Con los albañiles

Hola, actualmente tengo 20 años pero esto pasó cuando tenía 18. Primero que todo me describo, soy alto (1.85 para ser exactos), blanco, con un cuerpo atlético, incluso algo femenino: una cintura algo estrecha, piernas bien formadas y un glúteo de buen tamaño (ya que entrenaba patinaje desde mis XV años).

Ahora sí, el relato.

A eso de inicios del 2023 mi padre decidió remodelar la casa de pies a cabeza y por obvias razones, contrató a unos albañiles que eran hermanos y que sinceramente, estaban buenísimos a mi parecer.

Uno de ellos se llamaba Carlos, unos 37 años aprox, moreno, velludo y alto, su cuerpo era fornido y ancho, en lo personal, ese es mi tremendo gusto. El otro era Don Jorge, era el más viejo, quizá unos 45 años, este era más bajito, panzón, velludo y demasiado, pero de verdad, demasiado blanco.

Cuestión que los primeros días íbamos mi padre y yo a supervisar a veces lo que hacían aquellos hermanos, yo disfrutaba verlos trabajar bajo el sol, completamente sudados o incluso sucios. Después de un tiempo, mi padre tuvo que salir de la ciudad por cuestiones de trabajo, mi madre estaba ocupada en su trabajo todo el día, y básicamente, quien se quedó a cargo de supervisar un rato, era yo, le enviaba videos de cómo iba quedando la casa a mi padre para que tuviera una noción. (Yo siempre iba a supervisar en la mañana para abrirles la puerta 07:00 a.m y después de mis entrenamientos de patinaje, a eso de las 17:30, y yo me quedaba charlando con ellos hasta su horario de salida siempre era a las 19:00). Ahí Don Jorge me comentó que era Divorciado y sin hijos, que según él “prefiere vivir la vida de la mejor manera”.

Yo sentía que era mi oportunidad de obtener algo de alguno de los dos, así sea una mirada más morbosa, una caricia, algo, pero yo no me quería ir con las manos vacías.

Y así fue, un día como cualquier otro justo llegó solo Don Jorge, dijo que Carlos no pudo venir porque tenía asuntos pendientes, pero que él iba a seguir con el proyecto, todo bien hasta ahí. Cuando yo vuelvo de entrenamiento a supervisar, decidí no quitarme el traje deportivo (que para los que no saben, es demasiado pegado y le da un plus a la figura), solo con el fin de que me mirara el culo.

Llego a supervisar y veo a Don Jorge subido en una escalera, con los brazos arriba y la camisa levantada por lo mismo, se le veía la panza y el camino de pelos que tenía, eso me puso a full de una, así que empecé a sacarle plática, hasta que caímos justo en la charla que quería.
– ¿Si está divorciado, hace cuanto no coge Don Jorge? – le dije.
– Uy mijo, si supiera que aquí donde estoy, estoy con ansias de incrustarla donde sea – respondió con un tono bastante burlón. (Para mí fue una clara señal de que se me estaba insinuando)
– Yo lo puedo ayudar con eso – Le respondí, inseguro, pero le respondí.
– ¿Cómo crees, eres gay? – Me respondió Don Jorge con muchísima duda.
– Si señor, y por eso le estoy diciendo que si le ayudo a con la situación – le dije.
Don Jorge simplemente se bajó de la escalera, y me dijo “cierra la puerta”.
El corazón se me puso a mil pero fui corriendo a cerrar la puerta con llave para que nadie entrara de sorpresa, entramos a una de las habitaciones que ya estaban a punto de terminar y me dice.
– Pero no le vayas a decir a tu padre – con duda, incluso puedo decir que me lo dijo con nervios.
– Tranquilo que si usted tampoco le dice nada, todo bien – le respondí.

Y ahí fue cuando me agaché y se la empecé a tocar, yo solo vi como ese hombre se quitó la camisa y Válgame Dios, ese pecho peludo, con tremendos brazotes me empezaron a hacer caricias en el cabello y a empujar para que se la chupara, cuando se la saqué, estaba dormida, pero aún se veía de buen tamaño, era gorda y muy blanca, la cabecita rosada, era un manjar tener a ese hombre ahí, el olor de sudor y a macho me tenía demasiado excitado, yo solo supe meterme esa buena verga a la boca y chupar y chupar, se tardó lo suyo en levantarse, supongo que por los nervios, pero valió la pena cada mamada que le metí, de un momento a otro escucho pequeños gemidos, con sus manos me empujaba a chupársela toda, me daban arcadas y las lágrimas me bajaban, Don Jorge solo me decía “que rico putito, la mamas bien rico, sigue” y yo seguía en lo mío, cuando por fin me la pude sacar de la boca, vi una verga no tan grande, 14 cm puede ser, pero bastante borda y cabezona, yo solo quería que me la metiera. Don Jorge me levantó del piso y me empezó a dar besos a lo loco, me pasaba la lengua por las orejas e intentaba hacerme chupones en el cuello por la manera en que me succionaba, “quiero cogerte, ¿te dejas?” Me dijo.

Para mí fue un rotundo sí, me puse en 4 en el piso, ya sin ropa y Don Jorge me empezó a puntear con su verga, le dije que me chupara el culo, y empezó a hacerlo, torpemente porque creo que nunca la había hecho antes, pero aún así tener a ese hombre detrás mío, dándome lamidas era lo mejor, puedo por fin pude dilatar un poco, ese hombre volvió a puntearme y sin dudarlo, la metió de golpe, se sintió un dolor pero a la vez una sensación tan rica de placer, me empezó a bombear como no tienen ni idea, sus huevos pegaban mucho con mi culo, y todo el tiempo me decía “que rico maricon, estás muy rico” o “apriétame el culo” mientras pegaba gemidos de macho, yo estaba feliz, ese hombre me estaba cogiendo de la manera más deliciosa posible.

Me la sacó de golpe y me dice “no quiero acabar todavía” quería que se la chupara, le dije que se lavara primero porque ya me había cogido, fue a lavarse y seguí chupándosela, le besaba los pezones, mientras él me agarraba los míos y me los apretaba, nos seguíamos besando hasta que sentí que agarró mi verga, empezó a jalármela hasta que se me puso muy dura y me la empezó a mamar, no sabía que lo haría y eso me excitó tanto, que literalmente acabé en 5 minutos en la boca de Don Jorge, él me miró algo enojado (no estoy seguro) escupió mi semen, me lo puso en el culo y me dijo “Quieto que voy otra vez” y esta vez, y con mi semen de lubricante, me empezó a dar mucho más fuerte y con más rapidez, me tenía bien empinado entregándole el culo, hasta que se escuchó un grito y se detuvo insertándome su miembro completo, ahí sentí como le palpitaba y dejaba sus chorros de semen caliente en mi colita recién preñada, cuando lo sacó me paré y me lavé, él hizo lo mismo y me dice.
– si hubiera sabido que eras puto desde un principio, ya te hubiera cogido, tienes un buen culo –
Yo solo me reí, me puse la ropa y ya nos dieron las 18:45, casi la hora de salida, cuando salimos, me dio su número de WhatsApp y me dijo que al otro día también iba a ir solo, pero que llevara una tanga, que eso le daba mucho morbo.

Y así fue, al otro día cogimos de la misma manera pero yo con una tanga puesta, no habían muchas maneras de coger así que todo el tiempo me ponía en 4 con el pecho en el piso y el dándome por culo.
Igual esto no queda aquí, porque me pude dar a Carlos también e incluso hacer un trío con los hermanos, pero dependiendo del apoyo del relato público la segunda parte y tercera parte.

Si quieren que cuente el relato de alguna manera, o si les gustó como lo redacté me dicen y para el próximo lo hago mejor.

Chauchi. 🙂