Tutor de internado

Lunes del año 2022, primer día de internado al que iba atrasado. Después de una tremenda odisea, al fin llego al CESFAM en donde tenía que estar meses. Mi nombre es Javier, ahora Químico Farmacéutico, tengo 25 años, soy bisexual ya hace mucho tiempo, me puedo definir en que he tenido buenas experiencias, no soy para nada feo, suelen decirme que tengo lo mío, aunque suene un poco egocéntrico para mi gusto.

Mi internado era supervisado por Claudio de 34 años, químico farmacéutico de un CESFAM de una comuna poniente de la Región Metropolitana, él era casado, tenía dos hijas pequeñas y se notaba que era bueno para el webeo. Tenía que estar 6 meses cursando el internado, en donde principalmente Claudio era el único farmacéutico del CESFAM entonces pasábamos todos los días de la semana juntos, por lo cual la confianza iba aumentando cada día.

Mientras pasaban las semanas, nos fuimos comentando nuestras vidas, forzamos confianza en donde me hacía muchas preguntas que en ese entonces para mí eran muy confianzudas desde un tutor de internado a un alumno. Jamás me incomodó, pero si las encontraba demasiado random para responderlas. Para empezar, es necesario mencionar que Claudio fue criado en la misma comuna en la que trabajaba, era el típico hueón del CESFAM que organizaba los partidos de fútbol, con los médicos y los kine. Tenía la fama de picaflor con la mayoría de las minas que son parte del área de la salud y la mala fama de infiel. Por mí lado soy piola en relacionarme con hueones un poco antisocial, aunque cuando agarro confianza no hay como cerrarme el hocico, fui criado en la zona oriente de Santiago, fui a una universidad facha y el conocer estas nuevas realidades me tenía un poco extasiado con poder ayudar a las personas de la comuna, entonces mi foco siempre fue ese.

Un día X estábamos hablando con Claudio acerca de las minas del CESFAM

-Oye Javi, hablando de esto, el otro día una de las internas de enfermería me preguntó por ti.
-¿Yaaaaaa…?- le respondí.
-Nada, le di tu Instagram ¿Te molesta?- me preguntó.
-Noo… para nada, aparte hace tiempo que no me pelo con nadie.
-Que eres chanta hermano, si te veo hablando a cada rato con gente por instagram, aparte eres encachado hueón, hasta yo te comería si me gustaran los hombres.

Me dio risa la última frase, típica de hueón fondeado, pero igual me dio curiosidad el llegar a saber que tan “hetero” era después de ese comentario. Por eso solo reí.

-Aparte igual te he cachado que te pelai con hombres, y las fotos que subes a instagram en boxer se ve buen paquete- añadió.

-Jajaja, ya Claudio ¿me andai cuarteando?, aparte cero privacidad, jajaja déjate de sapear.
-Yaaaaa, si no me puedo controlar, aparte no es mi culpa que llegues y abras los chats a mi lado, soy sapo piola, no voy a cahuinear con nadie. Pero déjame decirte que es bueno que seas de los míos.
-¿También coqueteas con locos?- Por dentro me sentí demasiado confianzudo al preguntarlo, pero el anda sapeando así que empate.
-Jajaja noooo, nunca. Me refería a que igual me gusta calentar la sopa, puedo estar casado, pero no muerto, ni hueón.

Ese día llegué a la casa y con solo afán de provocar, subí una foto en boxer tirado en la cama, en donde se me marcaba el paquete, en menos de cinco minutos a Claudio le había gustado mi historia, después de eso me corrí una pajita pensando en que el Claudio se fijaba en mi paquete. Estuve pensando varios días en ese comentario, pero después no le dí importancia con el paso del tiempo.

Un día llegué a eso de las 7:30 al CESFAM y pasé a cambiarme ropa, ya que me pegaba el pique en bici, así que me duchaba y me ponía el traje clínico para andar limpio durante el día. En eso que me estaba vistiendo llega el Claudio, yo figuraba en slip y calcetines, mientras me ponía la polera del traje.

-Media espalda Javier ¿vas al gym?- me pregunta.
-Si, a veces no más, ando más en bici, pero no se trabaja taaaanto la espalda en esa weá, casi nada.
-Pero el culo, ese si se trabaja- mientras me daba un agarrón- aparte está durito.
-Cuidado que soy igual de fácil que tú, no me webees que te vas a pérdida jajaja- le respondí.
-Jajaja ¿sí?- responde mientras se asoma una sonrisa picarona- Cuídate tú mejor, que el que está casado y con ganas de follar soy yo- procede a reírse mientras se iba- Y sécate bien que tienes el culo mojado.

A las 8 entré a la oficina de la farmacia, pedimos unos cafés y comenzamos el día laboral revisando fichas clínicas de pacientes, en eso que estábamos revisando los tratamientos, a este hueón le tocó un paciente joven con diabetes y con problemas de erección y heridas recurrentes en su pene. Por lo cual el Claudio comienza a contarme que a él cuando era adolescente le pasaba algo similar y era porque su prepucio era muy estrecho para su grosor, y que eso hacía que cuando tiraba la fricción le rompía el prepucio. Yo en mi mente estaba pensando en que tan grueso debe ser y lo bizarra que se había tornado la conversación, cuando Claudio me comenta que tuvo que operarse por lo mismo.

En eso saca su celular y me muestra una foto de su pico, era precioso, se veía grueso, cabezón, color canela, y sus pelos recortaditos.

-Así quedé, no se nota nada y fue lo mejor que pude haber hecho, ¿se nota algo?- me preguntó.
-Se ve muy lindo- respondo mientras me doy cuenta de la respuesta que acabo de dar
-Aaaah… ¿se podría decir que te gustó mi pico?- mientras seguía mostrando más imágenes.
-Jajaja, cómo me va a gustar, si son solo fotos, imbécil. Ya sigue antes que te sapee que me andai mostrando el pico.
-No te ando mostrando el pico, son fotos, te creo que llegara y me lo sacara acá ¿ahí me puedes responder si te gusta o no, viéndolo en persona?

En mi mente solo quería que se lo sacara, pero me tuve que hacer el hueón. Hasta el momento había mucho en juego para perder si me lanzaba yo, así que tenía que esperar que él lo hiciera.

-Pregúntale a tu mina esas cosas, déjame piola jajaja- por dentro me moría por responder que se lo quería chupar.
-Ni me pesca esa otra, por eso necesito tu aprobación.
-Algo malo de estar casado, mientras uno está soltero puede hacer lo que quiera, sin darle explicaciones a nadie. Ya terminemos esto, para ir al baño.

La conversación quedó ahí, pero mi mente estaba full fantaseando después de ver ese pico, como que me obsesioné un poco, que huea más linda, como se armonizaban sus oblicuos con la tirantez de su piel al erguir ese pedazo de carne, como se podía apreciar una gran vena que comenzaba desde la base y se iba bifurcando en venas más pequeñas hasta perderse a lo largo de su pene, solo pensaba en pasar la lengua por ese tronco, siguiendo la vena hasta llegar a su cabeza. Tenía que hacer algo.

A los días iba bajando en bicicleta por Andrés Bello camino al CESFAM, cuando de repente se pincha, no sabía que hacer, aparte ya había salido un poco tarde, intenté arreglarla, pero era totalmente inútil. Llamé a mi papá para que me acercara en la camioneta o se llevara la bici y yo poder irme en metro, pero jamás contestó. Así que llamé a Claudio, le comenté lo que me había pasado y me dijo que había recién llegado al CESFAM que marcaba y me iba a buscar, que solo le mandara la ubicación.

Llegó a las 7.55 y nos encontramos por Baquedano, subimos la bici a la parte del pick up y me subí a la camioneta. Me dijo que íbamos a pasar a su departamento porque tenía un vecino que arreglaba bicicletas y así aprovechaba de bañarme ahí. Llegamos, el departamento estaba solo, me comentó que las niñas estaban en el Jardín y que su esposa estaba trabajando, me dijo que me bañara no más y que si necesitaba algo que lo sacara, mientras él iba a dejar la bicicleta donde el vecino.

Yo me bañé, mientras pensaba en que lo tenía solo, intenté hacerme el lavado, pero para mí maravillosa suerte nunca lo he necesitado, solo lo hago de precaución. Salí de la ducha a su pieza para secarme, estaba totalmente desnudo cuando siento unos pasos tras mío. Era él, mirándome apoyado en la marquesa de la puerta.

-Javi, ¡que hermoso culo tienes! Además, esos pocos pelos que tienes hacen que se redondee aún más.
-Yaaa… ¿qué hueá te enamoraste? ¿nunca habías visto un culo de hombre? – le respondí, mientras me secaba la cabeza y con la otra mano me agarraba un cachete.

Dejo de secarme el pelo y me acerco a él, mientras me seco el pico, veo que tiene su polera del traje clínico manchada con grasa de la bici y le aviso que se manchó. En eso se la saca y puedo ver su abdomen, un pecho que sobresalía con bellos recortados, tenía un poquito de guatita, pero se veía armoniosa con esos oblicuos con los que tanto fantaseé. En eso se acerca tras de mí acercándose al closet y pasa su paquete por mi culo, yo me quedé ahí sin moverme, mientras él se puso a mi lado a buscar una polera limpia. Me pongo los bóxer por lo cual me inclino un poco hacia delante para meter el pie en ellos y siento su mano entre mis cachetes, sus dedos buscaban mi hoyito, no comenté nada solo me dejé querer. Él sin polera gira y se pone tras de mí, me tira a la cama en donde quedo con mi torso sobre ella y mis piernas en el piso. Introduce su dedo a la boca, buscando algo de saliva, se agacha y con su dedo mojado comienza a rozarme el ano, mientras con su otra mano me acariciaba los cachetes y mi espalda. De repente me abre los cachetes y siento su lengua que recorre mi hoyito, yo me encontraba con el pico duro de la calentura que tenía ese día, sentía como su lengua intentaba entrar en mi hoyo y como poco a poco comienza a dilatarse.

Me paro para darme vuelta y él se para rápidamente, quedando nuestras caras frente a frente, podía sentir su respiración en mi boca.

-Perdona, lo siento, no debí, soy tu tutor, la cagué, no le digas a nadie, ¡por la chucha! Es que me tienes loco- podía ver su cara de preocupación y de calentura a la vez.

Me arrodillo y le bajo el pantalón del traje clínico junto con sus bóxer, su pico rebotó al salir duro, emanaba un calor que lo sentía en los labios y me incitaba a llevármelo a la boca, lo miro desde abajo y veo su cara de macho que solo quería usarme. Agarro ese pedazo con una de mis manos apuntando hacia arriba, para poder pasar mi lengua desde sus testículos hasta su cabeza, era grueso, grande y hermoso, media aproximadamente unos 21 cm y su grosor era tanto que mi mano no alcanzaba a cerrar por completo. Procedí a llevarme ese trozo a la boca, pasaba mi lengua y solo me guiaba por sus varoniles quejidos. Jugaba con mi lengua e intentaba ingresar toda su verga en mi boca, a veces podía y otras me costaba demasiado, con mi mano libre comencé a pasarla por su abdomen. Él con su mano presionaba mi cabeza con su verga, mientras con la otra se apoyaba en su cintura o se la llevaba tras la nuca. En eso me separa de su pico me levanta la cara agarrando mis mejillas con una de sus manos y me escupe dándome una cachetada, eso hizo que me calentara aún más. Me levanto y lo tiro a la cama, en donde su tren superior queda apoyado, mientras sus piernas quedan en el aire, se veía exquisito tenía unas piernas marcadas por el fútbol y un culo con pelos recortados, me agacho y deja sus piernas en mis hombros, comienzo a chupar sus testículos con la punta de mi lengua y mamo su verga con todas las ganas posibles, bajo lentamente dando lengüetazos hasta llegar a su ano y comienzo a mamarle el culo, pude sentir su tensión al comenzar pero luego sus orgasmos y quejidos, me hacían darme cuenta que lo disfrutaba, le escupo el culo y se lo mamo durante un rato, hasta que me agarra de la cabeza y me indica que suba a la cama. Él se recuesta de espalda y yo me subo en su pecho con fin que me chupe el pico, le comienzo a pegar con mi verga en la boca, donde poco a poco comienza a abrirla, dando paso a una mamada que nunca olvidaré, lo hacía muy bien, se llevaba toda la verga hasta ahogarse, la escupía, me masturbaba con exceso de saliva enfocándose en la cabeza de mi pene, mis 19 cm se perdían en su boca y me miraba con sus ojos llenos de lágrimas.

-¿Te gusta hueón?- le digo mientras lo tomo del cuello.

Solo responde con un quejido, mientras me mamaba el pico y una lágrima recorría su mejilla. En eso me deslizo por su abdomen llegando con mi culo a su hermosa verga, se la agarra y me comienza a rozar su pico con mi ano.
-Quiero follarte.

Pesco su pene con una mano, mientras la otra la lleno de saliva para lubricar su pico, lo masturbo y procedo a intentar meterla, me dolía un poco, pero he aguantado algunas parecidas, así que le dije que comenzara lento, lo hizo por un momento y cuando ya gemía del placer al tener el pico de mi tutor dentro de mí, él dispuso a agarrarme, llevarme a su pecho y meter su pene fuertemente a mi culo, se sentía exquisito, me besaba el cuello, mientras me contenía en su brazos y su verga me taladraba el hoyo, me decía que no me contuviera y que gimiera, lo cual me dio más confianza en poder disfrutar, sentía pequeños calambres dentro de mí cada vez que metía su verga hasta el fondo, salgo de entre sus brazos, me apoyo en sus piernas y comienzo a moverme inclinado levemente hacia atrás, él me tenía agarrado de la cintura y mi posición así que se me marca a el abdomen donde él seguía aquellas marcas con sus dedos hasta llegar a mi verga, comenzando a masturbarme.

Después de un rato me tira de espalda hacia la cama, levanta mis piernas e introduce su verga, me da fuerte y veo su cara de placer, mientras me follaba no parábamos de mirarnos, sentía que lo hacía cada vez más fuerte y duro, ya no sentía mi culo, pero era una de las mejores folladas que estaba recibiendo, con cada metida que me daba su sudor caía en mi abdomen, comienzo a pajearme, saca mi mano de mi pene, se moja la suya y comienza a hacerlo él, me dejo querer y romper. Todo lo hacía bruto, hasta que comienzo a sentir sus quejidos intensificándose.
-¿Te puedo llenar?

No respondí, pero con mis manos agarré sus cachetes ayudándolo a hacer presión, noté una sonrisa caliente y me empezó a dar y dar hasta irse, sus gemidos me excitaron a más no poder me comencé a masturbar mientras él recuperaba el aliento, saca su verga y vuelve a metérmela y a batir su leche hasta que me voy, estaba tan caliente que me llegó leche hasta la cara.

Estuvimos un rato en la cama tirados, vimos la hora y ya eran pasado las 9:00, nos bañamos juntos, ordenamos un poco y nos fuimos a realizar el turno, acordando en lo que íbamos a decir si nos preguntaban y así fue como comenzó otro día de internado.

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5 Comentarios

  • Desconocido
    diciembre 3, 2024 a las 9:00 pm

    ¿Qué pasó más adelante?

  • Claudio Bi
    diciembre 4, 2024 a las 6:56 am

    Weon que exquisito relato, hace mucho no leía uno tan bueno, cuenta todo lo que venga a continuación en mas relatos porfa!.

  • Anónimo
    diciembre 4, 2024 a las 11:56 am

    Que rico cabrón, comerse al tutor!

  • Anónimo
    diciembre 5, 2024 a las 7:37 pm

    Genial, ojalá nos cuentes que más ha pasado con él

  • Anónimo
    diciembre 6, 2024 a las 4:19 am

    Wea rica, súper bien escrito además 🥵

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