Coyhaique última noche

Luego nos arreglamos para regresar a la camioneta como dos buenos amigos, yo me imaginaba que iba a disfrutar a este weón en su propia cama. El Cris estaba exquisito, un poco mas alto que yo era perfecto, y su personalidad tenía un poco de “fuerza bruta” que estaba perfecto también, y al mismo tiempo era un caballero. Yo regresaba a Temuco al otro día así que esa sería mi última noche, por lo que fuimos a la hostal a hacer un check out y luego me llevó a su casa.

Tomamos once con su mamá, muy simpática, me presentó como un amigo de Santiago, todo normal, y me mostró mi habitación, la de su hermano que no estaba en casa, un moreno exquisito según sus fotos. Había unas mancuernas yo le pregunté si las usaba, entonces tomó una y comenzó a flexionar y se levantó la manga de la polera para verle el brazo y me dijo “te gusta como se ve?” Estaba la puerta abierta pero igual le acaricié su bíceps mientras levantaba la mancuerna, estaba durito exquisito. Llevé mi boca y traté de comerlo entero, me estaba poniendo muy caliente. Le acaricié el pecho sobre la polera y el lo puso duro para mi y me sonreía. Sentir su pecho duro y firme estaba haciendo que me mojara. El Cris me llevo a el y me beso mientras me quito la polera. “te vas a dar un baño” me dijo, y me acarició el cuerpo miradolo. Buscó una toalla y me dio las indicaciones del baño del segundo piso. “No te toques jajaja” fue lo último que me dijo y me mandó a bañar.

Yo hice caso porque quería pronto estar en su cama. Su mamá estaba en el primer piso en su propia pieza y ya se había ido a descansar. En la ducha había, dentro de ella, un espejo, para afeitarse mientras se duchaba (qué excelente idea para poner en la ducha!!) y mientras el agua me empapaba con su tibio calor, entro el Cris al baño y cerró con seguro. Me dijo “espero que no te estés tocando todavía” y se quito lo que llevaba y entró a la ducha. Ahí lo tenía, exquisito, mojadito, todo rico el wuachito rico. Fui a besarlo y el me comenzó a masturbar. Yo lo toque con mis manos con shampoo por todas partes para tener su cuerpo exqusito en mis manos. Sus besos bajaron a mis tetillas y dio vueltas con su lengua me puso demasiado caliente. Llegó a mi pene y no los masturbó, sino que de una al tiro a la boca, fueron unos mete y saca algo torpes mientras me hacía cariño en el poto, lo apretaba y estrujaba. Después lo sacó de su boca y se levantó rápido, y cuando yo lo iba a besar me dio vuelta y me puso contra la muralla, bajo el chorro y frente al espejo. Volvió a bajar de una y me comenzó a hacer un beso negro exquisito. Yo ya estaba limpio, seguro tenía sabor a jabón. Jugaba con su lengua y después con sus dedos hacía círculos. Me hacía lo mismo que se le hace a una cocha, pero en mi ano.

Después yo ya estaba demasiado caliente, se levantó de nuevo y con su mano en mi hombro, me bajó un poco y se puso a puntearme. Qué cosa más rica!!. Después me jaló hacia arriba y desde atrás me sujetó por el cuello con su fuerte brazo y me dijo “te gusta así verdad?” y no me dejaba hablar. Yo empujaba para atrás mi culo y el comenzó a meter la punta. Yo miraba por el espejo y era una vista maravillosa. El Cris mojadito wuachito rico me estaba empezando a penetrar bajo la ducha, y yo una mano la llevé a mi pene y la otra hacia atrás para tocar su cabeza, y veía por el espejo su cara de concentración y de caliente. La verdad es que no lo lograba meter, así que me incliné un poco hacia adelante pero se quedó solo con la punta adentro, me volvió a jalar para arriba y me dio vuelta la cara para besarme desde atrás mientras me abrazaba, y me dijo que vayamos a su pieza. Nos secamos y fui detrás de el, viendo su hermosa espalda aún con gotas de agua. Luego de entrar cerramos la puerta y nos besamos otra vez mientras caían nuestras toallas, y yo baje por su cuello hasta sus pezones. Sus músculos fuertes me encantaban, y me imaginaba a las chicas que antes han estado disrutando de acariciar sus pectorales mientras se ensartaban su miembro hasta el fondo. Ahora yo iba a hacer lo mismo, y seguía besando su fuerte pecho joven hasta que me hizo levantarme y me pidió que se lo meta. Yo no estaba con eso en la mente, Cristobal era hétero y solo estaba experimentando y dejándose llevar, aceptar culearme era una cosa, pero que yo se lo meta era otra. Me volvió a besar y me dijo “en serio, por favor, tu te vas y yo quiero probar todo porque no se si después podré”. Entonces fue a buscar en su velador un condón y abrió el sobre para mí, y me lo pasó. Yo moría de ganas la verdad, le pregunté como se sentiría más cómodo y me dijo que de guata en la cama y yo encima. Ok, se acomodó y yo fui besando su espalda y jugando con mi pene por donde tocara. Me puse el condón y luego fui a besar su hermoso y firme culo, era tan apretado que me encantaba. Era firme. Volví a su espalda. “Estas listo? Ahora voy” le dije y el dio el vamos. Me acomodé y comencé a puntearlo. Abrí un poco más sus piernas y sus cachetes firmes y seguí haciendo un poco de fuerza. Estaba apretado el weón. Yo lo tenía como un palo, con mas saliva logré pasar la primera parte hasta el glande y un poco más. Adentro estaba hirviendo el ql. Seguí despacio, sintiendo como iba entrando. El Cris tenía cara de dolor pero se aguantaba. El mío mide 17, entonces no tuve mucho problema. No llegué hasta el fondo, y lo dejé ahí para besar su espalda y sus hombros. La verdad es que estaba exquisito, yo hacía esfuerzos para no correrme. Estaba súper apretadito. “Te duele?” “va pasando” me dijo. Me moví un poco más y me acomodé para disfrutar de su riquísima espalda fuerte. Le comencé a masajear y sentir su musculatura con mi pene adentro, y le decía que me encantaba su espalda firme, fuerte. Recorrí cada músculo con mis dedos. Mi pene estaba palpitando. Lo metí un poco más, la presión estaba a punto de hacerme acabar. Comencé un lento mete y saca y me dirigía besar su nuca y abrazarlo por atrás. Así estuvimos unos minutos mientras yo mantenía el ritmo y aumentaba un poco. El Cris ya mas relajado gemia suave y decía que se sentía rico. Le avise que no podía aguantar mucho más porque estaba demasiado rico, entoces me pidió que cambiemos. Puta yo estaba en la gloria, pero me calmé un momento y lo fui sacando de a poco.

La dura que no podía ni tocarme el pene o me corría. El Cris se dio vuelta y fue a besarme, y me dijo “ahora tú” y se acostó apoyado en el respaldo de la cama y apunto su pene para arriba, sacó también otro condón y luego de ponerlo me dijo “a cabalgar gaucho!” y yo me acomodé con mis manos en sus hombros, no hubo problema para entrar y de a poco ya lo tenía todo adentro. Hasta al fondo y de a poco fui subiendo, y luego bajando y luego subiendo, como sentones pero suaves. Mis manos en sus hombros y su cuello. El Cris llevo sus manos a mi pene y me quitó el preservativo, y lubricado con mi propio precum me comenzó a masturbar suavemente haciendo presión con el pulgar. “Ctm Cris que rico, me voy a correr”, y entonces el Cris me soltó el pene y se acomodó un poco mas para comenzar a follarme desde abajo. Yo ya no tenía más fuerzas ese día, trataba de no gemir porque su mamá quizá podía escuchar. Era tarde, yo tenía su pico resbaloso y apretado metido hasta el intestino por dentro, sentía su hinchazón y su dureza, sentía un gustito en el anillo de mi culo, sentía como tocaba mi próstata. Mis manos sentían la musculaura infinitamente sexy y firme se sus hombros y sus exquisitos pectorales. Yo estaba llegando a un climax lento y maravilloso. El Cris me sujetó y comenzó a follarme con fuerza, marcando los músculos de su pecho, yo puse una mano en el centro de su pecho y la otra la lleve a masturbarme y apretando mi esfínter comencé a botar mi leche, sentía un orgasmo exquisitamente profundo, sentí que se me torcía algo muy profundo dentro de la base del pene, como que se me daba vuelta un hueso de puro placer, mi mano se fue llenando de mi semen mientras el cris estaba dándome con todo, mas fuerte, reventándome el culo, y dijo “Me apretaste el pico hueooooon aahhh!” y sentí como también explotó. Era exquisito verlo. Varios empujones mas para arriba y yo sujetado de el para no caerme, y se fue relajando. Jadeo, una sonrisa, comenzó a respirar relajado y se llevo las manos atrás de la cabeza, dejándome ver sus hermosos bíceps. Seguía moviendo su pelvis pero más suave. Yo había llenado mi mano y su abdomen de mi leche y también me reponía de mi corrida. Abrió sus ojos y solo me dijo “que rico weón gracias” Yo fui a besarlo aún con su pene dentro de mi, mientras me seguía moviendo en suaves círculos.
Esa noche seguimos disfrutando.

En la mañana me sirvió desayuno y me llevó al aeropuerto, con su gorra gaucha y su porte de macho, un hombre de 19 años mas rico que la chucha que me comí completo. Ese hétero resultó ser bi después de todo. Se olvidó de toda la timidez del día anterior. Mantuvimos contacto por un tiempo pero luego lo perdimos. Se casó con una linda chica pero siempre me invita a volver. Algún día lo haré.