No hay como la familia – Parte I: Mi hermano y mi tío
Hola lectores morbosos igual que yo. Hace mucho tiempo había querido aportar a esta página, pero por tema de tiempo no podía. Quiero partir aclarando que todo lo que viene a continuación es real, muchos creerán que lo estoy inventando por lo pervertido que pueden sonar los relatos, pero no es así.
Primeramente, menciono que soy del sur de Chile, tengo una hermana menor (Claudia) y un hermano mayor (Alejandro). Hoy ambos tienen sus familias (pareja e hijos). Por mi parte, soy abiertamente gay, ahora soltero. En mi casa siempre fuimos 6: mis padres, mis hermanos, un tío (Carlos, hermano menor de mi madre) y yo. Por temas de espacios, mi hermano y yo compartíamos habitación con mi tío hasta que este se casó y se fue, Alejandro y yo dormíamos en una litera (yo arriba, él abajo), y Carlos en una cama al lado. Sólo mi hermana tenía pieza sola. No me detendré en detalles del físico, sólo decir que ambos hermanos siempre hemos sido delgados de poto y piernas grandes (herencia de mi papá). Mientras que Carlos es muy flaco…pero ya saben lo que dicen de los flacos jajaja. Y la verdad siempre le tuve ganas, soy bien morboso, así que cada vez que podía lo miraba cambiándose de ropa o me quedaba más rato en la cama para verlo en bóxer cuando se levantaba xd xd.
La relación entre todos siempre fue muy buena. Existían las típicas rencillas de una familia, pero compartíamos harto juntos. Este primer relato habla de la conexión que existía entre los hombres de esa habitación. No me involucra a mí directamente, ya que, en esta oportunidad, sólo fui un espectador silencioso.
Una noche, luego de la celebración del cumpleaños de mi hermano, todos nos acostamos cerca de las 2 am. Tanto mis padres como Alejandro y Carlos se fueron a sus camas algo borrachos, yo en ese tiempo no bebía, así que estaba 100% lucido, lo que me permite recordar claramente cómo pasó todo. Todos en la casa sabían que una vez dormido, nada me despierta, pero esa noche el exceso de bebida me despertó para ir al baño unas horas después de acostarme. Estando ahí pseudo-dormido, unos ruidos extraños llamaron mi atención y me detuvieron a levantarme a orinar. Los ruidos provenían de la cama de mi tío Carlos, la cual podía ver claramente al yo dormir en la cama de arriba de la litera, y por la luz que entraba de la calle. Al comienzo pensé que mi tío se sentía mal o (pensamiento morboso) que se estaba masturbando. Por este último pensamiento, que me calentó en el instante, decidí olvidar mis ganas de mear, y dedicarme a observar, a ver si podía ver ese pico en su mayor esplendor (nunca se lo había tenido la posibilidad de verlo dura, y a lo más dos veces lo había visto blando mientras se cambiaba. Ahí ya se le veía algo rico en porte, así que fantaseaba con verlo erecto). Como la luz de la calle me ayudaba, podía ver la cara de caliente de Carlos y ambas manos bajo las frazadas con un vaivén lento de arriba a abajo, ahogando los gemidos. Dos pensamiento corrieron por mi cabeza en ese momento tan caliente: 1) este wn se está pajeando, mientras mi hermano y yo estamos supuestamente dormidos, quizás cuántas veces lo ha hecho y yo perdiéndome el espectáculo; 2) tan grande lo tiene que usa las dos manos para pajearse??? Las dudas a esos dos pensamiento se disiparon cuando Carlos movió las frazadas, ahí pude ver lo que realmente estaba pasando. Mi tío no se estaba pajeando, sino que estaba disfrutando de una mamada que se la estaba dando nada más y nada menos que mi hermano, a quien sólo se le veía la cabeza y los hombros. Mi corazón latió a mil por hora en ese instante. Estaba entre sorprendido y un poco celoso de no ser yo el que estaba con ese pico en mi boca. De todos modos, la escena me calentó tanto que quedé inmóvil, con mi pene a punto de reventar en mi pijama. Ver a mi hermano mayor disfrutando tanto del pico de mi tío fue una imagen que me llevó a otro mundo y despertó mi lado más morboso.
Continué viendo ese hermoso espectáculo, sin moverme para no alertar a los protagonistas. Alejandro demostraba una buena técnica en la mamada (era obvio que no era su primera vez, pero me preguntaba si era la primera vez de ambos juntos), se metía todo ese pedazo de carne a la boca hasta hacerlo desaparecer, y era un pedazo grande jaja. Luego se lo sacaba y se metía ambos testículos (también grandes) en la boca. Cada movimiento de mi hermano volvía loco a mi tío, quien no podía hacer mucho ruido, pero estoy seguro que quería gritar de placer. Yo por mi parte, muy despacio, saqué mi pene del pijama y lentamente comencé a pajearme con la mejor película porno que había visto hasta el momento. Luego de unos minutos, Alejandro se despojó de todas las frazadas y pude verlo completamente desnudo tumbado entre las piernas de Carlos. Obviamente, yo había visto a mi hermano desnudo, pero nunca lo había mirado con otros ojos. Sabía que tenía un buen cuerpo (sobre todo su culo grande), pero ahí se veía exquisito. Mientras seguía mamando como un profesional, movía sus caderas como una perra, disfrutando de cada momento. Ninguno de los dos decía ninguna palabra, sólo disfrutaban y se miraban con lujuria (no saben cómo agradecía la luz que llegaba).
Luego de unos minutos, estos actores pasaron a la siguiente escena. Mi hermano subió hasta la cara de mi tío e intentó besarlo, pero él corrió su boca evitándolo. Acto seguido, mi hermano escupió su mano y la llevó a su gran culo. Llenó su hoyo con su propia saliva, se sentó sobre mí tío, tomó su pico y lo llevó a su hoyo. Sin mucha dificultad, ese pico de unos 19 cm comenzó a entrar en el culo de mi hermano poco a poco. Se notaba que Alejandro ya tenía experiencia en ello también, porque en un dos por tres la tenía completamente adentro. Cuando sus cuerpo chocaron y el pico de mi tío desapareció dentro de mi hermano, ambos lanzaron un gemido que casi me hizo acabar. Luego de unos segundos, mi hermano comenzó a moverse como si estuviera cabalgando, mientras los gemidos se ambos aumentaban en ritmo, pero no en volumen. Mi tío, que hasta ese entonces había permanecido con las manos en la nuca, agarró los cachetes de mi hermano y los apretó fuerte, ayudándole en el movimiento. Yo no podía más, estaba a punto de acabar con tal espectáculo. Ver a mi tío y mi hermano teniendo sexo a centímetros de mí, me tenía a mil.
Estuvieron unos minutos así, cuando decidieron cambiar de posición. Mi hermano se acostó boca abajo con el culo bien parado, mientras mi tío, sin perder tiempo, se acostó sobre él y de un golpe le volvió a meter todo el pico…ahora él tenía el control. Una vez adentro, pasó sus brazos por debajo de mi hermano, y comenzó a darle unas clavas lentas (para no hacer tanto ruido), pero a su vez profundas. En esa posición yo ya no podía ver como entraba y salía el pico de mi tío del culo de mi hermano, pero por las caras y gemidos de ambos, era obvio que lo estaba disfrutando muchísimo. Carlos se movía muy bien, y Alejandro lo recibía como todo un pro, no tenían nada que envidiarle a los actores porno. Creo que lo que más me calentaba era ver cómo tenían que ahogar su lujuria para no ser descubiertos.
Esa posición duró más tiempo hasta que mi tío le sacó el pico a mi hermano y se puso de rodillas atrás de él. Con ambas manos tomó a Alejandro de la cintura y lo posicionó en 4 frente a él. Debo reconocer que mi hermano se veía muy rico en esa posición. Su cintura arqueada hacia que su culo se viera aún más grande. Sin perder tiempo, Carlos volvió a meter su enorme pico dentro de Alejandro, y comenzó a culearlo nuevamente con la misma velocidad de antes. Mientras tanto, yo hacía un enorme esfuerzo por no acabar en mi sigilosa paja. Luego de unos minutos, Carlos se acercó a la oreja de Alejandro, y en un susurro que pude escuchar le dijo: «voy a acabar, puedo preñarte?» Mi hermano sólo asintió con la cabeza, dándole a entender a mi tío que podía hacer lo que quisiera. Con ese gesto, Carlos aumento un poco la velocidad, y luego de unos segundos, dio un largo suspiro con unas cuantas clavadas más fuertes que las anteriores, dejando en claro que había soltado toda su leche dentro de mi hermano. Mientras mi tío lo llenaba, Alejandro tomó su polera del suelo, y la puso deba de él para aprovechar las últimas clavadas de Carlos y pajearse. Cuando mi tío dejó de moverse, mi hermano comenzó con los espasmos característicos de una acabada, chorreando unos 6 o 7 disparos de leche espesa sobre su polera, hundiendo su cara en la almohada para ahogar sus gemidos. Luego, con mucho cuidado, Carlos sacó su pico, aún duro, del culo de mi hermano y se recostó a un lado. Alejandro por su parte, sacó su cara de la almohada, tomó su polera y limpio los restos de semen de su propio pico, sentándose en la cama de nuestro tío.
Ambos estaban exhaustos, se miraron como dos amantes cómplices y sonrieron. Sólo entonces, mi hermano atinó a mirar hacia mi cama, y en un acto reflejo cerré mis ojos pretendiendo seguir dormido, aunque debajo de mis brazadas mi propio pico estaba a punto de estallar. No quise acabar ahí en ese momento para no ensuciar mi cama, pero me moría de ganas. Continué haciéndome el dormido, sin moverme, hasta que escuché a mi hermano decirle a mi tío:
-Alejandro: menos mal este wn no se despierta con nada.
Carlos: Sí, si no estariamos cagaos’
Alejandro: igual prefiero culiar en tu auto, ahí nadie nos cacha, y la hacemos más piola.
Carlos: jajaja en too’ caso. Pa’ la otra. Ya a dormir ahora. Buenas noches, sobrinito.
Alejandro: Ya chao, buenas noches, tío favorito jaja.
Luego de eso, sentí como Alejandro se acostaba en su cama (abajo de la mía) y abrí los ojos nuevamente para ver a mi tío una última vez. Cuando lo hice, pude ver como Carlos se ponía el bóxer con el pico ya flácido, y se acomodaba para dormir de cara a la pared. Al escuchar su corto diálogo me quedaron claro 2 cosas: 1) había pasado piola, ni se imaginaron que había visto como culeaban; y 2) esta no era la primera vez que lo hacían, y por lo visto no sería la última.
Yo no podía dormir. Tenía el pico demasiado duro, lo único que quería era acabar y, además, las ganas de mear habían vuelto. Así que esperé un momento, y cuando escuché que ambos estaban roncando, bajé de mi cama y me fui al baño. Ahí oriné y me di una buena paja… no duré mucho, pero acabé como nunca.
Bueno, este es mi primer relato. Disculpen si es un poco largo, pero intente explicar cada detalle (así me gusta leer los relatos, para ir imaginando todo lo que pasa). Vuelvo a repetir que esto es real, por muy ficción que suene. Soy parte de una familia algo morbosa y incestuosa. Con los demás relatos se darán cuenta que así es.
🔥 ÚNETE A NUESTROS CANALES DE TELEGRAM 🔥
Recibe los mejores relatos directamente en tu celular
IR AL CANAL DE TELEGRAM
6 Comentarios
Anónimo
abril 5, 2025 a las 9:18 pmExquisito, queremos saber que más hiciste después con ambos
Anónimo
abril 5, 2025 a las 11:17 pmAcabé riquísimo con tu relato, gracias
Síguenos contando por favor
Anónimo
septiembre 14, 2025 a las 8:44 amMassssss por favor
Anónimo
septiembre 14, 2025 a las 12:43 pmOmgggg 🔥
Anónimo
septiembre 14, 2025 a las 3:37 pmUuff que rico morbosear con eso 🥵😋.
Muy bueno el relato, gracias, manda mas de la familia
N1tr0g3n0
septiembre 15, 2025 a las 11:57 amAme que el relato fuera largo y detallado, ojalá hayan muchas partes