Marcos y yo II

Pasaron las semanas y yo no podía de lo caliente, ahora tenía sus fotos y videos y solo quería más y más. Se me hizo costumbre revisar el teléfono de mi pololo cada vez que dormíamos juntos, llegué a agradecer que esto pasara con tanta distancia porque así había material y yo tenía más y más pico para mi… Hasta que de pronto sus chats pararon, no se actualizaba. La verdad créanme o no, pero no revisaba las conversaciones, me iba directo a la galería y veía las fotos, videos. No me interesaba ver el sexteo, me daba lo mismo, yo buscaba pico. Así que bueno, revisé la última conversación y nada, no era como una discusión ni nada, solo era un intercambio normal, hablando de algo casual.

¿Qué iba a hacer ahora?

Necesitaba el pico de Marcos y no sabía cómo hacerlo para poder comerme a ese hombre.

Pasaron las semanas, meses de hecho y yo nuevamente perdí las esperanzas. El pico de mi pololo no me satisfacía y eso que debo decir es como promedio, no chico, deben ser unos 16 cm, medio grueso igual, pero yo quería el de Marcos. Esa tula cabezona, larga, no tan gruesa, pero siempre simétrica y atrayente, realmente pienso que me enamoré de un pico.

Todo siguió así, hasta que un día mi pololo de la nada dice el nombre de Marcos, y yo, como les dije soy bueno haciéndome el weón así que le pregunté que quién era.

-Marcos es un chico con el cual tuve algo antes de conocerte. Vive cerca de mi casa y a veces seguimos hablando, ¿no te molesta, cierto? Mi pololo sonaba hasta preocupado, casi culpable, pero yo solo quería saber más de Marcos, qué me importaba a mi su vínculo, yo quería el pico que traía el hombre.

-No, obvio que no. Obvio que cacho que hay hombres antes que yo apareciera en tu vida, ni que fuerai solo mío jajaja

Nada hacía presagiar como dice Carlos Pinto que ese comentario mío nos llevaría a tener una conversación sobre sexo, amor y a mi a darme cuenta que el sexo era solo eso y yo quería comerme a Marcos como fuera. No me importaba la infidelidad, mi pololo me estaba mintiendo en la cara, yo sabía que hablaba con Marcos hace meses, quizás años y no me importaba, me daban celos que fuera él y no yo.

Pasaron más semanas y yo sutilmente nombraba a Marcos de vez en cuando para saber más de él. Así fue como mi pololo me contaba que Marcos era súper dominante, que era bruto y que le gustaba ser atentido por su pasivo. Mi pololo es vers, yo solo muy pasivo por si acaso. Saber esto de Marcos real me dilato el hoyo, quería experimentarlo, necesitaba un hombre así, mi pololo era muy suave conmigo, yo quería alguien como Marcos.

Al final para ir cerrando este capítulo se me ocurrió una idea que ayudó a avanzar mi obsesión. Con mi pololo ya llevábamos varios años de relación, yo ya un par de años sabiendo de la existencia de Marcos y como a la fecha de dicha idea ellos seguían teniendo encuentros de vez en cuando. Se me ocurrió agregarlo a IG, obvio le avisé a mi pololo y si bien le llamó la atención, no me dijo que no. Agregue a Marcos al par de días de eso y él me aceptó, pasaron como dos semanas y yo no veía sus historias, nada, muy haciéndome el weón. Hasta que un día use el arma secreta de cualquier zorrita, mejores amigos. Subí una foto de mi culo y no pasaron ni 2 minutos y me habló Marcos, a quien obviamente había dejado en MA.

-Hola, que rica la foto. Me gustan los culitos grandes, se ven más ricos cuando culiai.

Listo, Marcos va a ser mío cuando menos lo espere.