Médico Colombiano

Tengo 35 años, mido 1,74, peso 75 kg, buena verga, buenas piernas y buena espalda. En general, en mi trabajo soy un hombre muy serio, respetuoso y profesional, a pesar de que en el trasegar de los años uno ha visto de todo, pero en general uno como profesional no ve a los pacientes con morbo o curiosidad, incluso si físicamente coincide con tus gustos. Me pasó un par de excepciones a esta regla en Medellín, pero este relato sucedió en Bogotá.
 
Yo ya llevaba varios meses trabajando en una medicina prepagada prestigiosa en Bogotá, para decir verdad aquí sí que iban tipos guapos, era como un desfile de gente bella recurrentemente, a veces eran personas extranjeras, era un buen sector donde quedaba este centro médico; un sábado fui a mi consulta normal, yo solía ir en uniforme durante la semana pero los sábados me iba en ropa particular ya que solo trabajaba hasta el medio día, ese día yo tenía puesto un drill color beige y camisa blanca. En general tengo buena pierna, suele vérseme buen bulto, la verdad es que sin querer, suelo quedar bultón, y las camisas muy bien puestas.

Me puse la bata e inicié la consulta, pasó el tiempo, tipo 11:00 a. m., llamo por altavoz a un hombre con apellido poco común. Entró a la consulta con su esposa, lo supe después de presentarnos. Eran jóvenes, casi recién casados, él era peruano y ella colombiana, un tipo guapísimo, como 1,90 de estatura, se notaba que le daba duro al gimnasio, ¡un culo!, buenas piernas, llevaba un jean ajustado azul de color uniforme, sin rotos ni líneas, camisa blanca de cuadritos grises manga larga recogida en los antebrazos, un poco abierta en el pecho, tenía una barba rasurada pero de cara se veía muy bien, antebrazos velludos, se salía vello por su pecho pero recortado, reloj plateado, se veía ancho de todo lado, mejor dicho se veía muy bien. Es raro en mí, pero me empezó a intimidar un poco, porque yo empecé a sudar mientras me describía su motivo de consulta.

Yo noté que miró dos veces mi bulto mientras conversábamos pero con disimulo. Le pedí que se retirara los zapatos para ir a la báscula y medir su peso, la talla se la pregunté. En ese mismo momento, la esposa recibió una llamada, dijo que se salía del consultorio y lo esperaba en el carro, él le pasó las llaves. Cuando sucedió esto él le abrió la puerta y vi que la cerró con seguro. Yo dije internamente ¡uy!, seguí escribiendo, noté que él se volvió más confianzudo, más “risueño”. Le pregunté cosas casuales como qué hacía en Bogotá, sobre su trabajo y su salud en general, me dijo que me veía muy joven para ser médico, hablamos de la comida peruana etcétera.

Le pedí que pasara a la camilla, se sentó en la misma, me disponía a tomar sus signos vitales. Ustedes saben que al estar sentados en una camilla que es alta las rodillas quedan a 90°, el médico está de pie y la cadera o bulto del médico queda cerca a la rodilla del paciente. Me acerqué a tomar su tensión arterial y quedamos muy cerca. Él abrió las piernas y su rodilla izquierda quedó frente a mi bulto mientras yo acomodaba el brazalete, y noté una mirada diferente pero con algo de pena. Al acercarme su cara casi que daba cerca a la mía y él empezó a respirar un poco más rápido y fuerte mientras yo insuflaba el brazalete. Luego pasé a escuchar su frecuencia cardiaca, le pedí que abriera su camisa y quitara sus botones, noté que tenía la frecuencia cardiaca como en 110, o sea, tenía taquicardia.

Yo me acercaba más porque tenía que ir hasta su corazón, él me respiraba cerca a la oreja, un poco más agitado y pone su rodilla en mi bulto. Yo no sabía si retirarme pero me quedé justo ahí, sin hacer nada, seguía auscultando sus latidos y el man estaba a toda. Le pregunté: “Estás asustado?? tienes el corazón a mil”. Me dice: “Un poco nervioso Dr.”. Le respondí: “Tranquilo, estás en confianza”. Seguí auscultando sus pulmones, le pedí retirar la camisa, se la quitó, un man que se nota que hace gimnasio pero con algo de barriga, no tenía six pack pero un pecho delicioso, todo velludo pero recortado, pelos como de 2 semanas, unas tetillas ricas, axilas depiladas, no sé, es un gusto personal, no lo tomen a mal, pero me gustan los tipos muy masculinos y este brotaba masculinidad, hasta el perfume, los brazos, ya me entienden.

Bueno, se quitó la camisa, se abrió la correa, yo me acerqué más para llegar a su espalda, él empezó a respirar más fuerte, pero ahora sí parecía a propósito, él puso su la mano en su rodilla, yo me acerqué y de nuevo puso su rodilla en dirección a mi bulto, yo me acerqué y se lo puse ahí, ausculté sus pulmones, me acercaba cada vez más pero yo no sabía qué hacer. (Lo que pasa es que durante una consulta médica hay una relación de poder del médico hacia el paciente, si pasa algo, cualquier persona te puede denunciar por cualquier cosa, por eso los médicos en general no nos atrevemos nunca a tener morbo en un consultorio, sabemos bien esto. Incluso, cuando no ha pasado nada de verdad hay gente que denuncia o incluso si el mismo paciente lo buscó, por eso nos cuidamos al extremo).

Entonces, él empezó a mover sus dedos rozando mi bulto, yo ya estaba super duro!!, seguro se notaba, él tenía la frecuencia respiratoria y cardiaca a toda, nos acercamos ahora sí de frente, y me dice: “Dr., le iba a decir también que me duele una rodilla desde ayer al estar trotando, creo que me pude haber lesionado”. Le pedí que quitara el jean, se pone de pie, al quitarlo me doy cuenta que tiene la verga muy dura, la tenía hacia un lado, le llegaba casi hasta la cresta ilíaca, se veía gruesa, se sentó de nuevo en la camilla, revisé sus rodillas, parecía todo normal, pero el man ya no aguantaba más y yo menos, sentía cómo me salía precum, no sé, yo ya estaba que se la sacaba pero dejé que él empezara todo.

Me acerco y le explico que todo está bien, su examen físico parecía de un paciente normal, pero me quedo firme en la mitad de sus piernas mientras él estaba sentado $ yo de pie, él se acerca más hacia mí, queda en la orilla de la camilla, me empieza a respirar en la oreja, yo en la suya, nos juntamos, él se coge la verga, se la masajea, se notaba que estaba lubricado, sus bóxers eran grises ya con una mancha de humedad. Me dice: “Dr, le falta revisar esto”. Se la cojo, estaba como un mástil, durísima!, me cogió el bulto de una, yo ya estaba que explotaba, lo desnudé por completo, tenía una verga larga, yo le pongo 20 o 21 cm sin duda, realmente larga y gruesa, con vello recortado, huevos sin pelos, rosada, glande rico, y un culo!, sí se notaba el culo y piernas peludas, la verga de una vez se va al ombligo porque se paraba hacia arriba, lo empecé a masturbar, él desabrocha mi pantalón, saca mi verga y dice: “Uff!”. Me empieza a masturbar, él aún sentado en la camilla y yo de pie, mi verga es más gruesa, bastante más gruesa pero no tan larga, quizá 17 o 18 cm, más oscura, él se baja de la camilla, se sienta en las escalerillas de la camilla y me la empieza a mamar, con un deseo que ustedes no se imaginan, como si llevara con esas ganas reprimidas, no sé, se prende a mamar, luego yo la suya, empiezo a mamar también, sabía delicioso, no sé, ese man gemía, lo siento en la camilla, tenía la verga muy lubricada, mientras lo masturbo, bajo con la otra mano al peri4neo y luego al ano, él de una brincó, y me dice: “Ay Dr siga arriba” y se ríe. Yo le dije: “Vos tranquilo”.

En los consultorios generalmente tenemos lubricante para hacer los tactos rectales, cogí un poco y lo llevé hasta su ano y empecé a masajear, mientras él estaba sentado pero contra la pared, tenía un culo velludo, aquí nos dimos el primer beso bien dado, él me besaba mientras yo masturbaba su pene y a la vez masajeaba su ano, le puse mi verga en la entrada de su ano, pero sin penetrar, masajeé su ano por varios minutos, y él estaba muy excitado, tocaba mucho mi pene, me decía que se veía muy grueso, pero yo estaba concentrado en él, empecé a introducir un dedo y luego dos, yo le dije que se dejara llevar, él se veía algo asustado, pero llegué a su próstata, créanme que sé dónde queda la próstata y ahí me quedé, trabajándole la próstata con dos dedos, le daba y le daba círculos, él se retorcía, tanto que gemía pero le dije que bajara la voz que había personas en el corredor, yo seguía con mi trabajo a dos manos, estuve así como por 10 minutos, el glande lo tenía muy inflamado, se sentía que quería eyacular, yo estaba feliz viéndole ya esos pelos del culo para adentro, por ratos se la mamaba pero no sacaba mis dedos, al final los saqué, me limpié las manos con toallas de papel, ahora sí, él seguía sentado y yo de pie, uní las dos vergas, él las empezó a masturbar juntas, la mía sí era más gruesa pero la de él más larga definitivamente, él sudaba como caballo, era una cosa impresionante, nos seguíamos besando pero ahora sí con fuerza, hasta que él eyaculó primero, y luego yo, las dos leches quedaron juntas, yo me vine demasiado, ustedes no se imaginan, o sea, cayó en todo su abdomen, piernas, camilla, piso, brazos, manos, todo lo volvimos nada. Él solo dijo: “¡Dios! ¿Qué fue esto tan rico?”.

Nos lavamos las vergas en el lavamanos, yo le ayudé a limpiar todo con muchas toallas de papel, incluso el sudor, me daba picos mientras le ayudaba a limpiarse, se vistió yo también, nos sentamos de nuevo, le entregué las órdenes médicas, no me soltaba la mano y se reía, se puso de pie, me dio un beso y me dijo gracias Dr, volveré a la cita de control. Yo ya en modo serio le dije: “Sí señor, por acá lo esperamos”. Nos despedimos y chao. Yo me devolví a la camilla a seguir limpiando rastros, me dolieron los huevos todo el día, sentí que eyaculé demasiado, eso fue increíble!! luego lo busqué en Instagram, no lo agregué, no le escribí, dejé de trabajar ahí, no nos volvimos a ver.
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4 Comentarios

  • Anónimo
    octubre 8, 2025 a las 9:46 pm

    Que rica historia! Estuve duro toda la historia! Soy de España, pero te dejo mi perfil! @Chechuuu92

  • Anónimo
    octubre 9, 2025 a las 1:57 am

    Que rico relato agrégame @MaykeRipoll

  • Alex
    octubre 10, 2025 a las 8:17 pm

    Que buen relato admito que he tenido fantasias con algunos doctores cuando visito el hospital jaja pero se me pasa rapido por que uno va por que esta enfermo o tiene examenes de algo. Pero si me gustaria tener algo con un doctor en su oficina 😂. Saludos

  • Anónimo
    octubre 12, 2025 a las 11:37 am

    Que buen relato y que ganas de estar ahí, mi perfil es @andres_tco90

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