Sucedido con mi Padre – Pt. 2

Continuamos.
Gracias por los comentarios, parece que sí les gustó saber lo que viví hace años. Entonces, seguimos:

Un día que nos quedamos solos, si mal no recuerdo, me acerqué a su recámara y le pregunté si nos podíamos hacer una, a lo que me respondió que no, que ese día no, no sentí la necesidad de preguntarle por qué y posiblemente él no me dio razones, yo solo lo acepté asumiendo que quizá no quería o que se iba a ocupar al rato, aué sé yo.

Al paso de los días, durante la mañana, estábamos solos y a lo que desperté, a los pocos minutos él entró a mi habitación, no tenía camisa puesta, solo estaba usando unos shorts y me ordenó que fuera a la suya, le dije que estaba bien y que en un rato iría.

Al cabo de unos minutos, hice caso, me levanté de la cama y me dirigí a su cuarto, le pregunté qué pasó y me dijo que cerrara la puerta con seguro, que me bajara los pantalones y me acostara, él entró al baño a cepillarse los dientes.

Saliendo del baño, me dice algo como, “hace días me habías pedido que te hiciera la pajita” y se recostó en la cama sobre su barriga al nivel de mi pelvis y me dijo “¿no te había dicho que te quitarás el pantalón?” no respondí nada. Me lo quitó él, dejando libre mi pene, lo tomó y empezó a jalármela lentamente, al poco tiempo me preguntó si quería que me lo bese.

Claramente la idea me gustaba, pero también me daba nervios, aunque no era esto precisamente lo que yo quería que pasara, sino que fuera yo quien se lo besara, le respondí que no sabía, él en ningún momento dejaba de jalármela pero su ritmo seguía siendo lento.

“No bueno, tú me dices si quieres” fue lo que me dijo, por lo visto estaba dispuesto y obvio terminé diciéndole que sí. Acto seguido, sus palabras fueron “¿Sí?, ya verás que te va a gustar” y sin pensarlo dos veces se la mete a mi boca suavemente.

Era la primera vez que alguien me hacía sexo oral, mi primera mamada y me la estaba dando mi papá. Esa sensación de cuando entra a un ambiente calientito y húmedo… Se sentía demasiado rico, esa sensación abrazadora y viscosa de su boca rodeando todo mi pene, luego iba de arriba a abajo, mientras aún agarraba mi pene desde abajo, se lo sacaba y con su lengua recorría mi cabeza, volvía a meterselo, lamió mis bolas y más abajo de ellas, hasta llegué a pensar que alcanzaría mi entrada pero no fue así, desafortunadamente.

Su mamada, parecía de experto y aunque la estaba disfrutando con cada partícula de mi ser, no me pude resistir a preguntarle si ya había hecho una antes después de que él me preguntara si me estaba gustando, su respuesta fue no, pero yo siento que quizá me mintió.

La cosa siguió, yo evitaba gemir por pena, quise ponerle la mano en la cabeza y guiar la mamada así como hacer que le entre toda, pero me contuve, primero por algo de vergüenza, segundo porque no sabía si eso era algo que él quería o con lo que él estaría bien, y tercero porque yo estaba jugando al no saber casi nada sobre sexo, pero se dio mi polla con todo el gusto.

Verlo comiéndosela toda, lamerla, jalármela, pasar su lengua por la cabeza, el tronco, luego mis bolas, acercarse a mi pelvis poco velluda y depositar algunos besos y lamidas, sin duda no tenía precio y yo me encontraba en el cielo.

La mamada duró bastante, o al menos es lo que yo sentí, no tenía noción del tiempo pero tampoco me importaba, solo tenerlo haciendo cosas conmigo era lo que me importaba.

Llegamos hasta lo último, estaba cerca de terminar y él posiblemente lo sabía, puesto que me pidió que le avisara cuando lo fuera hacer, continuó mamando y en cuanto le dije que ya estaba por correrme, se la sacó de su boca segundos despues de hacer movimientos veloces de arriba y abajo, y con su mano me masturbó lo suficientemente rápido hasta que mi leche salió, no se la tragó, y creo que estuvo bien eso, sino me habría vuelto loco, ambos miramos como escurría por mi tronco hasta llegar a mi pelvis.

Al terminar, yo sentía que mi corazón iba a estallar, iba a mil por hora, hiperventilaba un poco pero trataba de disimularlo, estaba satisfecho, me había deslechado y él también parecía super a gusto con lo que acababa de hacer.

Se levantó de la cama y me trajo papel del baño para limpiarme, y por ese día, eso fue todo. No le pregunté si podía ahora hacerle yo una en ese momento, al menos que yo recuerde, pero me parece que fue algún día más adelante que le hice la pregunta pero me dijo que no, solo que eso no se quedaría así de manera tan fácil.

¿Nos vemos nuevamente en la parte tres? Aún hay cosas por contar… No olviden votar y comentar, así sabré si realmente les ha gustado y si quieren saber qué más pasó.