Sexo con un amigo de hace años

Bueno, siempre he querido contarle a alguien lo que me sucedió, pero no tengo a quién, así que por eso se los cuento a ustedes. Hace más de un año que conocí la página y más de alguna paja me han sacado jaja.

Bueno, les cuento: hace poco cumplí 19, no soy un mino, la verdad; soy flaco y pequeño, cualquiera que me vea pensaría que tengo menos. Siempre he fantaseado con el tema de meterme con otro hombre, pero nunca se dio, hasta hace pocas semanas atrás.

Siempre uno tiene al amigo que es mujeriego o siempre se mete con cualquiera que desea. Es el caso de mi amigo Emilio; la verdad es que no es del tipo que me atrajera, pero siempre me contaba todas las cosas que hacía con las minas que se tiraba. Más de alguna vez le pregunté si se metería con otro hombre (nadie sabe que me atraen los hombres, ni él). Mi sorpresa fue grata al saber que sí lo haría, obvio él siempre siendo activo.

El caso es que un día, carreteando, ambos estábamos algo pasados de copa y yo, por lo menos, no podía llegar a mi casa. Emilio vive con su papá, pero nunca está en la casa. La cosa es que me dice que me vaya a quedar a su casa. Yo le digo que sí (nunca me hice rollos con él, porque, como dije, no es de mi gusto). Ya en su casa, empezamos a hablar de weás varias, cuando llegamos al tema de sexo. Él me contó que hace poco había tenido un trío. Yo pensando: “Este weón debe tener el medio pico entonces, si se la puede con dos minas a la vez”.

La cosa es que cuando me contaba los detalles, a mí se me paraba de a poco el pico (soy muy caliente, a pesar que nunca he hecho algo). Yo le digo: “Ya, para weón, que se me para el pico y me caliento”. Él solo se ríe y me responde: “No, si a mí igual se me para el pico cuando me acuerdo”. Yo, ni weón, le digo: “Si querí, yo te quito la calentura”. Ni yo le creía que había dicho esa weá. Pensando que el weón me mandaría a la chucha, me responde: “¿En serio? Entonces ven a chupármelo po, maricón”.

Cuando termina de decir la última palabra, me tiré como un animal a su pico. Sin nunca haber chupado uno, le advierto: “Weón, nunca he chupado un pico, así que si duele no es mi culpa”. El conchetumare tomó mi cabeza y la tiró contra su pantalón. Cuando desabrochó su pantalón, me quedé de boca abierta al ver un pico de casi 20 cm. Yo: “Oh, conchetumare, me saqué el premio mayor”. Yo, sin saber qué hacer, le comienzo a pasar la lengua por la cabeza. Conchetumare, qué weá más rica. Y apenas le tomé el ritmo, me metí la mitad del pico en la boca, porque esa mierda no me cabía entera. Luego de estar como 10 minutos chupándola a todo ritmo, me dice que se quiere venir. Yo como: “No weí po, si estoy súper caliente”, así que le dije que se aguantara un poco más. Después de 5 minutos chupándosela, siento un líquido caliente en mi lengua y, de la nada, un chorro entero en mi boca. Qué weá más rica, esa sensación de que el semen se te caiga de la boca con el pico aún dentro.

Cuando le termino de limpiar su monstruo, me dice que quiere culearme. Yo lo hubiera hecho, pero ni tenía condón ni lubricante, así que le dije que no y que otro día podíamos hacerlo.

Aún espero que me envíe un wsp para que me diga cuándo me meterá ese monstruo. Espero les haya gustado, y cuando me envíe el wsp, les cuento cómo me fue.

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