Con amigo foraneo de la uni

Con amigo foraneo de la uni

Pues fue un amigo que conocí en la universidad. Éramos un grupo de amigos y, pues, yo supe que él quería con otro del grupo. Nunca lo confirmé, pero había rumores. Al cabo del tiempo lo supe, supe que anduvieron y que tuvieron problemas. Pero yo soy el típico chico hetero, amigable y buena onda, nada que me haga ver que me gustan los chicos… pero soy re sexual… (adjunto foto).

Bueno, ya después de que pasó eso, mi amigo Joel era novio de Carlos. Después de que se separaron, Carlos se dio de baja de la uni y yo me quedé estudiando con Joel, como compañeros normales. Solo que Joel era foráneo y, pues, yo lo iba a visitar muy pocas veces porque estaba más concentrado en mis estudios. Pero poco a poco fuimos agarrando confianza y me contó de lo que tuvo con Cristian; pues ahí confirmé que a él le gustaban los chicos. Y él creía que a mí también me gustaban los chicos, pero nunca estuvo seguro, porque a mí sí me llegaron a gustar unas mujeres de mi salón.

Y poco a poco me fue diciendo que él era pasivo. Y yo, muy curioso, pues preguntaba, no, y así. Sinceramente, yo no tomo, pero una vez hubo una fiesta a donde fuimos y, sinceramente, me pasé. Y como él era de por allá, pues me invitó a quedarme en su cuarto por la seguridad.

Sinceramente, yo acostumbro a dormirme en boxer y él ya lo sabía, porque eran pláticas de dos chicos con confianza, ¿no? Pero bueno, yo, sinceramente, me había quedado ya a punto de dormirme porque no aguantaba el sueño. Y él, pues, todavía estaba sobrio, porque ya acostumbraba a tomar.

Nunca tuve intenciones con él, sinceramente, pero me calentaban las cosas que me contaba. Yo nunca había tenido una experiencia con algún chico antes; sinceramente, me excitan las pichulas y así.

Y pues todo iba bien, ya había puesto el ventilador y ya me iba a estar a punto de dormir.

Mi amigo se duerme con toda su ropa, sinceramente era demasiado discreto y poco sabían que él era así. Yo sí sabía, pero la verdad no me importaba porque me caía bien. Ya no sé, hubo un momento en donde me empecé a calentar y me di cuenta de que me estaban rozando el bulto. Sinceramente, supe que era él y, pues, no lo juzgaba, pero eso a mí me calentaba.

Pero cuando se dio cuenta de que me empecé a mover, dejó de hacerlo y se dio la vuelta, me dio la espalda. Pero yo ya estaba caliente, así que lo giré, lo abracé y, con la verga parada, se dio cuenta y me dio las nalgas. Pero después giró y me dijo de hacerlo, y yo respondí: «No, pero estoy muy excitado».

Y me dice: «No te preocupes, todo estará bien». Y veo que baja y me da una mamada. Pero antes de eso, él me había dicho: «Desde hace tiempo me he imaginado el bulto que cargas», y me dijo que lo iba a disfrutar.

Y pues me la empezó a mamar. Nunca nadie me había mamado la verga y lo disfruté, sinceramente. Me quitó el boxer de los huevos y eso me excitaba más. Después se montó sobre mí y me dice: «¿Seguro que quieres hacerlo?». Y yo dije que sí. Y después lo acosté y me lo puse como en la posición de misionero, y de ahí nos empezamos a besar y todo, y le empecé a quitar la ropa. La verdad no se la lamí ni se la jale, pero me excitaba vérsela.

Ya de ahí sacó un condón y lubricante. Se puso lubricante y yo me puse el condón. Y pues no sabía cómo empezar; solo él puso sus pies sobre mis hombros y colocó mi pene en su ano. Poco a poco le empecé a meter y me decía «despacio». Sinceramente fue una sensación muy extraña, nunca lo había hecho y se sentía diferente. Se retorcía de dolor, ya que me había dicho que no lo había hecho desde hace tiempo, pero él necesitaba que fuera yo. Poco a poco me pidió que me moviera más y le empecé a agarrar el ritmo. Cabe aclarar que yo era virgen en ese entonces, no había penetrado a nadie en mi vida, y era mi primera vez. Ni yo lo sabía, pero poco a poco fui agarrando ritmo, no sé, pero me empecé a mover como yo quería, y a él le encantaba y me decía: «Te mueves muy rico». Y me dijo: «Te mueves más rico que con los que ya había estado, lo haces disfrutar».

Seguimos así por un tiempo, pero yo no me podía venir; tardé mucho. Al final no me pude venir dentro de él, ya se había cansado, y al final me dio una mamada y me pude venir en su boca. Y me decía: «Aguantas un chingo».

Seguimos siendo compañeros, aunque ya de grupos separados, pero aún así tenemos esa confianza de seguir hablándonos como si nada hubiera pasado. Y hasta ahorita ha pasado en otras ocasiones.

¿Te gustó el relato?

¡Haz clic en una estrella para puntuarlo!

Promedio de puntuación 4.8 / 5. Recuento de votos: 29

Hasta ahora, ¡no hay votos!. Sé el primero en puntuar este contenido.

/ / 🇭🇳 Honduras / 💜💙💖 Bisexual /
💬 Escribe un comentario

No hay comentarios aún. ¡Sé el primero en comentar!

💬 Deja tu comentario

×

Reportar Relato

SALTAR AVISO