Mamadas en el estacionamiento del Líder
Antes de comenzar con la historia me gustaría presentarme, soy un chico de 19 años, moreno, bastante peludo y de 1,71cm.
La historia comienza cuando estaba caliente por una mamada, y estuve paseándome por algunos baños de la ciudad buscando algo de diversión que nunca llegó. Tuve muchas conversaciones cortas con chicos en páginas de citas, pero con ninguno llegué a concretar, en ese momento ya me estaba haciendo a la idea de irme a mi casa para hacerme una paja, hasta que me llegó un mensaje de un hombre que estaba cerca.
-Wena andai cerca, te tinca hacer algo?
-Dema que si po, pero tienes lugar?
-Tengo el auto estacionado en el super que está cerca, igual son piolas
-Yapu, te apaño
-Espérame en la entrada del estacionamiento
-Buena
En ese momento comencé a caminar hasta la entrada del supermercado mientras veía el perfil del hombre. Tenía 31 años, blanco y se le miraba un pecho bastante peludo, como me gustan. Cuando llegué le avisé y me dijo que lo esperara unos minutos, en esos minutos comencé a ponerme algo nervioso e la situación, pero mi calentura adolescente me ganó.
Después de varios minutos el hombre llegó, un poco más alto que yo, blanco y de barba. Nos saludamos y entramos al estacionamiento, me señaló cual era su auto y entré al asiento del copiloto. Su auto estaba casi a la entrada, por lo que nos movimos hasta el fondo. Cuando llegamos nos cambiamos a los asientos de atrás.
-Ponte cómodo nomás
En ese momento comenzó a tocarme sobre el short corto que llevaba, mientras que con su otra mano subió mi polera para comenzar a chupar mis pezones que estaban duros de la excitación, pasó su mano por debajo y comenzó a masajearme las bolas, yo me sentía en el cielo. Levanté mis caderas y el bajó totalmente el short con mis boxers y empezó a comerse todo mi pene que se iba endureciendo de a poco.
-La chupas muy bien weon, me está encantando.
Él solo se dedicaba a seguir chupando, parecía que hubiera nacido para eso. A su vez, su dedo se fue abriendo paso por mi culo, hasta que llegó a mi entrada y me masajeó mi ano mientras no paraba de comerse mi pene, yo solo atinaba a echar mi cabeza hacía atrás y ver estrellas. Después de un rato paró y se desabrochó el pantalón y dejó ver su pene, mas grande y peludo que el mío.
-Querí probarlo?
No dudé ningún segundo y me metí ese pene a la boca, comenzaba por su enorme cabeza y me hacía paso a todo su tronco. Él empujaba mi cabeza más al fondo e inundaba toda mi garganta con su mástil hasta llegar a sentir sus pelos en mi nariz. Seguí con ese movimiento unos minutos mas, mientras saboreaba y sacaba todo el sabor a su pene.
-Lo haces muy bien weon, me encanta.
Lo masturbaba mientras chupaba la punta de su pene y parecía estarle gustando, cosa que me encantaba. Paré y comenzamos a masturbarnos, después se puso sobre mi y juntó nuestros penes para hacer una paja doble, sentir esa fricción y calor era lo mejor del mundo.
-Voy a acabar.
Yo lo incité a que lo hiciera y tiró todo su semen sobre mi pene y pelvis, el cual ocupé como lubricante para pajearme y terminar acabando mientras me dedeaba el culo. Me dio papel para limpiarme y me dejó en la entrada del estacionamiento. Me fui a casa satisfecho.
🔥 ÚNETE A NUESTROS CANALES DE TELEGRAM 🔥
Recibe los mejores relatos directamente en tu celular
IR AL CANAL DE TELEGRAM
No hay comentarios aún. ¡Sé el primero en comentar!