Mi segunda primera vez
Crecí como muchos siendo heterosexual, realmente me atraían las mujeres e incluso en esa primera vez tenía novia. Estaba en la casa de mi mejor amiga y su rommie era gay, yo siempre sentía sus miradas e igual fantaseba. Pues aunque nunca había estado con un hombre, sí había visto mucho porno gay. Esa noche, cuando todos fueron a dormir, yo entré a su puerta tímido y nervioso y le pregunté si quería estar conmigo, él me miro extrañado y me hizo un espacio en su cama. Tan pronto me acosté, él se abalanzó a besarme. Rápidamente nos quitamos la ropa y comenzamos a mamarnos los penes al tiempo; yo no lo esperaba pero él lo tenía realmente grueso, sabía muy bien en mi boca. Luego de mamarme el pene el me tiro boca arriba y me dijo que me lo iba a meter y yo me asusté porque en la habitación del lado estaba mi mejor amiga con su novio que también era amigo de la Universidad, y para todos yo era heterosexual, y todo quedó ahí.
Por eso mi primera vez fue la segunda. Desde ese día yo seguí explorando el mundo gay e ibcluso terminé con mi novia. El porno gay me encantaba y me gustaba mucho imaginarme en lencería. Una tarde decidí comprar lencería y me dirigí hasta un sitio lejano a mi casa. Todo eo camino estaba nervioso, me pregunté si era lo correctoz tenía todavía mucho miedo. Llegué al sitio y me abrió un joven delgado que era venezolano. El me dijo que siguiera, que ya tenía listas mis compras que eran un brief y dos jockstrap, yo sabía que lo mío sería ser pasivo.
Yo iba a recoger mis compras e irme, pero él me dijo que me las midiera y que el espejo estaba en su habitación. Yo fui a medirme cada prenda, me miraba al espejo y me sentía muy sexy, me exitaba solo verme con mis nuevos interiores. Y en un momento él se acercó por detrás lentamente y me dijo que se me veía muy bien lo que tenía puesto, me preguntó si podía tocarme el culo.
Yo estaba nervioso pero le dije que sí, y el comenzó a mirarlo morbosamente y a tocarlo, le daba pequeñas palmaditas y decía que tenía un culo muy rico. Me preguntó si quería que me follara y yo le dije que sí, estaba muy exitado aunque nervioso, supe que iba a ser mi primera vez.
Él tenía una sudadera gris de algodon en la que se le marcaba una rica verga, pero cuando la sacó era muy gruesa, yo me impresioné. Si quiera esa verga me cabía en la boca. Él sólo decía que le gustaban flaquitos como yo, y aguabtadores. Me puso boca abajo en la cama y con lubricante comenzó a meterme los dedos, yo solo esperaba el momento. Ese momento en que me rompió el ano, ahí supe lo que era una primera vez, el ano me sangró y él sólo seguía dándome verga. Yo gemía del dolor, pero me encantaba, no quería que nunca acabara. Y así fue mi primera vez, una que siempre quisiera repetir.
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