Tuve sexo con el padre de mi crush

Cuando cumplí los 19 tuve de crush a un chico dos años mayor que yo. Éramos amigos, así que fuí a estudiar a su casa para que me ayudara a pasar los exámenes y así entrar a su universidad. Pasamos varias horas ahí, estudiando, hablando, jugando. Todo era normal hasta que el tuvo que salir a comprar algunas cosas y mientras lo hacía yo me quedé con su padre. Ya lo conocía, era un hombre normal, casado, a finales de sus cuarenta, algo obeso, moreno, no muy alto en realidad. Mientras esperaba a mi crush (a quien llamaremos Victor) baje a la cocina a beber algo de agua, cuando su padre se me acercó.

—¿Te dejaron solo?— me dijo mientras se reía sentado frente a la mesa del comedor.

—Sí, aburridisimo su hijo, me está obligando a estudiar— Bromeé, tome agua y luego lo miré.

—¿Y por qué crees que no tiene novia? Hablando de eso ¿Tú no tienes?— Entonces noté que me miraba demasiado, pero cuando digo demasiado es demasiado, me miraba la entrepierna constantemente y el pecho. Siempre fuí musculoso por la rutina en mi casa así que no me pareció tan extraño que alguien me lo preguntara.

—Nop, nada aún— le respondí mientras me sentaba en una silla a su lado.

—¿Entonces nadie se come ese cuerpo?— esa pregunta si me pareció extraña, pero supuse que fue una broma de alguien haciéndose pasar por un homosexual, no son raras al final del día. —¿Me dejas ver?— continúo con otra pregunta, sin que siquiera responda la primera y por raro que parezca, solo dije.

—Seh— y me quite la camiseta para dejar ver mi pecho. Él se me acercó más, me comenzó a tocar el abdomen y a respirar cerca de mi cuello, era un adolescente básicamente así que ese contacto me empezó a poner caliente, aunque no parecía notarlo así que intente no decir nada. Eso, hasta que dió un beso en mi pecho.

—Que pena, con lo rico que estás, seguro verte cuando la metes debe sentirse de lo mejor— Dijo dando una lamida a mi abdomen. Me levanté de golpe mirándolo nervioso y con la verga durísima bajo mi ropa, en ese mismo instante me lo imaginé de rodillas chupándomela, pero se supone que no debía interesarme, era mayor, era el papá de Víctor.

—¡Aléjate ¿Qué haces?!— grité mientras me alejaba y él se dió cuenta al instante de mi erección.

—Ay, perdón, no pensé que te molestaría… Es que como la tienes tan grande pensé que querías que te la chupe…— me dijo como si nada, se levantó y se puso de rodillas frente a mi. —A mi si que me puso súper caliente… ¿Me haces un favor?— Dijo dejándome ver esa boca babosa, mi verga se me puso aún más dura y solo quería pasársela por la lengua.

Me acerqué sabiendo lo que él quería y lo que yo quería hacerle, me baje la bragueta del pantalón y saqué mi verga, antes siquiera de que le dijera algo él se lanzó a chuparla, besarla, lamerla y hacerme una paja, ahí, en la cocina.

—Ah… Se siente rico, chúpala rico…— le decía, me puse súper sensible, estaba caliente a más no poder, tenía 19 años y el padre de mi crush estaba de rodillas en la cocina chupándomela como si se le fuera la vida en ello, me puse a jadear como perro en celo cuando me chupaba las bolas y hacía una paja, estuvimos así como cinco minutos y antes de darme cuenta eché mi primera carga directo a sus labios.

—¡Ay, perdón!— dije mirando si había un pañuelo cerca para limpiarlo pero lo que quería ver era que se tratara todo, y lo hizo, se relamia los labios y luego siguió besándome la verga que seguía igual de dura por ver a ese viejo saborearse en mi leche.