Cuando me fui de ese lugar, hablábamos por Telegram periódicamente, unas 3-4 veces a la semana, generalmente para saludarnos y enviarnos fotos. En diciembre me fui para esos parajes de nuevo, al llegar lo llamé por teléfono. -Nacho, ¿cómo estás?-Holaaa mi amigo, ¿cómo estás?-Bien, ¿y tu? ¿Qué tal todo?-Bien, acá, hace un calor tremendo hoy.-Sí, […]