El practicante

Soy ingeniero comercial, tengo 35 años y trabajo manejando cuentas comerciales en una empresa. Tengo un buen pasar económico y una vida social no muy activa, mi vida afectiva se fue al carajo, me separé de mi novia de 10 años hace unos meses y la verdad he tenido que replantear toda mi vida. Hace una semana la empresa aceptó a unos practicantes de una universidad, los asignaron a varios ejecutivos entre ellos yo.

Entré a mi oficina y me estaba esperando un chico de unos 20 años, delgado, no muy alto, pelo negro y unos ojos grandes y profundos, nos presentamos, muy agradable el chico y nos pusimos a trabajar. Al pasar las semanas me di cuenta que su vida social era muy activa, recibía mensajes todo el día y siempre de fiesta en fiesta, “te envidio, ojalá hubiese tenido esa vida en la universidad”, le dije ,“si quiere salimos, tengo amigo de todas la edades, jefe” me contestó riendo, “vamos a tomarnos algo a la salida” me dijo con una sonrisa amigable y acepté. Fuimos a un bar, nos tomamos unas cervezas, conversamos, supe que él era bi, la verdad asumí que él le daba a lo que viniera jajajaja, lo conté de mi vida y fue bastante agradable. Esa noche todo terminó ahí pero con la promesa que no sería la última.

Un par de semanas después de esa noche me invitó a tomar nuevamente, fuimos a un bar, conversamos y llegaron algunos de sus amigos todos muy simpáticos, no pensé que entraría en un ambiente tan agradable, seguimos tomando y propusieron ir a bailar, fui a regañadientes, el baile no era lo mío pero estaba con ganas de seguir webiando así que fuimos. Estábamos todos bailando en grupo y él se me acerca y bailando junto a mi me ofreció más copete, acepté y debo decir que no me molestó que se haya acercado tanto, él lo noto y siguió ahí al lado mío moviéndose y bailando, fue inevitable mirarlo, tenía buen culo, su sonrisa era cautivadora y sus ojos llamaban mucho la atención. No sé si de borracho o algo más le dije que si vivía muy lejos se podía quedar en mi departamento, que no había problemas, él aceptó y pedimos el Uber, cuando íbamos en camino me habló de mil cosas y sentí su mano en mi pierna, pensé en quitársela pero no me molestaba.

Llegamos al Depto, le ofrecí una cerveza, hablamos otro rato y quedamos en ir a dormir, me quedé en la cocina, él había ido al baño y me llama que necesitaba ayuda con algo y quedé pegado, estaba en boxer pero con polera tratando de bajar algo de una repisa, tenía un culazo hecho a mano, su cuerpo estaba buenísimo, estaba tan caliente que no me importó que yo era hetero, solo lo vi y me calentó, él me quedó viendo y me dice “jefe ayúdeme que no puedo”, me acerqué, él se debió haber dado cuenta por qué apoyó todo su culo en mi cuando bajé lo que necesitaba, me miró y no pude evitarlo, lo agarré y comencé a besarlo, estaba exquisito, agarré ese culo y estaba duro, firme, se me puso durísima, él me agarró sobre el pantalón “jefe, que grande lo tiene y está durito”, pendejo me tenía caliente, se agachó, me desabrochó el pantalón y empezó a chupármela, fue maravilloso, esa saliva hacía que se sintiera tan húmedo, él pendejo me miraba con esos ojos hermosos que tenía, me la corría y pasaba mi pene por toda la cara, se levantó, “métamela jefe, quiero que me de” se dio vuelta y me miró, no necesité lubricar, tenía el pene tan mojado que lo puse y entró al tiro, estaba apretadito, lo agarré de la cintura y empezó a gemir tan suave, le di despacio, suave, sentía como mi pene entraba y se movía, empecé a subir la intensidad, me lo follé duro, no pudo evitar gritar, yo lo agarraba “pendejo culiao rico” le decía, él solo respondía “deme duro jefe deme más que está rico”, no aguanté y me fui dentro de ese culo exquisito, saqué mi pene y el semen comenzó a chorrearle, él se paró, me dio un beso y me dijo “lo espero en la cama jefe, hoy vamos a follar toda la noche”.