Camarón que se duerme, el amigo lo caga
Gracias a mi ultima calentura con el amigo de la cumpleañera, conocí la mentada aplicación Grindr, fue entonces que me dispuse a conocer y juntarme con un par de tipos, mayores que yo, activos, velludos y sobre el 1.75 de estatura.
Un día llegué del trabajo y me conecto, era el verano del 2018 y había un tipo en un centro turístico a unos 15 minutos de mi casa, a lo cual conversamos un rato, enviamos fotos de todo tipo, hasta que me dice que vaya a verlo que esta con unos amigos en una cabaña y que tienen piscina para capear el calor del día. Accedí y busqué el traje de baño que más resaltara mi retaguardia y me fui, demoré en llegar unos 15 a 20 minutos, me recibió Pablo, el mayor de los amigos, apuesto, pelo castaño, 1.80 de estatura, unos 80 kilos y un dorso no marcado pero bien para mi; luego aparece Rodrigo, la persona con la que habíamos quedado de juntarnos, me presento y todo y conversamos, lo primero que hace es llevarme a la pieza porque estaba con una caña de aquellas y estar al sol era peor. De la ventana de la habitación se podía ver la piscina, en ella Pablo y dos amigos más, le pregunté si íbamos a ir donde sus amigos y me dice que me adelante y que le diga a Germán que vaya con él, cero comunicación (ningún brillo para mi gusto, aires de grandeza, egocéntrico y bueno para imaginar cosas), a Pablo se le alumbró la ampolleta y me ofrece algo para beber, como andaba manejando solo bebí agua y bebida a lo cual para todos los que estaban era algo poco usual.
Con la calor del momento más la atracción sexual y física que había en ese lugar, decidí darme una sumergida al agua y claro me sumerjo y paro la cola cosa que se vea lo suficientemente redonda y grande justo apuntando a Pablo; a esa altura ya Rodrigo era re poco lo que importaba. Pues bien, estuvimos en el agua unos 50 minutos más menos y decidimos salir a tomar un poco de sol, en eso me acuerdo que no había llevado toalla; Pablo muy gentil me ofrece una que tiene en el interior del quincho que lo acompañe así conoce el lugar, yo ya en ese momento caliente y con ganas de ver todo accedo.
Llegamos al quincho y me dice:
-Desde que llegaste no he dejado de sacar mi mirada de tu trasero, lo tienes inmenso y ese short lo único que hace es estorbar.
-Yo risueño y más caliente por lo que había escuchado, le respondo entonces habrá que quitarlo de alguna forma.
Ya a esa altura se nos había olvidado la toalla, ambos con miradas seductoras y calientes, deseosos del uno al otro, me arrincona sobre un sofá y me da un beso; entre nerviosismos se lo respondo y le digo:
-Pablo, yo vine por tu amigo, no esperaba que esto sucediera.
-Pierde cuidado, Rodrigo todavía esta borracho, así que tranquilo.
Escuchado eso damos rienda suelta a los besos apasionados, toqueteo, manoseos y roces sobre el short.
-Volvamos me dice, conozco un lugar mucho más tranquilo y seguro donde podemos estar, eso sí debemos ir en tu jeep.
-Claro vamos, tu conoces el lugar yo te sigo.
Vamos con dirección a la cabaña y sale de la puerta Rodrigo, quien ya se había enterado de lo que había sucedido, disculpa le digo, me invitaste a un lugar donde no conocía a nadie y más encima me dejaste solo, siendo que fuiste tu quien me incentivo a venir. A esta altura Rodrigo no tenía cara para mirarme y solo dijo “vamos, yo los acompañaré a la cascada que te quiere mostrar Pablo”. Tomé el jeep y nos marchamos, estacionamos y caminamos unos 10 minutos más menos; el lugar era súper escondido, pero hermoso, se podía ver la cascada del Salto desde otro punto de vista; los amigos se comenzaron a mirar en secreto y yo dije algo planean estos tipos, perfecto un trío dije en mi mente; si es así bacán, hace rato que no lo hago y claro le dimos rienda suelta a esa locura, mientras nos bañábamos Pablo me comenzó a bezar lento, primero los labios, siguiendo las orejas, el cuello, los hombros, me lamió las tetillas, y bajó hasta dejarme completamente desnudo; junto a eso yo le respondía con lo mismo, era mutuo; cuando siento por mi espalda un cuerpo junto a el mío, y una verga entre mis nalgas y en un cerrar de ojos estaba sobre una roca boca abajo, disfrutando de unas lamidas de culo, mientras tenía en mi boca un pene promedio 16cms, pero grueso y cabezón; por el otro lado otro dilatándome con la lengua y los dedos, fueron unos 3 o 4 minutos hasta que decidieron cambiar de lugar y Pablo da la primera estocada, saca de sus prendar unos preservativos y nuestra tarde de río comienza a dar frutos. La roca fue nuestra cama, un poco dura pero en ese momento era lo que menos importaba, tiramos afuera como dentro del agua, hasta que Pablo se botó y me monté arriba, por la espalda Rodrigo intentando hacerme sentir una penetración doble, pues bien lo consiguió, en ese momento era re poco lo que importaba solo queríamos disfrutar el momento.
Tiramos un buen rato hasta que en un momento les digo que me voy a ir cortado, con la verga de ambos dentro, en un cerrar de ojos ya había eyaculado. Fue en ese momento que ambos se pusieron de pie y yo de rodilla frente a ellos, me llenaron la cara de su semen; mientras eso sucedía le hacia un poco de sexo oral a los dos al mismo tiempo, dos penes dentro de mi boca así como estuvieron dentro de mi culo.
Nos volteamos y nos bañamos por un rato más, hasta que me acuerdo que me iba a juntar con un ex compañero del colegio y me retiro, pero lo vivido en el río con los amigos fue loco y aventurero.
Fue la vez que tiramos los tres, luego yo seguí visitando a Pablo por unos dos o tres meses, fue casi una relación de verano, pero las cosas no se dieron y todo murió ahí, pero el entierro lo había disfrutado de mucho antes… jajaja si tienen la oportunidad follen al aire libre y con un río cerca… la piedra es historia.
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1 Comentario
Anónimo
febrero 10, 2025 a las 8:47 pmSegunda parteeeeeeee