolió más que la cresta pero a esas alturas ya no importaba lo disfrutaba más que a nada en la vida. A medida que me acostumbraba a la ser penetrado el vaivén se volvía cada vez mas frenético mientras yo me masturbaba para que mi amiguito no se aburriera, estuvimos así por no más de 15 min hasta que ambos eyaculamos casi al unísono.

Nos vestimos rápido porque el frío ya nos empezaba a envolver sin embargo seguimos recostados un momento entre las hojas conversando la primera estupidez que se nos venía a la cabeza hasta que se puso a llover y debimos volver a casa.
Esa noche fue la peor de todas, no pude dormir, recé y recé una y otra vez, no sabia que hacer sin embargo al otro día con Daniel repetimos nuestro encuentro amoroso y así fue hasta que me volví a mi casa en Las Condes, triste por la partida y por mi homosexualidad a esas alturas latente.

Hoy en día ya no estoy con Elisa, terminamos nuestra relación de 2 años a penas llegué, le conté a mi familia sobre mi homosexualidad, las primeras semanas no lo aceptaron y los entiendo ¿Qué padres están preparados para una noticia como aquella? debería haber una educación a nivel nacional acerca de como los padres deberían llevar una situación como esa, gracias al cielo hasta hace un par de meses ya lo superaron y me quieren tal cual soy (mi familia completa), sigo creyendo en Dios, pienso que Jesús vino a la tierra con un mensaje de amor al prójimo sin importar su raza, nivel socio-economico, sexualidad, etc. Sobre Daniel hablamos esporádicamente por no decir jamás, solo sé que está pololiando y además dudo que vuelva a saber de él, en unas semanas más me iré a Hawaii de intercambio por 6 meses, él aún me gusta pero ambos decidimos caminos distintos y bueeeeeeeno ya llegará alguien.

Espero que mi relato no les haya parecido síutico y aburrido, ya que me costo ene hallar las palabras necesarias para contar este hecho de mi vida que solo los arbolitos del sur de Chile conocen.
Gracias por su atención y he léido en muchos relatos personas que no saben que son así que me atrevo a darles el siguiente consejo, la sexualidad es una construcción social, un dispositivo disciplinario del cuerpo y del sexo para su dominación. Descontruyamosla!

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