Con un garzón en un evento
Hola a todos, quiero compartir mi historia con ustedes. Soy un joven universitario de 20 años que desde hace un tiempo he sentido atracción física por los hombres, me gustan mucho las minas, pero me dan ganas de probar que tal con hombres, bueno ustedes saben, lo que se puede definir como “curioso”. El punto es que un día un amigo me consiguió una pega de garzón en un evento, ya había ido a varios así que tengo algo de conocimiento en eso. Llegamos, empezamos a ordenar las mesas y me fijé que entre los garzones había un mino que encontré lindo, era un poco más alto que yo, morenito, pelo corto casi con ese estilo de raparse los costados, delgado, pero su cuerpo algo marcado indicaba que hacía deporte, o seguro jugaba a la pelota porque andaba con un buzo de la U. En medio de la pega, nos pusimos a conversar, me dijo que tenía 19, (digamos que llamaba Bastián), que había salido del cuarto medio recién y que no sabía si estudiar o trabajar, así pasó la tarde haciendo los preparativos, limpiando las copas, los cubiertos y en todo momento conversando con el, también miraba discretamente su cuerpo rico, su paquete que se marcaba en ese buso.
Llegó el momento de cambiarse ropa para recibir a los invitados, así que fuimos a un baño todos los garzones y de inmediato empezó en mi el morbo, sentía todas las ganas de ver como se cambiaba de ropa, por eso llegué primero al baño, me vestí rápido para poder concentrarme en verlo, así me quedé conversando con todos mientras contemplaba el espectáculo de su desnudez, de su pecho marcado y pezones duros, luego se sacó los pantalones, tenía un bóxer rojo que contrastaba con su piel morena, me calenté aun más viendo en primer plano un paquete muy rico y un culo redondito. Verlo así me revolvió por dentro, se me paró el pico al instante y fue ahí que me pilló mirándolo, porque me quedó viendo fijamente, solo me hice el weon, solo corrí la mirada bruscamente y seguí conversando como que nada pasara.
Después empezamos a trabajar como siempre, en atender invitados con bandejas de aperitivos, iba entrando a la cocina a buscar bandejas cuando me topo con el de frente, me mira de la misma manera que lo hizo en el baño, o sea fijamente, yo de nuevo corro la vista y me concentro en trabajar.
Más tarde cuando terminó la comida comenzó la música y todos bailando en la pista, la jefa del evento me encargó que atendiera el bar junto con un amigo y el Bastián. En el bar hacíamos comentarios sobre las minas ricas, las que andaban con el vestido más apretado y se les marcaba todo, cosas así, ahí reflejaba su heterosexualidad y me quitaba esperanzas, me hacía pensar de que cuando me miraba fijamente eran solo rollos míos, hasta que sucedió lo inesperado, en la barra se acabaron el ron y las chelas y me mandaron a buscar unas botellas más en la bodega, fui para allá, la bodega quedaba retirada del salón donde estaban todos, porque el local de eventos era grande, con areas verdes, piscinas y esas cosas. Iba saliendo de la bodega cuando aparece el Bastián, me había seguido supuestamente para ayudarme a cargar las cosas, pero se quedó parado con su mirada fija otra vez. Estando ahí solos, sin que nadie nos viera, en una parte retirada y algo oscura, me armé de valor y lo quede mirando a los ojos también, “¿que wea?, ¿te gusto acaso? Me dijo, yo seguía mirándolo ahora nervioso, casi tiritando, no supe como fui capaz de decirle: “si”. Sorpresivamente se acerca y me abraza, siento su pene duro que se refriega en mi pierna, me dice que igual le gustan los minos, que es “curioso” y que quiere probar, le respondo que también ando en las mismas, por eso lo joteaba, que he probado un par de veces correrme la paja con un mino, pero nunca he tenido sexo. “¿Y que se siente?” me pregunta, “si querís probamos”, mi calentura me domina, le tomo la mano y lo llevo hacia uno de los baños que estaba cerca de la bodega, nos encerramos y apagamos la luz por si es que venía alguien pensara que el baño esta malo. Entraba algo de claridad por la ventana con la luz que estaba encendida en el pasillo. Empezamos a darnos los besos más ricos que he dado hasta ahora en mi vida, toqué su pene por arriba de la ropa, podía percibir que estaba muy rico, el también me tocaba y sin pensarlo dos veces le desabroché el pantalón, ahí estaban esos bóxer rojos que me hicieron erectar cuando lo joteaba en el baño, los bajé lentamente y observé su pene, aun con poca luz se veía muy rico, duro, con el grosor perfecto, su glande rojito, era de largo normal, no tan chico tampoco, pero demasiado rico, sus testículos estaban duritos y traspirados, me levanto del suelo, seguimos besándonos mientras lo masturbaba y el me bajaba los pantalones, se agachó también para ver mi pene y me dio una lamida en los testículos, ahora nos besábamos y masturbábamos mutuamente, el me tocaba el culo también, luego se sentó en la taza del baño y me dijo que se lo chupara, se sacó los pantalones completos, los zapatos y hasta los calcetines, estaba caliente al máximo, comencé a chuparla, me encantaba que tuviera depilado un poquito su pene, lamía su frenillo y el pene se movía solo por impulso, no podía creer que estaba chupándole el pico a ese mino rico, macho y marcado que jotié en la tarde cuando llegamos, era una rápida fantasía cumplida, lamí sus cocos y el se agitaba aun más y gemía muy rico, puso sus piernas en mis hombros para que los chupara con más facilidad, me delité con mi lengua en ese rincón de su cuerpo, poco a poco bajaba y él levantaba su cuerpo ahora puso sus muslos en mis hombros, lentamente comencé a chupar su ano, ese culo redondito que tanto me calentó, el gemía y se reía por las cosquillas, después se paró, me sacó los pantalones. “también quiero hacértelo”, así me chupó todo el pene y testículos, los lamió con una suavidad y calentura impresionante, yo estaba vuelto loco, también gemía de placer hasta que recapacité y pensé que había que volver pronto a la barra, para que no sospecharan, el Bastián me dijo que quería que se lo metiera, que ha fantaseado mucho con eso, pero al final nos dimos cuenta que no teníamos tiempo, así que nuevamente nos besamos y masturbamos mutuamente hasta acabar. Nos vestimos rápido y corriendo llegamos al bar con las cosas, mi amigo pregunto por que tanta demora, no sabía que inventar, el Bastián dijo que costó encontrar la llave de la puerta. Continuó el trabajo de garzón, nos mirábamos y sonreíamos discretamente, sin mencionar una palabra de lo ocurrido, ni siquiera cuando nos quedábamos solos. Como a las 5 am, terminó todo, nos fuimos a nuestras casas, uno de los garzones nos llevó a todos en una camioneta, ahí el se puso serio y no hablaba nada, se bajó antes que yo, porque vivía más cerca, solo se despidió dándome la mano y se fue. Desde ahí que no supe más de él, eso pasó en noviembre, y ayer gracias a espiar el celular de un amigo me conseguí su wasapp, ¿Qué hago?, ¿le hablo de nuevo y le digo que nos juntemos? o simplemente asumo que ya fue, que el se arrepintió y no va a volver a pasar. Ayúdenme xD, gracias.
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1 Comentario
Anónimo
septiembre 7, 2025 a las 10:03 pmLlámalo y termina lo que empezaste se tenía ganas y aún las tienen