Fast love sureño

Debo confesar que me encantan las historias de aqui, son lo mejor y me dejan caliente a full, para ello, dejaré el mio, espero les guste.
Soy Andrés, tenía 23 años en ese momento. Mido un poco más de lo promedio, uso lentes y soy algo rellenito, además de tener una piel bastante pálida. Esta historia ocurrió una noche de insomnio a finales de septiembre de 2024. Me conecté a la aplicación amarilla, con la típica idea de solo charlar un rato mientras me ayudaba a dormir. Fue entonces cuando vi a un chico que me llamó mucho la atención. Era hermoso, un poco más moreno y alto que yo, también usaba lentes, y algo en su perfil me cautivó. Decidí saludarlo, y la conversación fluyó de manera natural, como si nos conociéramos desde siempre, ninguno buscaba una relacion, solo algo para conversar y ver que onda.
Hablamos de varias cosas, hasta que le mencioné que ya debía dormir, ya que al día siguiente tenía que trabajar temprano. Antes de despedirme, le pregunté qué tan lejos vivía, y él me dijo que «no mucho». Pensé un poco, ya que tenía un roomie, pero no me importó demasiado. Le dije: «Ven a dormir conmigo». Aceptó la invitación, y, como en Valdivia las distancias no son muy largas, me avisó cuando estaba afuera de mi casa.
Cuando nos vimos, nos dimos un beso, el mejor que he tenido hasta ese momento. Lo dejé entrar, y nos acostamos con el calientacamas encendido. Él no llevaba pijama, ya que me contó que se había acostumbrado al frío del sur.
Conversamos durante un rato más, y me contó que era de la misma ciudad de donde yo venía, y que había vivido un tiempo en Valdivia, pero estaba por irse. Extrañamente, nunca nos habíamos cruzado antes, años sin vernos, sin hablarnos, sin saber de la existencia del otro. Hasta que nos empezamos a besar en la oscuridad sin hacer mucho ruido y era como si el tiempo se parara, porque ese momento era nuestro, sentia su calor, su ternura, sus manos, todo de el, todo en la oscuridad, sentia como me hizo suyo, sentia como cada beso era apasionado, como si nos amaramos. Cuando despertamos al día siguiente, le pregunte que debia hacer durante el dia, solo me dijo «no mucho» a lo que respondí «seamos pololos por un dia», me dijo que si.
Esa misma tarde, fue a buscarme al trabajo. Pedí la tarde libre y él me invitó a almorzar. La conversación siguió aún más, y decidimos regresar a mi casa, queríamos descansar después de la noche anterior, pero una cosa llevó a la otra y pues no jaja. Nos desnudamos, nos besamos nuevamente y la pasión se apoderó de nosotros. Disfrutamos de esa tarde juntos, cada instante fue especial, vi el cielo, hicimos el amor esa tarde, sentia cada pulso de su verga en mi culo, cada beso apasionado y cada caricia, se vino dentro de mi, en ese momento supe que era de el y el era mio. Al final, cuando todo terminó, nos despedimos de un beso y juramos estar en contacto, vi que regresó a su ciudad y que estaba con alguien, pero, no quita que le tenga estima, es un buen recuerdo.
1 Comentario
Anónimo
febrero 26, 2025 a las 1:14 pmSegunda parteeeeeeeee