Mi primera vez fue con un masajista
Un poco de contexto antes. Hace poco me entró el bichito de experimentar sexualmente con hombres, y quise partir con un masajista que de antemano acordamos el encuentro sexual. Yo ya sabía que iba a pasar sí o sí, que iba a tener mi primera vez con un wn. Ahora la historia:
Llegué a su departamento como a las tres de la tarde. Estaba nervioso, con la boca seca, y lo primero que le pedí fue un vaso de agua. Él me dijo que me fuera quitando toda la ropa mientras él iba por los aceites. Me quedé completamente desnudo y me acosté boca abajo en la camilla que tenía instalada al costado del ventanal. Las cortinas roller dejaban pasar una luz natural suave, y sonaba música relajante de fondo.
Cuando volvió, venía solo con una zunga que dejaba poco a la imaginación. Se le marcaba todo el paquete, se le notaba grande y grueso. Un tipo joven, alto, como 1,85 aproximadamente y varonil. Tenía piernas largas, lisas, un cuerpo atlético, fibroso-marcado, piel suave, bien tostado y completamente depilado. Me preguntó si estaba cómodo, le dije que sí, y comenzó el masaje. Me echó aceite caliente por todo el cuerpo, y empezó a tocarme con sus manos que eran grandes y suaves. Cada vez que subía por mis pantorrillas hasta llegar al culo, sentía una electricidad rica. Me lo juntaba, lo presionaba, se notaba que sabía lo que hacía.
Cuando masajeaba mis brazos, los apoyaba sobre sus piernas, y yo quedaba con la mano justo encima de su bulto. Ahí aproveché de tocarlo por sobre la zunga, y él no dijo nada. Sentía cómo en paralelo mi verga empezaba a endurecerse y presionar contra la camilla. Yo estaba respirando más agitado, y me sentía muy caliente. Cuando me masajeó el cuello, se puso parado por delante de mi cabeza y apoyó su bulto sobre mí cabeza. Le sentí todo el peso a ese paquete. Me rozaba suave, caliente, palpitante. En algún momento se sacó la zunga, yo más acelerado me puse, y cuando se subió sobre mí, podía sentir claramente su pico, que me rozaba, me punteaba, se deslizaba por mi espalda y por mi culo. El prepucio se le corría solo con el roce de su cuerpo contra el mío.
En un momento, se quedó completamente encima mío, y mientras me mordía las orejas me preguntaba: «¿te gusta?» Yo le decía que sí, que demasiado rico. Sentía cómo me abría las nalgas, cómo el glande empezaba a presionar la entrada de mi ano, como si estuviese pidiendo permiso para entrar. Me pidió que me diera vuelta. Yo ya estaba con la verga parada, durísima. Se subió encima mío, me masajeaba el pecho, los brazos, se sentó delante de mi pico, se acerca y nos quedamos cara a cara. Nos comimos con todo. Me chupaba el cuello, los pezones, mientras me masturbaba suave. Yo gemía sin vergüenza. Me dijo que me sentara en la camilla, se arrodilló y empezó a chupármela. Lo hacía increíble. También bajaba hasta los cocos y se quedaba un rato lamiéndolos. Yo estaba vuelto loco. Le dije que quería chupársela yo a él. Se sentó en la camilla y yo me lancé con ganas. Su verga era gruesa, limpia, con el glande rosado. Olía bien, se notaba que se había bañado antes del masaje. Le pedí que me la metiera hasta atrás Nicolás. A pesar de yo tener la boca chica, me la metió toda, me dieron arcadas y hasta me lagrimearon los ojos. Él gemía, me decía que lo hacía increíble para ser mi primera vez.
Después me llevó a su pieza. Me puso boca abajo en la cama y empezó a comerme el culo. Me volví loco. Gemía sin control. Me lamía profundo, me metía la lengua y también un dedo. Yo le rogaba que siguiera, que no parara. Cuando cambiamos, yo le comí el culo a él igual que él me lo hizo a mí. Le tiritaban las piernas. Estábamos los dos sudados, calientes, entregados. Como era mi primera vez como pasivo, igual yo estaba nervioso, y me costaba dilatar. Él me ofreció popper para ayudar. Le dije que sí.
Con el hoyo más dilatado me lo metió. Primero lento, después más fuerte. Me dio durísimo, en distintas posiciones. De vez en cuando volvía a lamerme o a meterme los dedos como para descansar. Me hizo entremedio un masaje prostático con dos dedos y casi me fui solo con eso. La wea buena. Después de mucho rato, más de una hora, me preguntó si quería que me acabara adentro y le dije que sí. Estaba sin condón. Lo reconozco, fue arriesgado, pero estábamos demasiado calientes.
Cuando ya estaba por acabar, me tomó de los hombros, me tenía en cuatro, y empezó a bombear con todo. Se sentían los golpes de su pelvis contra mi culo, sus bolas chocando con las mías. Cuando se vino, me la metió hasta el fondo y descargó todo adentro. Sentí el latido de su pico dentro mío, impresionante. Caí rendido en la cama, él quedó encima, jadeando. Nos miramos, nos comimos suavemente, le dije que me había encantado. A él también.
Después me dejó usar su ducha, me cambié, y me fui con el culo contento.
PD: Por momentos grabó algunas partes. Me excita ver como me cogió y me hago de vez en cuando unas pajas viéndolos.
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3 Comentarios
diego
abril 10, 2025 a las 6:38 amdonde puedo conseguir ese masaje, algun dato como ubicar ese servicio diegosolito629@gmail.com
Anónimo
abril 10, 2025 a las 5:30 pmHola
Este es mi correo electrónico: maximogonzalez746@gmail.com
Anónimo
abril 10, 2025 a las 5:30 pmSegunda parteeeeeeeee