Mi hermano de sangre

¿Le has pasado que siendo gays hay weones que a veces tiran sus indirectas esperando que uno se lance?. Pues me pasó, y nada más que con mi propio hermano.

Iván es mi hermano por parte de papá, que por cosas de la vida nos terminamos conociendo en esas visitas de Papá Corazón que tenía mi viejo cuando nos presentó. La típica charla de «Son hermanos igual así que deben cuidarse entre todos». Creo que hasta ahí nunca hubo nada que pudiera predecir lo que pasaría después. Los años pasaron, y yo siendo el mayor, a veces Iván me hablaba para pedirme plata. Vivo solo así que darle algo me costaba más el esfuerzo que la plata misma. Ustedes entienden.

Un día me cuenta que su mamá se iría a Argentina y que él se iría a vivir con mi papá acá en Chile. Le comento que es muy buena idea para irse conociendo más. Todo muy normal. En unas vacaciones a Valdivia años después (donde vivía mi papá) los paso a ver, y cacho que mi papá y él ya no viven juntos. No entendía qué había pasado, pero debía ordenarme bien para visitarlos. Cuando llego a ver a Iván, lo noto distinto. Más nervioso y paranoico. Algo le pasaba y en verdad no quería entrar en detalles. Lo quería pasar bien. Entramos a una pieza que ahora arrendaba y me hace pasar. Vivía solo por ahora. Faltaban inquilinos a quién arrendarles, por lo que podíamos tomar y fumar pitito tranquilos.

-Hermano- me dice mientras saca dos latas de chela -ahora que estay acá podríamos tirarnos unas líneas-

Me gusta la sensación de jalar, pero lo evito. Aunque esta vez, y porque estaba de visita lo acepto. A mi hermano como que se le suben los ánimos y me invita a comprar. Hacemos la mano por la app amarilla, y cuando la abre, cacho que tiene chats sin leer. Muy normal si compras este tipo de cosas ahí. Se hace la transacción y nos devolvemos a su pieza. Saca dos latas más y prepara su asao al vidrio. Con un billete de luca hace el tirador y aspira una gran línea. Se arquea haciendo un «aaah, que rico», y yo lo sigo. Un par de toques y hace efecto enseguida. Nos ponemos a conversar de la vida, del amor, y de cómo es vivir siendo hijo de mi papá. Un mujeriego cabrón que dispersó hijos por todo Chile, y ahora de viejo siente las ganas de tener familia. Mi hermano vuelve a preparar otras líneas y me hace el honor de comenzar yo. Jalo con el billete y siento cómo penetra en mis fosas nasales la mierda. Puta que estaba rica. Él me sigue. Y cuando se limpia la nariz me habla.

-Y hay culiao rico o no?- su tono cambió un poco y no le di importancia.
-Puta hermano, si- le confieso -ser gay igual te deja la puerta abierta a hacer weas sin tanto compromiso-
-A mí las minas de acá me tienen chato, weón- se enoja, quizá por el efecto de la droga en el cuerpo -las culias lo único que buscan es que tengan auto y plata, y que las inviten para todos lados-

Lo miro extrañado.

-Si pensai así, es obvio que vai a atraer minas pencas po weón- le digo también un poco exaltado. El jale me estaba haciendo efecto igual.
-Ya, pero pa qué po- me dice y se queda en silencio.

Mi hermano se toma de un sorbo el resto de cerveza y va a buscar dos más. Cuando vuelve se acuesta a mi lado, dejando las dos chelas en su velador.

-Ando terrible caliente- me mira.
-Y qué querí que haga yo?- lo miro devuelta -córrete una paja y volví.
-Y si te bajai los pantalones y me dejai ponértelo?- me dice super tranquilamente. Yo quedé de piedra.
-No wei po- le digo. No sé si por efecto de la falopa, pero el pico se me empieza a parar.
-Yapo- me dice -si me dejai, yo después te paso el culo- me insiste, produciendo cierto eco mental que ya conocía.
-O sea que ya te lo han puesto?- le pregunto sorprendido.
-Si. Con un primo de mi edad hacíamos esas weas, pero siempre quería que se lo pusiera. Una vez nos pillaron y nunca más ví a mi primo.

Me estaba contando weas importantes en un contexto super de mierda, pero quizá era la única instancia de que me contase eso.

-Ya, pero te gustaba hacer eso?- quería seguir profundizando, todo en un tono genuino.
-Si, hermano. Si entre hombres se pasa bien, pero las minas son muy webiadas y hay casi que pagarles-
-Oye, con los hombres es igual- me río.
-Si, pero al menos siempre hay sexo po- El weón tenía razón. Muchos amigos heteros decían lo mismo después de pololear con mujeres.
-Y le hay dao besos a hombres?- le pregunto. Hablar tan abiertamente con mi hermano me hacía sentir cómodo y quería saber más.
-Si, pero no me gusta la barba. Una vez me comí a un trans y el loco era una mina, hermano. Ni un pelo en todo el cuerpo- me dice. Cada vez se ponía más turbia la confesión.
-No soy muy de trans. Me gusta el pico y el culo de los hombres, weón- la tula se me estaba poniendo más dura.
-Estuve saliendo con un trans de mi edad, y hermano, me comía el pico muy rico. Me decía que la tenía super grande. Una vez nos grabamos. Querí ver?-

Conchetumare. Esto ya se estaba poniendo muy morboso. Ver un video de mi hermano culiando con
un trans era algo que no imaginé ni en mis weas más cochinas.

-No te creo- me río -yo igual tengo grabado algo con mi ex, pero nica te los mostraría- le digo.
-Ooh yapooo. Te lo muestro y tú me mostrai el tuyo- Iván saca su celular y busca un chat de Instagram. Recorre la conversación hasta decirme «lo encontré!».

El vídeo mostraba literalmente a una chica joven, con un culito flaco y sin ningún pelo, comiéndose la vergota de mi hermano. También me estaba dando cuenta que la tula gruesa venía de mi papá. Nunca le vi el pene al que se estaba penetrando mi hermano. Solo saltaba y saltaba, y gemía como una verdadera mujer, hasta que se para el vídeo.

-Ya. Muestra el tuyo- Iván estaba decidido.

Saco mi celular y busco el vídeo que tenía muy escondido entre las carpetas de mi celular. Lo reproduzco y se lo paso. Lo único que escucho son los gritos de mi ex diciendo que quiere que lo preñe en una lluvia de sonidos de pelvis chocando. Noto que se le para a mi hermano, y sin avisarme se saca la tula. Era morena y gruesa, no tan grande, pero curvada hacia abajo. Su glande apuntaba sutilmente como una letra C, y sus coquitos eran super pequeños, pero estaba depilado.

-Oh, que rico, hermano. Y te lo culiabai así siempre?- el weón se masturbaba súper rápido.
-Mis mejores polvos- le respondo -después de él me ha costado estar satisfecho en la cama.
-Y hermano, tení el medio pico!- mi hermano había llegado a la parte en que le saco la tula a mi ex de su culito hambriento, y se la colocó al lado de su delgada verga, y le tiro el semen encima. Iván ve eso y acelera más su ritmo.

-Hermano, me la podí correr tú?- me sorprendo de sus palabras.

No sé si la calentura del momento, la morbosidad latente y la droga hicieron lo suyo, pero estiro mi mano hasta su pene y se lo siento. La cara de mi hermano cambia por completo. Él quería que pasara esto. Se la corro por un rato mientras me mira esperando algo. Yo sigo mirando su pene. El pene de mi hermano.

-Chúpamela- me dice. Yo no sabía qué hacer, pero no quería parar de pajearlo. Estaba rico.

Iván se acomoda un poco y deja su mano sobre mi verga que estaba durísima. Me la soba un poco y luego me baja los pantalones. Yo seguía haciendo lo mismo, cuando él se mueve un poco hasta quedar frente a mi pene. No veo duda en él y yo estaba expectante. Mi hermano me baja el prepucio descubriendo mi glande, y se lo mete a la boca. Creo que estuvo como 5 minutos haciéndome la mamada más morbosa de mi vida. Cerraba los ojos a momentos, y sentía su torpe boca haciendo lo posible por tragársela entera. Era bien goloso mi hermano.Él se cansa, y lo suelta. Se vuelve a acomodar y con su mano empuja mi cabeza a ese apetitoso manjar.Miro esa pija por otros segundos más, y le hago una garganta profunda sin avisarle. Su gemido fue tan grande, que espero no nos hayan escuchado.Me toma con ambas manos y se pajea con mi boca. Ser caliente es algo que se hereda?. Me despegó de su pubis y le bajo los pantalones, y me percato que mi hermano tiene casi el mismo tipo de piernas que yo, con muslos gruesos con pantorrillas flacas. Le paso la lengua por sus coquitos, y él intenta que vuelva por su pico, a la que me niego, y le levanto las piernas dejando su agujerito a mi disposición.

-Te han comido el culo?- le pregunto, viendo su cara de caliente a través de sus piernas levantadas. Le había sacado hasta los calcetines a mi hermano, y ya deseaba ese hoyito con unos cuantos pendejos alrededor. Con la cabeza me hace que si. Huelo, y creo que en mi vida había sentido un olor tan a limpio como el ano de mi hermano. No sé qué tenía, pero ni el olor característico de esa zona estaba. Me calentó ver su culo así. Saco mi lengua, y se la paso del inicio de la raja hasta sus testículos. Me devuelvo y él gime.

-No parí- me reclama.

Continúo, esta vez introduciendo mi lengua en su agujero. No tenía ni sabor, pero podía escuchar sus gemidos. Estuve un rato así, teniéndolo con las piernas arriba comiéndole el culo, cuando veo mi propia verga llena de precum.

-Oye, te la quiero meter- le digo a Iván -me tení super caliente.

Mi hermano me mueve la cabeza, sabiendo que venía, y le pongo la tula en la entrada. Estaba súper apretado ese culo. La cabeza entra lentamente, llegando a un tope que no sabía que existía tan pronto en los hombres.

-Hermano, me duele- se queja Iván -No la puedo aguantar. La tení super gruesa-
-Aguanta no más, si después me la poní tú- le digo. Y se la meto más lento, haciendo que la mitad del pico quede dentro de mi hermano.

Espero unos segundos, y veo su cara de dolor. Pobrecito. Empiezo a moverme, haciendo que mi pene entre más, y por un par de minutos disfruto del culo de hermano, hasta que me dice que no aguanta más. Paro en seco. Se la saco y me tiro a su lado. Él me abraza y quedamos desnudos mirándonos.
-No puedo aguantarla, hermano. Me vai a romper si seguí así-
-Que erí cobarde, wn- digo -más encima no te sacai ni una linea más-

Iván se levanta y prepara otra línea. Nos tiramos una cada uno y se me baja la tula altoque. A mi hermano igual. Nos quedamos mirando y nos reímos. Las weas que estamos haciendo.

-Oye, si te invito a hacer un trío con este loquito, me hací la segunda?- me dice Iván.
-No sé, hermano. Va a depender de cómo lo abordemos ese día- sigo -pero ahora quiero puro acabar, y me tení tan caliente que me basta con montarme encima tuyo para correrme-

Veo cómo se le vuelve a parar a Iván, y sin avisarle, me pongo encima de él y me tiro un escupo en el hoyo y luego a su mástil. Me la meto super lento, pero estaba dilatado. La weá entraba rico o yo quería mucho ser penetrado también. Casi que lo dominé siendo pasivo, que empecé a tocar, y después de unos sentones fuertes, le tiro toda la leche en el pecho con mi pene medio erecto. Un orgasmo tan intenso que lo sentí desde el noesni hasta la punta de mi verga. Un semen tan espeso como un moco de la nariz, y tan blanco, que llamó la atención de mi hermano.

-Oooh qué weá. Tení el moco terrible pegajoso- con su dedo presiona mi semen y se le forma un hilo muy grueso. Me toca el pene y el hilo es más largo que debe cortarlo con su otra mano. Nunca me había ido con un orgasmo tan intenso.

Me saco su pene del hoyo, y cacho que tiene un poco de caca. Se lo limpio con confort y no me dice nada. Me acuesto a su lado y lo abrazo.

-Oye, si sale ese trio, tení que hacer cagar al loco que nos culiemos- dice Iván convencido -y así me corro bien, que ahora no quiero eyacular.

Yo sonrío no más. Estaba súper pochito, y no sabía si eso ocurriría en algún momento con Iván.