El cuico

Esta historia pasó hace años atrás, cuando yo tenía 22. Mi tía vive en un barrio muy cuico de Santiago, y todos los veranos se va de vacaciones con su familia. Yo aprovecho de ir a cuidar su casa y su mascota mientras ellos no están, y de disfrutar de la piscina y la casa. Ese año ya había aprendido a utilizar las aplicaciones de citas por primera vez y probé suerte en la zona. Uno aparecía a 300mts. La foto, solo un abdomen musculoso, decía “aburrido” y la edad 20.

Empezamos a hablar y yo me hice pasar como que vivía ahí y que solo había bajado la app recientemente. Hablamos poco el primer día y el segundo hablamos un poco más. Me dijo que su familia estaba de vacaciones y que él no pudo ir porque tenía exámenes en la U, pero ya había terminado. Al tercer día conversamos de varios temas y llegamos a la parte sexual, me dijo que era activo, y me pregunto que buscaba yo. Le dije que me gustaba mamar y ser algo sumiso, aunque no tenía tanta experiencia. Compartimos algunas anécdotas y quedemos de hablar al día siguiente.

Al día siguiente después de almuerzo me preguntó que estaba haciendo. Le dije que aburrido. Y me dijo “estoy caliente, ven”. Obvio acepté. Caminé 3 cuadras hasta su casa. Era una casa enorme, mediterránea blanca. Le dije por la app que estaba afuera y abrió la puerta de calle. Me dijo, estoy al fondo en el patio, en la piscina, entra no más. Por lo que entré en la casa. Era gigante, pasé por el recibidor hacia el living y de ahí salí al patio. Era como un parque, me acerqué a la piscina y ahí estaba él, sentado en un reposera, en pelota. Era muy rico, pelo casi rubio, con rulos, cara muy angulosa, cuerpo definido, lampiño, no muy musculoso, y un pene, no circuncidado, sin nada de pelos, largo, y unas bolas que colgaban aún más abajo por el calor.

Sonrió cuando me vio caminando hacia él, y yo me reí también. Bromié sobre que al fin lo conocía bien, y me dijo ahora faltai tú. (Hablaba muy zorrón) Así que me saqué la ropa para estar a tono. Conversamos un poco tendidos en las reposteras sobre cosas tontas, mientras yo me echaba bloqueador. Él me preguntó si me echaba en la espalda, le dije que si, yo estaba sentado en la repostera y se paró y se puso a mi lado, mientras me echaba bloqueador y me apoyaba el pene en el brazo. Sentía que se ponía duro, lo miré y lo tenía casi en la cara. Me puse duro yo casi de inmediato. Me dijo “se nota que lo queri” y se empezó a frotar en mi brazo. Se lo iba a agarrar para metérmelo a la boca y se echo para atrás. Me dijo “no po wn” si lo queri tení que pedirlo. Le dije “quiero comértelo todo”. Me dijo “a ver cuánto lo querí, ponte de rodillas”. Así que me arrodillé en el pasto, se acercó a mi. Vi ese pene de cerca y medía como 19 cm y unas bolas que colgaban bajo, estaba duro pero el forro no había corrido nada sobre el glande. Lo iba a agarrar nuevamente y me dice “no wn, manos atrás, yo te lo doy, abre la boca” hice lo que me dijo, se acercó a mi y me escupió en la boca, con su verga me dio unos tulasos y esparció la saliva, me lo metió en la boca, de a poco, y comenzó a follarla, poco a poco más adentro. “Eso culiao, trágatela me decía”. Pero me cabía 1 tercio y yo hacía arcadas y salivaba mucho. Así que puso las manos en mi nuca y me forzaba más adentro, hasta que entraba cada vez más al fondo y sentía sus bolas pegarme en el mentón cada vez que se movía hacia adelante. “Mira cómo te gusta el pico” me decía mientras lo metía lo más al fondo que podía y me miraba a los ojos llorosos y baba que me colgaba de la cara. Me dijo acuéstate el la reposera. Así que fui y me acosté boca arriba, el se paró abierto de piernas sobre la reposera, con su verga sobre mi cara y empezó a follármela duro, sus bolas estaban apoyadas en mi cara, yo puse mis manos en sus caderas tratando de contenerlo un poco, y me dijo pídeme leche, le dije “dame leche”. Dime donde la quieres. “En la cara”. Ya chúpame las bolas, dijo mientras me las ponía en la boca y se masturbaba sus bolas eran para ahogarse, caían en mi cara y me cubrían toda la boca, su pene apuntaba arriba y él se masturbaba con fuerza, solo sentí sus gemidos y vi cómo empezaba a chorrear semen espeso de su pene, cayó en mi nariz primero y corrió por mis mejillas y unos chorros en mi frente y pelo. Y mientras echaba la cabeza hacia atrás me frotó el pene por la cara esparciendo su semen, con esa calentura acabé yo también que me estaba masturbando mientras tanto.

Luego se paró y me dijo límpiate con la toalla. Luego de eso estuvimos tirados un rato y después nos bañamos en la piscina, conversamos, nos reímos, etc

Después nos vimos más veces ese verano y esas serán otras historias.