After office
Siempre he disfrutado leer sus historias, las de primos y amigos son mis favoritas, pero nunca había escrito una. Esta trata de un compañero de trabajo. Migue llegó como practicante cuando yo llevaba menos de un año en la empresa. Tenía 24 y yo 25. Lo dejaron a mi cargo, nos hicimos amigos y siempre hubo cierta tensión. Él era el típico hetero, 1,80 aprox, moreno, peludo, con un cuerpo tallado por el deporte, iba a campeonatos y cosas así, todas en la oficina estaban detrás del. Yo, 1,70, blanco, ojos claros, cuerpo normal, aunque siempre me han dicho que soy mino no me la creo mucho.
Migue era coqueto, siempre me abrazaba más de lo normal, me olía el cuello, me elogiaba el perfume. Me tocaba el hombro o la cintura al pasar. Como era así con todos, no me hice ilusiones. Terminó su práctica y nos seguimos en Instagram, nos mandábamos memes, hablábamos y de vez en cuando salíamos con más amigos. Un día supe que había terminado con su polola, le pregunté porque ya no subía fotos con ella, me dijo que la mina le exigía mucho y entre trabajo y entrenamiento no le daba y eso generó problemas.
Tiempo después, un compañero se enfermó y busqué reemplazo. Migue me escribió: había renunciado. Lo recomendé y lo contrataron. Seguíamos viéndonos, para tomarnos un café y hablar weas en general.
Un viernes, con una compañera que estaba caliente por él, planeamos salir a tomar. Ella me pidió invitarlo. Migue aceptó, aunque no tomaría porque andaba en auto. Durante la noche, coqueteó con ella y conmigo. Al final nos propuso ir a su depa a tomar algo y luego salir a bailar. Ambos aceptamos, pero a último minuto ella pidió Uber y se fue a su casa.
Pensando que había funado le dije a Migue que me dejara en mi depa, me respondió: “¿Cómo me vas a dejar solo? Es viernes y mi cuerpo lo sabe”. Y partimos a su departamento.
Llegamos y pusimos música, se sacó unas cervezas y empezamos a hablar del trabajo, de la vida, del deporte, y así. Estábamos en el sofá, el Migue se empezó a acercar a mí, mi pierna con su pierna, yo estaba luchando por no calentarme, pero el cuerpo es débil, él lo empezó a notar y como que tomó su distancia. Se paró a buscar otra chela y me pregunta si mejor no quería una piscola, yo le digo que sí y me llama a la cocina, en la cocina me dice que lo ayude con el hielo y la bebida que estaban en el refrigerador, mientras él preparaba los vasos y el pisco, en eso pasa por delante de mí y yo dejo mi mano intencionalmente para tocar su paquete sutilmente, él me mira y se ríe, me dice tócalo con ganas y se lleva su mano a su paquete, yo quedo en shock, entre caliente, sonrojado y riéndome.
Seguimos normales, volvimos al sofá con nuestras piscolas pero esta vez yo me empecé a acercar más, total no tenía nada que perder, el siempre lo hacía y era la normalidad. El me abraza pasando su brazo musculoso por detrás de mi cabeza y acariciando mi hombro, y me dice: »mi bro es verdad que los gays la chupan más rico?» Yo quedé otra vez helado pero caliente jajaja, me dio risa que hiciera la pregunta que hacen todos los heteros cuando quieren webeo. Yo le respondo desafiante, «¿Quieres aprender a chupar, te doy una clase? Ambos nos reímos. Y después le digo que no sé, ya que nunca me lo había chupado una mina, así que no sabía, pero que habían minos que la chupaban más rico que otros, él me dice que le encanta que se la chupen, y mientras tanto pone su mano en mi pierna, yo ya estaba full caliente, lo miro a la ojos y su mirada iba entre mis ojos y mis labios, yo lo quedo mirando y me río, le digo «Hermano, ¿Seguro?’, me responde riéndose, sin decir nada, acerca mas a mí me abraza completamente y me da un beso en el cuello, yo full caliente le empiezo a tocar su paquete que estaba poniéndose duro, me separo un poco de él y le doy un beso, él me responde pero para, me dice que prefiere no besos que recuerda a su mina, yo dije esto ya fue y aunque estaba full caliente me aleje, él me mira y me dice pero puedes probar este, y me deja ver su pene, estaba al final de sus oblicuos, tenía el caminito a la felicidad, ya estaba duro y cabezón, así al ojo le media 17-18cm, yo lo encontraba perfecto, era venoso y moreno sus huevos eran grandes y peludos, yo bajo y empiezo a masturbarlo primero, con mi mano arriba y abajo, y empiezo a darle besitos en la cabeza y mientras lo pajeaba solo le chupaba la cabeza, él me pide, «Porfa weon cómetelo todo, me tienes recaliente», se lo empiezo a comer todo, mientras miro su cara de caliente, de pronto mientras se la chupo le empiezo a quitar el pantalón y boxer y todo para abajo quedando solo con la polera arriba, en un movimiento empiezo a bajar y a comerle los testículos, y comienzo a bajar y al no notar resistencia comienzo a probar su culito, estaba peludo, era una delicia, el gemía y me decía, «uuy que rico» (muy despacio), yo estaba a full, el boxer lleno de precum. Le digo que si vamos a su pieza para estar más cómodos, me dice que si, y cuando llegamos me quita la ropa y me empieza a comer la boca, a estas alturas ya había olvidado a su ex, yo solo disfrutaba, lo recosté en la cama y sigo chupándole su pico pongo sus piernas en mis hombros y bajo a comerme nuevamente su culito ya no podía más me pongo encima de él, tenía mi pene todo mojado y comienzo a puntearlo, pasando mi pene por su culito, dejándolo todo baboso, luego de un rato me dice que pare, que eso no lo había hecho nunca, y que ya había tenido su clase que tenía que poner en práctica lo aprendido. Subo quedando frente a frente frotando nuestros picos al mismo tiempo, me dice: «¿Quieres que te la chupe? pero no se seré de los mejores», yo: «Dale, chúpamelo con una de tus perritas», eso parece que lo calentó más, bajó y empezó a chuparme el pene como loco, no parecía que fuera la primera vez que lo hacía.
Después empezó a correrme la paja solo chupando la cabecita, yo estaba que explotaba, y le llenaba la boca de semen, pero me aguanté le dije que si me lo quería meter, me dice que sí, le pido un condom, se lo pongo y me pongo encima de él a montarlo, al principio me dolió un poco ya que no teníamos lubricante, pero el tener a semejante macho dentro de mi pudo con todo, dure muy poco arriba de él montándolo, porque rápidamente me cambió de posición y sacó todos sus dotes de deportista, su pelvis chocaba con mi culito, me decía que le encantaba que me quería hacer correr, que quería ver mi lechita salir, que quería preñarme, yo estaba a full, en eso agarra mi pene y comienza a masturbarme mientras me lo metía, y me vine muy rápido, el semen me saltó hasta el cuello, él se pone más fuerte a follarme y siento como su pene se incha y acaba dentro de mi, yo no podía más de la calentura. Había follado con mi amigo y me había chupado el pico como los dioses, algo que jamás había ni siquiera pensado. Luego de eso fuimos al baño, nos duchamos nos mirábamos y nos reíamos, solo me pidió que no lo contara, que fuera nuestro secreto. Después de eso seguimos tomando y conversando, a cada rato nos mirábamos coquetamente y salían sus besitos. Yo estaba en el cielo. Luego volvimos a repetir pero como todos dicen eso es para otra ocasión, ojalá les guste y sorry por lo extenso.
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3 Comentarios
Anónimo
marzo 1, 2025 a las 4:07 amQue buen relato! Mucho morbo!
Anónimo
marzo 2, 2025 a las 4:35 pmSegunda parteeeeeeeee
Claudio Bi
marzo 3, 2025 a las 4:15 amSuper buen relato, nada de extenso, espero la continuación!. Así partimos la mayoría de los bi jajaja.