Osos al agua

Hola a todos, esta es la primera vez que me animo a escribir.

Para los efectos, soy Benja, 34 años, 1.79 y gordito, bastante gordito. Con harto pelo en pecho, buen culo y bulto normal. Hace algunos años, cuando vivía en Quilpué, tuve la experiencia más hot de mi vida, con un maduro.

Era viernes en la noche, aburrido, en el departamento… caliente, como día viernes, y aburrido. Necesitaba algo de acción y me metí a la app de la mascarita.

Entre tanta gente que aparece, las mil opciones de venta y compra tipo feria de las pulgas de Facebook, los heteros y las escort, apareció un tipo, Victor, 50 años… su perfil sin foto, sin información… un completo desconocido.

En eso… un tap. Respondo y saludo con las típicas preguntas y respuestas de introducción básica de la App. Yo hace rato quería comerme un maduro, porque me llaman mucho la atención, más si son maceteados como yo y si son pelados mucho mejor (me encantan los pelados). Así que viendo que era lo que había y que ya eran casi las 11 pm, le dije que nos juntáramos y él me invitó a su casa. Me envía la dirección, me subo al auto y parto. Su casa quedaba en unas parcelas cerca de Villa Alemana (como a 15 minutos de donde yo vivía). Llego al portón del condominio y lo llamo. Me deja entrar y me indica cuál es la parcela.

Al llegar al portón de la parcela, me lo encuentro a él, parado en el portón, esperándome con un short, sin polera. Victor mide 1.85, es maceteado, tiene mucho pelo en pecho, buen culo, usa barba y es pelado (era tal cual lo que estaba buscando).

Me bajo del auto, me acerco y me da un beso en la boca y un agarrón de culo. Entramos a su casa y me dice: – Te dejé un traje de baño en la pieza, para que te cambies y nos metamos al agua. Yo quedé como, ok. Fui a su pieza, me puse el traje de baño, salí y lo seguí al patio. Tenía una piscina temperada de la cual salía vapor. Me tiré de una y él me veía desde afuera. En eso entra a la casa y sale con una botella de espumante, dos copas y un flotador. Destapa el espumante, se mete al agua, pone las copas y la botella en el flotador, me sirve una copa, salud y nos pusimos a conversar, mientras tomábamos y nadábamos.

En eso le digo: – Sabes, el traje de baño me queda un poco suelto y es incómodo. ¿Me lo puedo sacar?. Él me dice: – es lo que he estado esperando.
Me saco el traje de baño y él hace lo mismo, se me acerca, me da un beso y siento su verga, gruesa, de app 19 cm, con los pelitos rebajados y muy dura. Sin pensarlo, se la agarro él suelta un pequeño gemido. Mientras se la tengo agarrada, comienzo a pajearlo y a besarnos intensamente. Él pone su mano en mi cabeza y me aprieta mientas lo beso mientras el otro brazo lo pasa por mi espalda, abrazándome contra él.

Luego de un rato comiéndonos dentro del agua, le digo que mejor nos salgamos y vayamos a su pieza. Sale él primero y veo su hermoso culo, peludo y redondito, se notaba trabajado. Lo sigo hasta su pieza, apaga la luz, prende una lámpara del velador y me dice: – Ya, saquémonos las ganas.
Y sin aviso, me toma fuertemente, me besa, me abraza y empieza a jugar con sus dedos en mi hoyito. Yo no daba más de calentura, ya con esos besos me tenía soltando precum como loco. Me agacho y meto su verga en mi boca, estaba caliente, gruesa y muy dura, no me entraba toda en la boca pero se la comencé a chupar, la cabeza, me la metía lo más que podía, él hacía presión con su mano en mi cabeza, le chupaba las bolas, sentía ese olor a macho y a cloro de piscina que me tenía en el cielo.

Después de un rato me levanta y me dice: – Acuéstate de guatita en la cama, que me quiero comer ese culo. Me acuesto, se agacha a la orilla de la cama, levanta mi culo y me comienza a pasar la lengua. Yo estaba caliente, extasiado, cada lamida me hacía gemir, gemía como si no hubiese mañana. Victor me metía los dedos para dilatarme, pero yo ya estaba completamente listo. En eso se para, me acomoda y me dice: – La puedo meter de una? Y yo con lo caliente que estaba le digo: – Dale, párteme el hoyo. Me la mete de una y siento como esa verga larga y gruesa entra dentro de mi, comienza el mete saca lento y va acelerando. A medida que acelera me da nalgadas, lo escucho gemir y después de un rato, siento que acabó, con un grito de placer máximo y con su verga dentro mío, dándome la mejor culiada de la vida. Al ver que estaba acabando él me dice: Ya, te voy a llenar y acaba. Yo siento como sus chorros de semen entran en mi, como su verga se hincha y me preña.

Al terminar, se acuesta al lado mio, me da un beso y me dice: -Quédate a dormir… y me sentía tan bien con él que le dije que sí…

Esta historia continuará

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