Mi primera vez en un sauna gay

Un día me dio curiosidad y decidí ir a un sauna gay de la ciudad. Cuando llegue me preguntaron que que rol era yo dije que pasivo esto para dar un collar de color el rosa era pasivo y el amarillo activo, bueno me dieron el collar rosa, Cuando entré, me quité la ropa, nervioso, y al pasar al área de vapor, wow, qué impacto. Cuerpos por todos lados, penes duros, gente chupando y culeando sin parar. Era mi primera vez, y aunque me impresionó ver tanto deseo, me excitó. Todo el mundo lo hacía sin vergüenza, y yo me fui adaptando, sintiendome cómodo muy cómodo con el ambiente
De repente,un hombre con collar amarillo empezó a mirarme desde el otro lado. Se acercó lento, con una sonrisa, y me dijo:
—Hola, ¿cómo vas? no te había visto antes.
—Pues sí, es mi primera vez, estoy explorando, —respondí, un poco tembloroso pero intrigado.
—Ah, qué rico, me gusta eso —dijo, mirándome de arriba abajo—. ¿Y qué te parece este lugar?
—Todo esto es nuevo para mí, pero me gusta lo que veo —contesté, dejando que mis ojos se detuvieran en su cuerpo.
—¿Y yo? ¿Qué tal te parezco? —insistió, dando un paso más cerca.
Le eché un ojo a su paquete, marcado bajo la toalla, y sonreí—. Muy bien, tienes buena pinta.
Se rio bajito y se acercó al oído—. ¿Te animas a algo más? Puedo mostrarte más si quieres.
Me dio ansiedad no lo lo conocía pero si tenía ganas y respondi—. Sí, me tienta, ¿qué tienes en mente?
—Un lugar más privado, donde podamos soltarnos —propuso, con un tono que me puso a mil—. ¿Te vienes?
—Dale, vamos —dije, ya sin dudar.
Me cogió de la mano y me llevó a una cabina privada, cerró la puerta y se quitó la toalla. Su verga estaba dura, gruesa, y de una me dijo arrodíllate y me la metió en la boca. La chupé saboreándola, mientras el disfrutaba. Cogió un condón , se lo puso rápido y me dio la vuelta. Me puso en cuatro y me va metiendo esa verga deliciosa, gemia sentía como sus manos apretaban mi cadera
—No pares, qué rico, le decía
Me cogía duro, cada embestida me hacía gemir más fuerte.
—¡Sigue, papi, qué delicia! —le rogaba, sintiendo cómo me llenaba. Se vino, lo saco me dijo que rico gimes. Sin decir nada mas, se fue como si nada. Me dejó ahí, temblando, con el culo ardiendo y una sensación rara pero chévere, porque nunca me había pasado algo así. Osea no avía tenido sexo tan rápido y sin tanto rodeo Me quedé pensando en lo bueno que la tiene y salí con ganas de más y como si no hubiera con quién en esos saunas Dios, caminando más llegué a una parte donde hay un cuarto oscuro allí si se entra desnudo completamente nada de tuayas ni nada  pero bueno eso ya será para otra historia….
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