Cumpliendo 18 – Parte II

Al Pato solo se le veía la cabeza por sobre la cama, yo quedé helado, no sabía cómo reaccionar, solo lo miraba y me imaginaba lo peor, nos iba a pegar, le iba a decir a mis papás, le iba a decir a todos. La mano de Camilo apretaba fuerte la mía era obvio que él también estaba asustado pero ese miedo se transformó en algo que nunca había sentido, el Pato se levantó y la sorpresa fue cuando lo vimos con el pene afuera masturbandose, lo tenía enorme, grueso y duro, sin decir nada se puso en frente de la cara del Camilo y no hubo necesidad de decir nada el simplemente lo tomó con su mano y empezó a mamarselo, yo me puse duro como nunca antes, la mezcla de emociones fue excitante a morir nunca la había tenido tan dura, la acomodé y empecé a penetrar al Camilo, estaba en un sueño no podía creer lo que pasaba el pato tenía fuertemente agarrado de la cabeza al Camilo y me miraba con una cara de el próximo serás tú. Mire hacia donde estaban el Daniel y el Héctor para asegurarme que realmente estaban durmiendo y no se movían así que seguimos con lo nuestro, el Pato dio vuelta al Camilo y lo puso en 4, vi como le acariciaba el culo y empezó a penetrarlo, el Pato lo tenía más grande que yo así que vi la cara del Camilo cuando lo sintió dolor y placer, yo me acosté al frente me limpié y el empezó a chupármela y masturbarme, q cosa más rica nose como fuimos capaces de no meter ruido nos ahogamos todos los gemidos, y creo que eso fue aún más excitante. Veía la cara de placer del Pato y de Camilo, estaba tan caliente mirándolos y se me antojó comérsela al Pato quería sentirlo también, así q me moví para que ellos terminaran, limpié al Pato y empecé a chupársela, la tenía exquisita dura gruesa grande se le marcaban las venas era enorme para la edad que teníamos, el se agachó y me dijo al oído quiero correrme en tu culo, obedecí sin pensarlo, me di vuelta el me mojó para que entrara mejor sentí como acomodo la punta, esa presión que es excitante y luego lo sentí entrar lentamente ufff ese dolor cuánto te va abriendo pero a la vez tan excitante, sentía que no paraba de entrar estaba en el cielo, empezó a moverse, miré a Camilo y tenía sonrisa de satisfacción que no pude evitar sonreírle también, se me acercó y me dijo “¿me dejas acabarte dentro también?” No pude decir que no y me empezó a penetrar la boca, fui la perra de esos dos pie un buen rato, hasta que siento la calentura en mi culo, el Pato se había venido, me apretaba las caderas y sentí como su pene se hinchaba por la eyaculación, estaba tan concentrado en esa sensación que no vi venir cuando sentí el líquido caliente en mi boca y en mi cara, Camilo también sensación había venido y estaba calentita estaba riquísima, el Pato me dio vuelta para quedar boca arriba y empezó a masturbarme hasta que me vine, me saltó como nunca antes me llegó hasta mi cara, el Pato me miró, nos miramos los tres y él nos dice ya terminamos vamos a dormir.