Río Mañihuales

Después de esa rica mamada me encaminó a la hostal hablando muy poco, se puso como tímido, y nos despedimos fríamente. En la noche me hice unas buenas pajas recordando lo vivido, y no supe más del Cris hasta el día siguiente después del trabajo, porque me estaba esperando con una camioneta (que era de su mamá) y con una sonrisa me abrió la puerta y me hizo subir, y me dijo que faltaba aún lugares que conocer. Yo de inmediato me puse caliente porque ese huevito quería más sal. Fuimos por la ruta 7 al norte y en el camino hablamos de pega, de minas y de relaciones, le conté cómo fue mi inicio con un amigo del liceo. Aprovechaba de piropearlo porque era encachao el wn, blanquito con barba rasurada y mandíbula cuadrada. Llevaba bermudas que mostraban sus piernas marcadas y peludas, lo justo. Y una polera roja que dejaba ver sus brazos fuertes por el trabajo. El Cris se reía no más.

Llegamos a un río llamado Mañihuales y bajamos a un lugar retirado en la orilla. El llevaba un tarro de nescafé desocupado para pescar e hilo, y en un momento frente al río se puso a explicarme como pescar con tarro. Entero de fome la wea, pero se puso detrás mio y a puntiarme mientras manejaba mis brazos para hacer la pesca. “Te gusa cómo te enseño?” y yo le dije que me encantaba. Entonces me di vuelta y el me plantó un buen beso mientras me tomaba de la cintura. Fue muy caliente. Luego fue a mi cuello y yo estaba comenzando a sentir placer y mi pene quería salir. El se puso de de rodillas y me dijo “puedo?” “Si tu quieres, yo no obligo a nadie” le dije. Me bajó el pantalón hasta abajo y de un tirón también el boxer.

Mi pene ya estaba babeando, como siempre, y lo tomo con la mano primero, como examinando, y después me miraba. Luego llevo la punta de la lengua a mi glande y lo toco, y me volvió a mirar. “ahí voy cabrito” dio justo antes de llevarlo a la boca y darle una chupada al glande, luego masturbó un poco y lo volvió a chupar. Yo sentía la rica humedad de su boca y su lengua, le decía que tuviera cuidado con los dientes y que podía succionar con mas fuerza. Yo estaba botando mucho precum mientras sentía su lengua en la cabaza, y cuando succionaba sentía como el placer se concentraba en mi callampa, era exquisito realmente, así que yo estaba jadeando. En una se lo quitó de la boca, me masturbó un poco más y se paró frente a mi y me dio otro beso con sabor salado, un beso intenso que me fue empujando un poco mas allá, se separó de mi y se quitó la polera de una sola vez y me quedó mirando mientras yo contemplé su hermoso cuerpo. Era un flaco exquisito, tenía los pectorales abultados debido al trabajo de fuerza que había estado haciendo al salir del liceo, como me había dicho ayer. Sus cuadritos no estaban muy marcados pero se notaban un poco. Estaba duro, firme, fibroso. Sus brazos eran firmes. Sus hombros anchos. Me lancé a comerle los pectorales y el se dejó solo un poco, luego me hizo recostar en una orilla y el se fue poniendo sobre mi, me beso un poco y me dijo que quería saber si los huequitos eran mas apretados que las chanas. Se paró de nuevo para sacar del bolsillo de la bermuda un condón y se lo puso en la boca, y se fue bajando la bermuda, dejando ver ese rico pedazo de carne que ayer me había comido. El Cris fue un poco brusco pero me estaba gustando estar con este patagón hétero, según él. Era mi oportunidad y también la suya, por lo visto. Yo me dejé llevar. Se puso el condón y se ubicó en mi entrada entre mis piernas.

Yo teno esa imagen del Cris con cara de caliente apuntándome con su herramienta grabada en mi mente. Le dije que tenía que lubricar un poco, que use su saliva, que puede estar más apretado que una concha, así que me miró con picardía y se echó baba en la mano y la bajó hasta su pene, luego un poco más y después fue haciendo fuerza. Yo mientras me deleitaba mirando como me iba abriendo, y miraba su excelente cuerpo sobre el mio. Mientras fui notando como entraba lento, yo le acaricié la nuca y los hombros, hasta que comencé a sentir sus pendejos en mis cachetes. “Estas caliente adentro wn” fueron sus palabras. Y yo lo atraje hacia mi para besarlo, y apreté mi ano , haciendo que gimiera de placer. Se separó y se acomodó para empezar un mete y saca, de adentro a afuera, de arriba abajo, el lo iba haciendo de forma rítmica, estando sobre mi, y me miraba a veces, pero no decía nada. Qué cosa mas rica sentir en mi culo como se movíae del Cris. Me estimulaba cada estocada, cada movimiento, cada relieve de su firme pene en mi hoito. Yo estaba sintindo un dulce placer en todo mi cuerpo, esa tarde me iba con una mamada y una culeada gratis. Me masturbaba con una mano y con la otra recorría sus músculos, lo que alcanzara. Sus hombros eran firmes, al igual que su pecho. Estaba duro como un toro. Yo decía “hay guachito que rico estás, sigue así, sigue porfa…. Qué rico estás, qué rico tu brazo, que rico Cris” y mientras el Cristobal seguía dándome, un poco mas fuerte. Comenzó a hacerlo muy profundo, y yo me concentré con mis dos manos en acariciar su pecho y sus brazos. Aceleró un poco más y me dijo que ya iba a terminar. “Dale no más wn sigue” y comenzó a gemir y a respirar fuerte, hasta que sentí que llegó a su orgasmo, marcó las venas de su cuello y dijo “ahhhhhh…!!!!” y dio un par de metidas mas, muy profundas. Yo mientrsa apretaba su pecho y sus brazos firmes. De inmediato me masturbé antes de que saque su pene y en menos de un minuto ya me estaba corriendo, salpicando mi propio pecho y un poco de su abdomen. “Qué rico weón” fue lo que le djie. El Cris estaba transpirado y me dijo “no duré nada weón” “nooo compadre, estuvo preciso, gracias por el tour” y nos reimos los dos. “Anda a quedarte a mi casa hoydía” me invitó el Cris… Después les cuento de mi última noche en Coyhaique.