El mejor descuido – Parte II

El alcohol y el cansancio por el sexo hicieron que aquella noche durmiera profundamente al lado del Byron, tan solo dormí un par de horas pero fueron más que suficientes para descansar todo lo que necesitaba. En la mañana fui el primero en despertar, estuve un rato contemplando como el Byron dormía, sus ojos cerrados y su boca un poco abierta, también aproveché de contemplar su cuerpo, el cual estaba en parte cubierto por las sábanas y frazadas de mi cama, mirándolo con atención me di cuenta de que era muy peludo de brazos y piernas 🤤 pero no tanto en el pecho, yo por mi parte soy poco peludo, tengo vellos en las piernas principalmente 😅 habré estado unos 5 minutos mirándolo cuando veo que se despierta y se voltea a mirarme, hola, me dice, hola, le respondo, el Byron me queda mirando seriamente, y con una mano toma las frazadas para taparse completamente y protegerse del frío de aquella mañana tan helada, una vez cubierto su cuerpo procede a esconder su mano dentro de las sábanas, para luego llevar su mano a mi cintura y acercarme a él, tras lo cual me da un beso y me dice: “Que rico lo de ayer” y me vuelve a besar para luego dirigir su mano hacia mis nalgas, las aprieta un poco e introduce sus dedos entre ellas, al mismo tiempo posa su cabeza al lado de la mía y susurra en mi oído “Pero nos faltó lo más rico”.

La situación me tenía caliente y contento, lo de la noche anterior ya había sido sorpresivo, pero este despertar tan candente hacia que se me pasaran muchas ideas por la cabeza. Mientras sentía como sus dedos jugaban con mi hoyito, yo lo único que hacía era suspirar en su oreja y apegarme más a él para que nuestros penes ya duros se frotasen, sin duda un excelente despertar, pero podía ser aún mejor, así que me acomodé para darle un beso de esos bien calientes mientras le agarraba el pico, y luego bajé hasta su abdomen mientras al mismo tiempo lo iba pajeando, mi destino era obvio y él lo sabía, así que recostó su cabeza en la almohada mientras yo acercaba la mía a su pico, en cuanto lo tuve en frente le pasé la lengua por todo el glande, el cual ya estaba algo mojado, luego bajé hasta sus cocos y pasé mi lengua desde ellos hasta el glande, y enseguida procedí a meterme su pene, primero me concentré en chuparle solo la cabeza, y mientras lo hacía miraba la cara del Byron, quería saber si me estaba observando pero no era así, tenía la cabeza echada hacia atrás y estaba con los ojos cerrados, su boca semi abierta dejaba escapar un montón de suspiros, y cuando aún mi lengua jugaba con su glande sentí como sus manos se posicionaron en mi cabeza, el Byron empezó a acariciar mi pelo, a veces lo agarraba y lo soltaba para luego pasar sus dedos entre mi cabello, pero pronto empecé a sentir como sus manos hacían presión para que me comiera ese pedazo de pico por completo, yo también quería aquello así que no lo hice esperar y procedí a meterme su pene lo más que pude, llegué casi hasta la base e inmediatamente mis ojos se humedecieron, de verdad me costaba tragármelo todo, pero disfrutaba el desafío, lo sacaba y me lo volvía a meter, cada vez con más ímpetu, y el Byron igual ayudaba con sus manos, hasta que por fin me lo comí todo todo, mi nariz quedó hundida en su pubis, mis ojos ya lagrimeaban y en ese momento volví a mirar al Byron, quien esta vez me miraba fijamente, con una cara de entre caliente y sorprendido, yo a penas podía respirar y luchaba por contener la arcada, creo que él lo notó, por que no tardó en soltarme, con lo que yo inmediatamente me saqué su pico, tomé un poco de aire y volví a su pico, esta vez solo quería chuparlo sin metérmelo tanto, y así estuve un rato, jugando con mi lengua en su glande y chupándole los cocos mientras lo pajeaba, precisamente en eso estaba cuando me dice: “Me voy a correr”, y yo inmediatamente volví a su pico para chuparle su cabecita, le dí unas dos chupadas cuando se empezó a correrse, su semen espeso cayó un poco en mi lengua y en su abdomen, por la potencia del chorro acredité que el Byron estaba muy excitado, yo aún estaba muy caliente por lo que lamí todo el semen que cubría su pico, el Byron solo gemía, hasta que me hace me dice “ven”, por lo que solté su pene y me acerqué a él, y él me tomó de la nuca para acercarme más y que nos besáramos, fue un beso rico, muy calentón, tras el cual me recosté a su lado, ambos nos estuvimos mirando un rato sin decir nada, aún hacía mucho frío, por lo que nos volvimos a tapar e hicimos cucharita, él se ubicó atrás mío, posicionando su pico flácido entre mis nalgas, y con una mano tomó mi pene y lo empezó a pajear, a medida que lo hacía su pene se ponía duro, y el Byron se empezó a mover de forma que su pico rozaba bruscamente mi hoyito, como forma de preámbulo de lo que se vendría más adelante, tan solo estuvimos unos minutos así hasta que me derramé en su mano, ya ambos habiéndonos descargado procedimos a levantarnos.

Aquel día no pasó nada más sexual, tras levantarnos nos duchamos y tomamos desayuno, conversamos un poco de lo que había pasado, si bien pude sentir un poco de vergüenza en el Byron por lo que habíamos hecho, él me dejó en claro que le había gustado y que no se arrepentía, yo por mi parte solo había quedado con ganas de más, así que tras despedirnos me quedé pensando en que hacer al respecto… Le vuelvo a tocar el tema cuando tenga la oportunidad?… Lo vuelvo a invitar a mi departamento?… Espero a que él muestre interés?… muchas ideas y muchas opciones, pero mejor era esperar a que llegara el Lunes, y así lo hice, aquel Lunes estaba ansioso por verlo, pero obviamente planeaba actuar como si nada hubiese pasado, lo saludaría como lo hago usualmente y cuando pudiésemos hablar esperaba que lo hiciéramos como dos “bro” amigos de trabajo porque no homo, estuve toda la mañana atento para verlo cuando pasase por mi sección, pero nunca llegó uwu