Hermano mayor

Esto pasó la Navidad pasada. Yo me llamo Juan, tengo 22 años y tengo un hermano mayor de 28 que se llama Jesús. Él siempre fue mi inspiración para ser alguien en la vida. Vive en Suiza, pero regresó a México el 12 de diciembre de 2024.

Cuando llegó a la casa, lo abracé mucho, ya que no lo había visto en mucho tiempo, y me sorprendió su nuevo físico: era musculoso y nalgón. Él me saludó de forma amistosa. Después de cenar, los dos nos fuimos a la habitación de nuestra infancia, y él me contó cómo era Europa, que le iba bien en su trabajo y que le gustaba el gym. Se rio de mi físico por ser delgado, pero no le di importancia. Nos dormimos, pero yo tenía pensamientos sucios: que se siente las rusas o probar esas nalgas. Estaba excitado.

Por la mañana, mis padres se fueron a trabajar y me dejaron solo con mi hermano. Así que decidí no ir a la uni, preferí quedarme con él. Él salió de la ducha y vi su cuerpo musculoso; casi me desmayo, jeje, de calor y belleza. Después se fue a vestir y fuimos a pasear en la CDMX. Fuimos a Bellas Artes y a la Friki Plaza. Cuando fuimos a comer al Sanborns, él pidió una hamburguesa y yo unas enchiladas Sanborns. Mientras nos traían la comida, me preguntó: «¿Ya no eres virgen?». Yo le respondí con timidez: «No he perdido mi virginidad». Él solo dijo: «Bueno».

Después de comer y ver lo último, regresamos a casa. Yo estaba pensando que ya había hecho algo tonto, entonces me fui a mi cama. Él me siguió y me dijo: «¿Quieres que te la chupe?». Yo le dije que sí. Entonces me bajó el pantalón y el boxer, y comenzó a masturbarme con la mano. Ya después, que se me paró de 19 cm, usó su boca. Yo sentí felicidad y calor. Él miraba mis reacciones y gemidos, y tocaba mis testículos. Después de un rato salió mi semen, le manché la boca; solo se tragó algo y se limpió con una toalla húmeda, y después me limpió a mí.

Llegaron nuestros padres, cenamos panbazos —una práctica normal— y después se fueron a dormir. Jesús y yo nos quedamos un poco más. Él me dijo: «Oye, ¿quieres repetir?». Yo le dije que lo iba a pensar.

Después de ahí, todo fue tranquilo: ir a posadas y misa, y a los mercados a ver lo de Navidad y festejar en familia. Entonces llegó el 24 de diciembre. Nuestros padres no pudieron estar en la cena de Navidad por su trabajo en el hospital —son médicos—, así que se fueron. Yo me quedé solo con Jesús. Entonces pedimos pizza y vimos El Grinch. Cuando terminó la película, yo fui por su regalo de Navidad y se lo di. Cuando lo abrió, era una figura Amiibo de Joker de Persona 5; yo sabía que le gustaba mucho esa franquicia. Después él me abrazó y me agradeció, y me dijo: «Tápate los ojos para tu regalo de Navidad». Entonces me los tapé. Cuando me dijo «ábrelos», lo vi a él desnudo con unas esposas. Me dijo: «Hoy te voy a enseñar algo que te gustará».

Entonces se puso las esposas, y yo me quité rápido mi pijama. Me senté en su pecho y me hizo una rusa con sus tetotas de hombre chichón. Yo estaba feliz, y él lo vio en mis gemidos y en cómo reaccionaba. Después de venirme, me dijo que le quitara las esposas, entonces yo usé la llave. Después me tiró a la cama, se puso encima de mí, sacó lubricante de uno de los cajones y se lo untó en su agujero. Fue a buscar un condón al cuarto de nuestros padres y regresó rápido. Entonces me lo puso en mi verga.

Yo estaba nervioso, no sabía si podría soportar su peso y un culo nalgon y apretado. Me comenzó a dar sentones; yo estaba nervioso, pero después me gustó. Le di nalgadas e intenté moverme, pero él hacía todo el trabajo. Yo estaba feliz. Después de venirme, se levantó, me quitó el condón y se tomó mi semen. Me dijo: «Pequeño hermano tiene leche rica».

Después de eso, dormimos juntos. Ya después de las fiestas, él regresó a su país, pero estamos en contacto siempre. Y siempre me dice: «Mi 🍑 es solo para ti, pequeño». Yo estoy emocionado porque llega el próximo martes, y también estoy excitado, más porque quiero hacer la posición de cuatro con él y también otras cosas, jeje. Si pasa algo, les aviso, jiji. ¡Felices fiestas!