Mamando cuatro vergas en el cyber café

Ésta es la primera vez que escribo un relato así. Soy un chico de 30 años. Soy muy tranquilo y me cuido mucho, pero en ciertas ocasiones me gusta descontrolarme y hacer cosas muy morbosas. Por cierto soy de tes blanca, en ese tiempo tenía pelo corto y negro, contextura media.
Esto ocurrió un domingo de noviembre en el 2022, ese día estaba muy caliente, tenía muchas ganas de mamar, así que fui a un cyber café, que es un lugar de encuentros gay que había en pleno centro de Santiago, el lugar contaba con cabinas privadas, un PC, con el cual nos podíamos comunicar con los demás asistentes, también cada cabina contaba con una puerta con cerradura y llave, adentro se podía hacer todo lo que quisiéramos.
Apenas llegué a mi cabina privada, difundí un mensaje en el chat interno, diciendo que tenía muchas ganas de mamar, así que esperé a que alguien me contactara y me habló un chico de unos 33 años, me dijo que se la fuera a mamar, así que de inmediato fui a su cabina. Cuando llegué, me abrió la puerta y me encontré con un chico muy guapo, moreno, delgado pero bastante tonificado, como de mi altura, 1,70. De inmediato me invitó a pasar, cerró la puerta. Empezamos a hablar:
-Así que tienes ganas de mamar- me dijo. Y le respondo que sí, bastante.
Se notaba que llevaba un buen rato masturbándose y se empieza a tocar y saca la verga de su bóxer, veo una verga grande y gruesa, ahí la empiezo a tocar, luego a pajear, se sentía muy rica. De pronto me dice, anda, chúpamela. Y yo ni tonto, bajo y comienzo a lamer la cabeza, era bastante deliciosa la verdad, tenía muy buen sabor, era morenita también, así que poco a poco me la fui tragando más y más, como era bastante grande, yo calculo unos 20 cm, me costaba metérmela toda, hasta pude de lo caliente que estaba, le empecé a hacer garganta profunda. Al rato puse sus manos en mi cabeza, haciéndole entender que quería que me follara por la garganta, y así lo hizo, estaba súper excitado, deje su pico muy babeado, a veces la sacaba para respirar y aprovechaba de lamerle sus ricos coquitos, que se notaban estaban cargaditos, me gusta tragarme ambos mientras lo pajeo.
Luego yo volvía a mamar y él me volvía a hacer garganta profunda y aunque me dieran arcadas, él seguía follándome por la garganta. Yo estaba feliz y esperaba que me diera la leche. Pero de pronto me pregunta -¿quieres chupar más picos?- Y le digo -si, me encanta mamarle la verga a varios chicos a la vez-
Entonces mientras se la chupaba, a ratos lo pajeaba, se la lamía, le hacía garganta profunda y le chupaba los testículos, él estaba en el chat hablando con otros chicos. Deja la puerta abierta y me dice -ahí viene uno- y se para y me empieza a follar por la garganta. En ese momento llega el otro chico, era venezolano, muy alto, contextura media y piel blanca, usaba mascarilla, así que no vimos su cara. Él viendo esa escena donde me follaban por la garganta saca su pene bien duro y se empieza a pajear frente a nosotros, de pronto el chico de la cabina me saca su pene de mi boca y me lleva al del venezolano, y lo empiezo a mamar, primero la punta, le pasaba la lengua, esta verga también estaba muy deliciosa, era blanquita, con la punta rosadita y muy venosa. Mientras se la chupaba al venezolano, con la mano izquierda pajeaba al chico de la cabina.
De pronto el chico venezolano me agarra de la cabeza y me mete su verga todo lo que pudo por la garganta, pero ésta verga era tan grande y dura que no me cabía toda, yo calculo unos 22 a 23 centímetros y bastante gruesa. Así que estaba todo caliente tratando de tragarme esa verga. De pronto el chico de la cabina me agarra la cabeza, sacándome la verga del venezolano de la boca y me hace tragarme su verga, y luego se mete al chat e invitó a 2 chicos más.
De pronto empecé a hacer mamadas intercaladas para ambos, es algo que me calienta mucho. En ese momento entran los otros 2 chicos y sacan sus vergas y me hacen chupársela a ellos también. Así estuve mamando las cuatro vergas, haciéndoles garganta profunda a todos, les chupaba los coquitos y me follaban por la garganta por turno.
Luego uno de los chicos que llegó al último, habla con el chico de la cabina, se pone un condón y lo empieza a follar ahí mismo y yo le empiezo a mamar la verga mientras lo follan, fue algo maravilloso, de todas formas iba mamando también a los demás chicos. Hasta que el chico nuevo acabó dentro del chico de la cabina y se fue. Yo mientras mamaba a todos, iba lamiendo, pajeando, haciendo garganta profunda, me follaban por la garganta, yo calculo que estuvimos así aproximadamente una hora y un poco más sin parar.
De repente el chico venezolano me dice -voy a acabar, ¿dónde quieres la leche?- y le respondo -la quiero en la cara- saco mi lengua dispuesto a recibir la leche y de pronto lanza unos diez chorros grandes de leche en mi cara, chocaban bien fuerte la verdad, yo totalmente extasiado, el semen chorreaba por mi cara hasta mi ropa y eso me calienta mucho, el chico venezolano me da las gracias y se fue.
El otro chico que llegó último también estaba ahí y también acabó en mi cara, pero no era tanta, aun así era bastante morboso tener el semen de dos chicos en la cara, ese chico también se fue después de acabar.
De pronto el chico de la cabina me pregunta -¿quieres más leche?- y yo digo -sí, sí quiero- y me dice -pídela- y le empiezo a decir -dame tu lechita, la necesito, me encanta la leche- yo sacaba la lengua y de pronto comienza a lanzar muchos chorros de leche, saltaron en mi cara, pelo, y ropa, era más leche que la del chico venezolano, cuando terminó de darme la leche, yo estaba tan caliente sintiendo los chorros de semen en mi cara bien calentita que me empiezo a pajear y gimo de placer y acabó también chorros y chorros de leche, dejando todo el piso sucio.
Luego me levanto, hablamos un rato y le pregunto si tiene papel para limpiarme, no tenía nada, pero tenía papel en mi cabina, así que me despedí y salí así, con toda la cara llena de semen, en un principio me dio vergüenza, pero después me calentó mucho que me vieran así, imaginando que a alguien se animaría a darme más leche en mi carita.
Cuando llegué a mi cabina, me vuelvo a pajear, sintiendo la leche de hombres, disfrutando el olor, sintiéndome una putita. Me encanta quedarme un rato con la leche de los hombres que me follan en el cuerpo un rato. Luego me limpié y me fui muy satisfecho, pero con toda la ropa llena de manchas de semen, de hecho una de mis prendas aún conserva la mancha, porque nunca salió y me acuerdo de esa rica experiencia de ese día cada vez que lo uso.
Tengo varias experiencias así en el cyber, comenten si les gustaría leer más historias similares.
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4 Comentarios
oscar
noviembre 20, 2024 a las 10:32 amQue cyber?
Anónimo
noviembre 20, 2024 a las 7:52 pmUff si, cuenta más!!
Andres
noviembre 20, 2024 a las 8:46 pmDónde está el ciber
Anónimo
noviembre 24, 2024 a las 8:51 pmQue es rico chuparlo en esos lugares. Faltan más maduros nomás