Iniciando la adultez con mi papá

Hola vengo a relatar una historia que igual puede generar controversia y que, por lo mismo, no me había atrevido a contar nunca, ni a mis amigos más cercanos, pero por el grupo me animé a relatarlo. Mi nombre es Diego y esto ocurrió un verano, yo venía saliendo del colegio y había quedado en una Universidad prestigiosa del país. Por lo que tenía que irme de mi pueblo, en el sur de Chile, a estudiar a Santiago.

Mis papás son separados desde que era cabro chico, cuando tenía como 10 años mi mamá se enteró que mi viejo la engañó con una loca mucho más joven. Quedó la caga`, mi mamá lo echó de la casa y se hizo cargo de la familia ella sola.

Mi papá en eso, se había mudado a otra ciudad y me invitó a su casa por mi cumpleaños 18, para comprarme un computador nuevo para la U y conversar donde podía vivir en Stgo. Feliz acepté, porque siempre había querido tener un pc propio (en ese entonces solo había el computador de la casa que compartimos con mis hermanos). Y también porque iba a pasar el cumpleaños con mi papá, celebrando que era mayor de edad.

Con mi viejo nos llevábamos bien, yo era el mayor de tres hermanos y me quería harto, pero era un pastel, era bueno para el carrete y se le iba la plata en eso. Por lo mismo igual mi mamá se aburrió. Sin embargo, era buena persona y chistoso. En ese entonces, mi papá tenía como unos 37 años, jugaba a la pelota y tenía buen forro, era mino para su edad, por lo que entiendo que una loca joven se lo hubiera agarrado.

Llegué a la ciudad un día antes de mi cumpleaños. El bus me dejó temprano en el terminal, como a las 9 AM. Mi papá me estaba esperando allí y nos fuimos al tiro para el centro. Pasamos todo el día viendo computadores por las tiendas, hasta que elegimos uno, y nos fuimos donde él vivía. Yo antes de eso, nunca lo había ido a ver, al menos no en esa ciudad, solo sabía que vivía allí.

Llegamos a su casa, muy acogedora en verdad, si bien era pequeña tenía dos pisos: arriba estaba el dormitorio y abajo todas las demás habitaciones. Cuando entré me inundó el olor a cigarro y a marihuana, pero para lo loco que era mi papá la casa estaba bien decente, si bien un poco desordenada, tenía todos sus muebles y comodidades.

Me mostró la casa, y me dijo que me pusiera cómodo, que íbamos a celebrar que sería mayor de edad. Habíamos comprado cositas ricas para comer y una bebida, en ese tiempo yo no tomaba ni nada, a diferencia de mis compañeros que se curaban raja cuando salíamos. En eso mi viejo me dice que se va a dar una ducha, que venía todo sopeado. Yo mientras me senté en el living a revisar el computador nuevo, estaba muy contento. Después de un rato, él sale del baño en pelota y con una toalla en la mano, preguntando qué tal andaba el pc. Lo hizo muy natural, mientras se seguía secando el cuerpo en el living y me conversaba del compu y los vendedores. Yo me quedé viéndolo, no vivía con mi viejo desde que era chico, pero siempre él parecía querer generar esa confianza e intimidad conmigo cuando nos veíamos.

Debo reconocer que cuartié entero a mi papá en ese momento, me estaba conversando totalmente desnudo y no pude evitar mirarlo. Tenía el medio cuerpo para su edad, no tenía calugas pero sí una guata rica que se le marcaba el oblicuo y una buena musculatura en sus piernas y brazos. Mientras pasaba la toalla por la entrepierna, pude ver su pene: grande y grueso en comparación al mío o al de mis compañeros de curso que había visto después de educación física. Y tenía arriba del pico, una mata de pelos igual frondosa pero controlada. Yo me calenté al toque, sabía que no estaba bien sentir esa wea y menos por mi papá, pero bucha igual era pendejo, virgen y recién experimentado mi sexualidad, se me paró el pico de una. Para disimular mi erección me puse el pc entre las piernas, mientras mi papá me seguía platicando y yo contestando de algo que ya ni me acuerdo.

Mientras se terminaba de vestir, le dije que iba a hacer pipi, entré al baño a acomodarme la tula que no daba más de dura y cuando vi mi short, estaba mojado, estaba tan caliente que había botado mucho precum mientras veía a mi papá. No le di importancia, pensé que eran weas de adolescente que uno se calienta con todo, ya me había pasado con un primo.

La tarde-noche siguió muy normal, yo me duché también y luego cocinamos, mientras echamos la talla y conversabamos en qué estaba cada uno. Cuando ya eran las 12, me dijo feliz cumpleaños y me abrazó mientras me decía:

Estoy muy orgulloso de que hayas entrado a la U y más encima a una de las mejores.
Acto seguido, diciendo que hay que celebrar, saca un whisky de un mueble y me invita a un trago, le dije que no quería beber y se sirvió él y seguimos conversando. Durante la noche me vuelve a ofrecer y le digo:

-No quiero … Pero sabes lo que me gustaría probar ahora que soy mayor de edad: un pito. Mi viejo siempre había sido volao así que fijo tenía, me quedó mirando con asombro y me dijo que no, por mi mamá y que no me hacía bien. Yo le dije que ella no tenía porque saber y que podía ser nuestro secreto, que yo ya era grande. Accedió y nos fumamos un pito, me dijo que estaban muy fuertes y que le diera con cuidado, obviamente no le hice caso porque quería probar bien el efecto.

Al rato estaba para la cagá, me pegó muy fuerte, como pega las primeras veces que uno fuma, si cerraba los ojos podía ver weas. Le pedí permiso para ir a echarme a su cama un rato. Me puse los audífonos con música voladita, y weon aluciné.

Cuando se me pasó un poco, lo suficiente para poder salir de la cama, bajé por las escaleras y vi a mi papá en la mesa bebiendo, con el control de la tele en la mano, viendo una película erótica de esos canales de cable antiguo, cuando me siente bajar, la cambia rápido a otro canal, le dije que la dejara no más, que la quería ver igual. No sé porqué pero me pareció excitante la idea de ver una película porno con mi papá, además de que no me había podido sacar la imagen de él desnudo frente a mí por la tarde.

Me senté junto a él, y me di cuenta que tenía la tula parada, empezamos a ver la pantalla en silencio, a mi igual se me paró al toque, aun cuando la película no era porno como tal o no llevaba a ese punto (era como una pareja en una oficina, tocándose por entre medio de la ropa y la loca poniéndole el culo en la tula al weon). La verdad quise intentar algo, pero no me atreví, tampoco vi alguna señal de su parte. Me hubiese gustado que hubiésemos sacado la tula y nos empezáramos a pajear pero no.

Luego obviamos la película y nos pusimos a conversar weas más intimas, le conté que era la primera vez que fumaba y que también era virgen, ocultando por supuesto que me atraían los hombres. Hablamos un poco de sexo, me confesó algunas de sus experiencias que me dejaron caliente, como que le gustaba dominar y meterla por el culo pero que las minas nunca se dejaban. Él ya había bebido la mitad del whisky, y yo accedí a beber un poco, sin contar que seguimos fumando durante la noche. Yo estaba todo volao.

Al rato le dije que nos fuéramos a dormir, ya eran como casi las 4 AM, subimos al dormitorio y como sólo tenía una cama de dos plazas, me dijo:

-Puedes dormir aquí conmigo o hay otro colchón, podemos hacer una cama en el suelo, hay sábanas y frazadas.

-Me da paja armarla, mejor dormimos juntos- le dije.

Nos sacamos la ropa, yo me metí en boxer a la cama y mi papá hizo lo mismo, andaba con unos calzoncillos que se le marcaba el paquete mientras se le salían unos pelos por al lado que me calentó brigido. Ambos estábamos raja y nos dispusimos a dormir al toque, pero yo había quedado terrible caliente y el pico ya me dolía de tan duro que lo tenía, no me podía quedar dormido.

Mi papá estaba al lado semidesnudo, podía sentir el calor y el aroma de su cuerpo, no me aguanté, tenía que intentar algo, sacarme la calentura de alguna forma. Y así lo hice, me fui acercando cada vez más a mi papá, pegando mi cuerpo al suyo, hasta que quedamos pegados, como en cucharita. Al rato siente que estoy cerca y me abraza con los brazos para seguir durmiendo. Yo carepalo le puse el poto en la tula y me puse a moverlo lentamente. Estaba terrible caliente e igual asustado, no sabía cómo iba a reaccionar pero algo me decía que siguiera no más, así mientras me movía siento como cada vez se le ponía más dura.

Debo admitir que sentir el pene erecto de mi papá en mis nalgas, me calentó demasiado, sabía que estaba mal pero se sentía tan rico y con tanto morbo. Seguí un rato frotándome, no sabía si mi papá estaba despierto o solo tenía la tenía dura por el roce. Ya me estaba rindiendo y me proponía a dormir, podía conformarme con estar con él abrazado, semi desnudos y sentir su pene parado, “material para mis futuras pajas” pensé. Me estaba quedando dormido cuando siento que de repente me puntea fuerte. Había calculado donde hacerlo porque sentí justo su pico en la entrada de mi ano. Me dolió, lo hizo de nuevo, esta vez más fuerte, aún cuando lo hacía sobre nuestra ropa interior sentí un dolor fuerte y gemí. A esto mi viejo se corre como arrepentido.

El hecho de que él mismo me haya puesto el pico en la cola me prendió demasiado, y tal vez sumado al efecto de la marihuana y alcohol, me atreví a lo impensado: llevé mi mano a su pene, se lo agarré fuerte y lo llevé a mi culo de nuevo, mientras le pedi: “sigue por favor”. Cuando lo agarré puede sentir el grosor de ese pico, estaba rico, muy rico. Mi papá entre la oscuridad me dice:

-Pero Dieguito, yo soy tu papá…
-Que importa, ambos queremos, sigue por favor (no podía creer que le estuviera diciendo eso a mi papá).

Mi viejo solo se limitó a decir: “está bien”. Y me volvió a abrazar está vez mucho más pegado a mi, yo no le solté el pene y lo puse justo en la entrada del hoyo, y me empecé a mover. Mi papá me empezó a dar besos en la cabeza y me empezó a puntear, su cuerpo doblaba en tamaño al mío, y sentir que me abrazaba y me punteaba me dio una sensación rara de calentura y protección.

Al rato empezó a puntearme más fuerte y a soltar gemidos graves, de hombre. Escucharlo gozar me prendió más, me puso perra y ya no me bastaba sentirle el miembro por sobre la ropa interior, así que sin soltarme de él, me bajé el boxer quedando mi culito al aire, llevé mis manos hacia atrás, agarré su calzoncillo y traté de bajarlo torpemente mientras seguía moviendo mi culo. Él entendió la señal y procedió a bajarse el calzoncillo y por primera vez le puede tomar el pene con las manos y sentirle la piel, estaba calentito y era enorme, lo empecé a pajear, de arriba a abajo, tenía la punta mojada, y asi mismo me lo llevé al culo. Sentir ese pedazo de carne tibio y duro, me hizo soltar un gemido fuerte, eso lo puso como loco: me agarró del cuello y me empezó a pasar la tula entre medio de los cachetes.

Se sentía exquisito: el grosor, la temperatura que tenía el pico y los pendejos que me masajeaban el culo era como estar en la gloria. Se mantuvo así un buen rato, yo cada vez con el culo más entregado.

Luego, de la nada le digo:

-Ya no aguanto.
-¿Quieres parar?- me pregunta.

No digo nada, me doy vuelta y me agacho por debajo de la cama, le tomo el pico y me le echo a la boca lo que más puede. De inmediato escuché un gemido profundo de su parte, mientras yo torpemente intentaba darle la mejor mamada. Era la primera vez con un pico en la boca y era el de mi papá, eso me ponía caliente y me hacía sentir muy comodo. Poder saborearlo me tenía loco, estaba como salado y con la punta llena de precum y con un olor a bolas sudadas exquisito. Mi papá en eso me tomó de la cabeza y me empezó a empujar para que me la trague toda.

Como era mi primera vez, mientras yo se la comía él me empieza a dar consejos: “que no lo chupara con los dientes”, “que lo hiciera más despacio”, “que apretara el glande con la garganta”. Pese a que la situación era muy caliente, trataba de educarme y enseñarme a follar. Me sentí muy seguro con él.

Mientras yo seguía mamando y siguiendo sus consejos me dió otro que me quedó grabado para el futuro: “tienes que comértelo suavecito, chuparlo y lengüetear como si estuvieras tomando un helado”. Eso me prendió caleta, quedé muy caliente. Y empecé a darle lengüetazos de arriba abajo. Cuando pasaba mi lengua por abajo en los cocos, pude sentir más fuerte ese olorcito rico que traía y me di cuenta que estaban todos sudados, sin que me lo dijera, me llevé los bolas a la boca, y empecé a saborearlas. Me la comí toda, desde el nuesni hasta la punta del pico. El sabor y el olor me tenía loco, tanto así que me empecé a refregar la tula y las bolas por todo el rostro, quería quedar con la boca y la cara pasada a pico, a pico de mi papá.

Seguí mamando y corriéndole la paja durante mucho rato, no sé si lo hacía bien pero escuchaba a mi viejo gemir y con eso me bastaba. Cuando ya tenía el pene muy mojado, subí y me monté arriba de él, poniéndome su miembro entre medio de mi culo y empecé a cabalgarlo. Su pico rozaba con mi culo y por la humedad se sentía rico. Abracé a mi papá y me atreví a besarlo mientras me seguía moviendo. Él dudó unos segundos pero me respondió el beso, su boca sabía a cigarros y alcohol, con la cabalgada empezamos a gemir los dos mientras teníamos las bocas pegadas. Le empecé a decir que estaba rico, que no paráramos, él solo decía: “ay Dieguito” mientras gemía con placer. Me agarra las nalgas a dos manos y me las empezó a apretar para esconder su pene en ellas, yo me seguí moviendo pero ahora mi ano rozaba la piel caliente de su miembro y empecé a gemir más fuerte, ya como perra.

Ya no podía aguantar más, necesitaba que me follara, así que mientras me seguía punteando la cola, me acerqué y le pedí al oído: “metemelo papá, metemelo”. Al principio no respondía nada, solo seguía moviendo su pene entre mis cachetes, pero le volví a pedir que me la metiera, esta vez pidiéndolo por favor, mientras le lamía la oreja. Ahí me respondió:

-Pero Dieguito…
-Si los dos queremos, hagámoslo. Quiero que tú seas el primero, papá.

Eso último lo encendió, se volvió como loco, me agarró el culo más fuerte y me empezó a puntear duro, mientras que me dio un beso con lengua muy caliente. Estabamos sudados y la pieza estaba ya pasada a sexo, lo que me tenía caliente. De la nada, me da vuelta bruscamente, dejándome de guatita a la cama y me dice:

-Querías que te culiara, te voy a culiar entonces. Párame la cola pendejo qlo. Su cambio en la forma de tratarme me sorprendió pero me excitó aún más, le hice caso y me puse en cuatro, preparándome para que me la empezara a meter, cuando en vez de su pene siento como acerca su cara a mi culo y me pega un lengüetazo por el ano que me saca un gemido profundo. Me empieza a chupar el hoyo como loco, yo como era chico y virgen no sabía que eso se podía hacer y que se sentía tan rico, el placer me volvió una perra debo admitirlo, empecé a gemir y moverme como una putita mientras le decía: “que rico papi, sigue por favor”. Estuvo un rato así, ya después me metía la lengua por ano y sonaba como chala mojada.

Me sentía en el cielo, mucho placer y lo más brigido que mi papá era quien me lo estaba dando. Al rato, ya quería que me lo metiera y así se lo pedí.

-No sé si me quedan condones- dijo acercándose a su velador buscando alguno.
-No importa papá, dale así no más por favor- le dije.

Mientras yo seguía en cuatro y le movía la colita, se puso en posición, me pegó la última chupada y me escupió el hoyo. Empezó a rozar la cabeza del pico en la entrada del hoyo y me explicó que me iba a doler al principio pero después se me iba a pasar, que aguantara. Me puso la cabeza y pese a que estaba todo mojado y abierto por la comida de culo, me dolió hasta adentro. Estuvo un rato, sacando y metiendo la cabeza, mientras me decía:

-Aguanta mi niño, que después se viene lo bueno.

Yo solo me quejaba y pese al dolor me sentía muy excitado. Ya cuando me había acostumbrado y dolía menos, le empecé a mover la cola y le decía: “quiero más”, mientras lo miraba con cara de caliente. A lo que él se da por entendido y me la hunde por completo en el culo. Sentí que me partía por dentro y un ardor muy grande, quise zafarme pero mi papá me agarró de la cintura bruscamente y me volvió a repetir: “aguantala Dieguito”. Me la dejo por unos minutos sin moverse mientras me acariciaba el culo, la espalda y me consolaba, yo estaba inmóvil. Pasó un buen rato cuando el dolor fue desapareciendo un poco, él se comenzó a mover sin sacármela del culo.

No les voy a mentir, dolía demasiado, tanto como duele la primera vez pero mi papá en todo momento, pese a que era bruto y caliente, fue guiándome como si me estuviera enseñando a follar y me cuidara al mismo tiempo. Eso fue haciendo que me soltara más y más, ya el dolor se fue transformando en placer y pasó lo mismo con mis gemidos. Era la sensación más rica que había experimentado, ni comer chocolate o la mejor de las pajas se podía comparar con tener una verga a pelo en el culo, y lo mejor es que era la de mi papá.

Podía sentir su cuerpo embistiendo el mío, yo cada vez con la cola más parada, sus bolas rebotaban en mi nuesni y sus pendejos me masajeaban el culo. Miré alrededor de la habitación y pude ver a través de la oscuridad tenuemente nuestra silueta en la televisión que estaba frente a la cama y lo que vi me calentó demasiado. No podía creer que mi papá estuviera culiando, que lo tuviera desnudo y follandome en cuatro. Su cuerpo doblaba en tamaño al mío y su torso y sus piernas marcadas lo hacían ver un macho exquisito. Yo en cambio delgado y con la cola parada a lo qué más da, recibiendo pico, mientras veía la imagen se escuchaba el sonido de mi culo mojado recibiendo la verga. Esa misma verga me había dado la vida y ahora, en mi cumpleaños número 18, la tenía metida en el culo, no me podía imaginar un regalo mejor.

Ese último pensamiento me puso a mil, hizo que me volviera demasiado perra y le empecé a decir weas calientes mientras gemía: “dale papito, está muy rico”, “hazme tu perrita”, weas que había visto en las pornos, él reaccionó dándome más brusco y de repente siento que me empieza a nalguear mientras me daba. Yo ya no gemía, ya derechamente estaba gritando, gritando de placer. Él me agarra del pelo y me empieza a mechonear sin dejar de metérmelo, mientras me dice:

-Cállate maricón, que nos van a escuchar tanto que gritai.
-perdón papito, es que está muy rico- le contesté.

Siento que sube arriba de la cama y deja caer su cuerpo arriba del mío, mientras me rodea con sus brazos y me sigue dando. Con su cuerpo encima, pude notar aún más la diferencia de tamaño, seguí chillando y diciendo weas obscenas. Él me tenía abrazado, me daba besitos en la nuca mientras me nalgueaba, estaba todo sudado y su sudor me recorría la espalda. Mientras me besaba y me preguntaba si me gustaba, le contesté:

-Sí, me encanta tenerte adentro.
-¿Ah siii?- Me pregunta él.
-Sí- contesté entre gemidos.

Me la saca del culo un momento y no me dejo ni preguntar que había pasado cuando me la vuelve a poner de una, sentí que su pene tocaba fondo en mi culo, chillé fuerte. Me tapa la boca con sus manos, y me vuelve a hacer lo mismo mientras me dice:

-¿Eso no querías maricon, que te la metiera?

Yo estaba en la gloria, no podía creer que mi papá me estuviera hablando así y menos con su pico adentro. Como no podía hablar solo asentía con la cabeza, me vuelve a hablar y me dice al oído sin parar de follarme:

-¿Creí que no me di cuenta como me miraste el pico en la tarde?

Yo quedé helado, no me había imaginado que se hubiera dado cuenta, me dio un poco de vergüenza pero recordé que me lo decía mientras me estaba culiando, así que daba lo mismo a esta altura.

-No se preocupe mi niño, que aquí está su papito para darle lo que quiere a mi regalón- me dice al oído.

Me siguió clavando un buen rato, yo con la boca tapada para que no gimiera tan fuerte. Su cuerpo mojado arriba del mío se sentía increíble, no hubiese podido zafarme aunque hubiese querido. Pero era lo último que quería hacer, quería estar ahí todo el tiempo del mundo, podía sentir mi pico todo mojado abajo en la sábana. Quería gritar, gemir, decirle a mi papá que lo quería y que gracias por debutarme, pero no podía, tenía su mano gigante tapándome la boca, así que empecé a lamerle la mano, como una perrita agradecida de que la estuvieran culiando. Él me puso uno de sus dedos adentro de la boca y yo lo empecé a chupar como si fuera un pene. Él gimió y se pegó más a mí. Me preguntó si quería probar otra pose a lo que afirmé con la cabeza. Me saca el pico del culo y siento como si se destapara un corcho. Me da vuelta y me pone con las patas al hombro y me dice: “uff mi niño te tengo abiertito”. Termina de decir eso y me la hunde toda de nuevo. Yo debo haber puesto los ojos blancos o algo porque eso se sintió exquisito y por unos segundos me desconecté con la metida, estaba extasiado, hasta que siento un palmetazo en la cara y me dice:

-Mírame cuando te estoy culiando.

Yo reacciono, abro los ojos y lo veo arriba mío follandome duro, pude ver mejor su cara sudada, nunca lo había visto así y me gustó, en verdad mi papá era guapo y muy caliente. Puse mis manos en sus nalgas ya sudadas y sentía como me la hundía en el culo mientras gemía, me siguió pegando palmetazos y hablándome sucio. Yo estaba a full, se sentía rico y ya sentía que mi culo no apretaba como antes. Le digo:

-Papi, me voy a venir.
-Yo igual mi niño, espérame un poco.

Seguí recibiendo, no podía ni tocarme porque iba a explotar, bajé mi mano y le agarré las bolas, y pude sentir como me la metía y sacaba del culo, se los apreté suavemente y le dije: “me encanta tu pene papá”. Aumentó el ritmo y me empezó a follar más fuerte, el culo me sonaba como aplauso y yo sin soltar las bolas, que las hundía en mi culo para tenerlo adentro. Mis gritos también aumentaron, ya a esa altura quería leche, quería que me preñara el culo, que el mismo semen que me había dado la vida, estuviera dentro mio. Él empezó a gritar más bruto, como hombre fuerte, siento que sus bolas se empiezan a contraer y su pico a inflar dentro de mí, y de repente lo veo poner los ojos blancos y con un grito distinto, empiezo a sentir un líquido caliente dentro del culo, yo sin tocarme me vine, abrazando mi papá y gimiendo en su oreja. Nos quedamos así unos minutos, le pedí que no me la sacara y así se quedó abrazándome. Estuvimos un buen rato pegados, jadeando cansados y abrazados, hasta que empecé a sentir como su pene bajaba y me la sacó del culo. Fue al baño a limpiarse y me trajo confort. Yo me sequé y me di cuenta que estaba sucio, así que bajé al baño a limpiarme mejor.

Cuando voy subiendo igual me sentí nervioso, no sabía como iba a reaccionar él después del sexo, Entré a la pieza y él seguía desnudo igual que yo.

-Hijo, yo… – No alcanza a terminar la frase cuando lo interrumpo y le digo:
-papá, no es necesario, hablemos mañana, estuvo muy rico y ahora solo quiero dormir contigo.

Asiente con la cabeza y nos metemos a la cama. Lo abracé y le puse la pierna encima, como si fuera su puta, él me agarró del culo y nos quedamos dormidos, yo aún con su leche adentro.

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6 Comentarios

  • Anónimo
    noviembre 14, 2024 a las 11:58 pm

    Que rico relato la cagooo y que paso después volvieron a follar?

  • Corgan
    julio 18, 2025 a las 9:46 pm

    Que delicia tu relato, hay más???

  • Patricio
    julio 18, 2025 a las 11:24 pm

    Ha sido la mejor experiencia que e leído.

  • Pipepasivo
    julio 19, 2025 a las 7:31 am

    Por favooooor parte dooooos 🥵😈😍 siempre fantasee con ser la putita de papá

  • Anónimo
    julio 20, 2025 a las 2:31 pm

    Que historia uffffffff mucho 🔥

  • Anónimo
    julio 20, 2025 a las 4:54 pm

    Porqué son tan calientes estos relatos de sexo prohibido?..no pude parar de leer hasta el final, muy rico.

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