El celular del primo

Bueno mi relato es algo corto creo.

Pasa que tengo un primo (Cristian) que a mi parecer lo encuentro muy rico y despierta en mi mucho morbo, un día él me pide que le baje música al celular y yo buena onda le dije que sí, él me iba diciendo las canciones y yo las descargaba, en una me deja solo y yo de curioso voy y me meto en su galería, yo estaba claro que me metí para ver si encontraba pack, hasta el momento nunca lo había visto desnudo, la cosa es que no encontré nada, y pasó un rato y le entregué el celu,.

Pasaron los días y fuimos a la piscina, y es en ese lugar donde lo vi desnudo por primera vez, me quedé tan pegado que él me dijo que porque lo miraba tanto, en ese momento morí de vergüenza, pero a la vez estaba muy excitado, pasaron los días y una tarde me caí y me doblé la muñeca, fui donde él ya que él vende muñequeras, tobilleras, etc, y esa fue la segunda vez que lo veo desnudo, y es aquí donde la cosa sube de tono, cuando entro él venía saliendo de la ducha con una bata, pero esta no estaba cerrada, sino que se podía ver todo su pecho, abdomen, pene y piernas, a él no le daba vergüenza mostrarse, y me dice que que quería, le dije que una muñequera, y me dice espérame acá, a la salida de la pieza, y de afuera siento que me grita que entre, a lo que yo entré y él estaba sentado en la cama con la muñequera en la mano y con la piernas abiertas, cabe destacar que su pene flácido media más o menos 13 cm, y era cabezón y grueso, yo no podía despegar la mirada, a lo que él me dice que me acerque, y tomó mi mano y la puso en su muslo mientras abría la caja de la muñequera, y con un tono de vos calmado me dice «¿te la pongo ahora o después?», mientras me hablaba acercaba mi mano a su pene, hasta que llegué y lo empecé a pajear, le creció bastante el pene, y se sentían unas venas que uff me dejaban loco, te lo puedo chupar? le pregunté, y él me dijo “solo si queda entre los dos nomas”, yo le dije que sí, y comencé a mamar, estuve así por unos 30 minutos, después de un rato me dejó la boca llena de semen, yo lo miré, él me miró y me dijo “podríamos hacerlo más seguido” yo le dije que sí, porque no podía creer lo que había pasado.