Una noche con Felipe del INACAP
Les cuento lo que me pasó en mi época universitaria. Yo estudiaba en INACAP y estaba en primer año, tenia varios compañeros pero uno me llamaba la atencion porque era muy simpatico y desenvuelto, era despreocupado y bueno para la talla. A veces haciamos trabajos juntos y fuimos tomando confianza, así que de jugábamos fifa y carreteábamos. A Felipe le gustaba el webeo, sabía de mis gustos y a veces me decía que me había cachado joteando algún mino y weas, o me decía que le dijera si estaba rico o no y me ponia cara sexy; esos juegos fueron subiendo de tono y en un par de meses a veces me tocaba el poto y yo de vuelta, su culo durito, y le rozaba las piernas o el brazo y el me miraba y me guiñaba un ojo. Felipe era hétero y bien caliente así que a veces me plantaba porque iba con una mina, pero siempre organizabamos junta. El segundo semestre fuimos mas amigos y cuando llego la primavera empezó a vestirse más rico, era blanquito y usaba el pelo corto, con un jockey se veía rico, no era flaite pero tenía un aire y un par de aritos muy chiquitos en sus orejas, así como un puro puntito. Era un poco mas alto que yo y flaco, pero a veces se levantaba la polera para secarse y se veia sus caluguitas marcadas que me daban ganas de rasguñarlas.
Un día en mi casa empezó con el webeo en la tarde, que si yo lo encontraba sexy, que cómo es besar a un hombre, que si soy más activo que pasivo, y me tocaba el poto cuando pasaba al lado mío; entonces yo le seguia el juego, me reía y le decia que tenia que probar si tenia tanta curiosidad; ya le habia dicho eso antes varias veces, pero siempre se cagaba de la risa y me decia que primero muerto… pero ahora me dijo que si yo me he hecho alguna paja pensando en el, y eso cambio el rumbo de la conversacion.
Mi respuesta fue primero una pausa, y después dije que sí, y que estaba bueno así que obvio jajaja. Felipe me preguntó que qué me gustaba de él. “Bueno, eres simpático, wena onda, encachao, varonil” le dije. Felipe: “y de mi cuerpo?” y se fue levantando una manga de la polera y apretó su biceps. Yo: “bueno, estas bien rico”. Felipe: “A ver, dale un besito” y me acercó el brazo. Yo me estaba excitando, me acerqué en tono de broma y le di un besito en el biceps y lo acaricié con mi mano, era una bola de carne dura y exitante. Me quedó mirando fijo y de pronto me dijo que se tenía que ir. Yo cache que se puso nervioso y se fue rápido pero amable, como siempre. Se despidio de abrazo y yo me fui a hacer una buena paja al baño.
En la noche me llego un mensaje preguntando si estaba en casa, le dije que sí, y que si podía ir; obvio que sí, tengo pieza solo no hay problema, avisé a mis papás que vendría un amigo de la U a quedarse. Llegó rápito y hablamos como si nada hubiera pasado, del fifa, de la U, y ya nos fuimos a acostar, yo no toqué el tema obviamente pero en la pieza me dice “en serio estoy rico?” y se quita la polera, me muestra su abdomen marcado tipo fitness no excesivo, una ricura, y apreta un poco para marcar las abs. “A ti no te faltan las minas” le digo pero no alcanzo a terminar la frase cuando me toma de un tirón y me planta un calugaso brusco que fue poniendose mas romantico. Cuando se despegó de mí le iba a preguntar qué onda pero me llevó un dedo a la boca y me dijo “shhhhh, tu aprovecha no más weon” y comencé a disfrutar de uno de mis mejores polvos.
Primero fui a comerle la mandíbula y la manzana de Adán, y mis manos apretaban sus hombros y sus brazos para sentir sus musculos, sus carnes. Después fui bajando por su clavícula y mordiendo su piel firme, llegué a su pecho firme y pasé mis manos apretando de arriba a abajo, y sentia la dureza de sus musculos en mis manos, mientras el me miraba y sus manos estaban en mi cintura. Fui a besar sus tetillas y deje un camino de saliva mientras iba apretando con mi lengua y bajaba por cada una de sus ricas calugas, las sentia firmes, las chupaba y las besaba y las mordía. Mis manos fueron a bajar su pantalón y hundí mi boca en su paquete mientras se iba poniendo duro, y mis manos apretaron su duro culo con muchas ganas, y luego mis manos pasaron por sus piernas peludas y marcadas. felipe se dejaba hacer y tenía una risa suave, solo me decía “hueón no me imaginaba que eras tan putita”. “Puedo ser más” le respondí, y me metí todo su rico pico en la boca, lo pasé por dentro de mi boca por todas partes como si se tratara de una degustación de vino, hasta por debajo de la lengua. Felipe me comenzó a follar la boca y me llevaba el ritmo, y mis manos se sujetaban de sus piernas y le acariciaba lo que alcanzaba de sus pectorales. Mientras metía y sacaba, yo succionaba. A veces Felipe iba más lento y a veces má rápido, hasta que lo sacó de golpe y dijo que estaba a punto de correrse. Me quedó ese sabor salado en mi boca y me limpié los labios, felipe me pidió acostarme y levantar las piernas y yo me quité todo muy rápido y me acosté con las piernas medio levantadas al borde de la cama, y el Felipe me fue a poner mucha saliva y escupir el hoyo, y me pidió acostarme mejor, se puso entre mis piernas y de una sola vez me lo fue metiendo firme y seguro, a fierro pelado, sentí como me iba partiendo con la cabeza de su taladro y sentía sus venas en mi orto hasta que llegó al tope. Me sujetó de las piernas y se empujó un poco más al fondo y dijo “puta que rico”, y yo le pedia más. Comenzó a gemir y a respirar fuerte pero tratábamos de no hacer mucho ruido. Se puso más derecho para arriba y tenía los ojos cerrados y miraba al techo, mientras me sujetaba las piernas y me lo seguía metiendo, y yo sentía como me iba masajeando por dentro; con mis manos comencé a sujetar sus tetillas y a estirarlas y me dijo que eso estaba muy rico, luego con una mano me comencé a masturbar porque yo ya no aguantaba más, y todo ese timpo el Felipe seguía follándome y comenzó a hacerlo más fuerte, yo ya me estaba a punto de correr y me mató cuando me lo metía muy adentro y me comenzó a besar un pie, entonces me derramé en un intenso orgasmo sobre mis propios abs y lo escucho decir que se va a correr también, pone mis piernas por su cintura y se acerca a mi para besarme y con eso me lo clava varias veces más y bufa mientras siendo como su pene se hincha y va dejando su leche en mi interior. Fue un momento excepcional, uno de los mejores polvos de mi vida. Yo lo abrazaba y tocaba por todas partes mientras el terminaba de moverse en mi interior. Cuando terminó me miró con su risa seductora y me preguntó si estaba bueno, si le gustó. Me dijo “ahora entiendo a los huecos, es terrible rico follarse uno” y se empezó a reír y me contagió la risa, después nos pusimos boxer y el me prometió que lo haríamos de nuevo con más calma otro día, que yo podía ser su minita cuando no tuviera una vieja.
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2 Comentarios
Anónimo
septiembre 15, 2025 a las 10:04 pmUff cuenta que .as paso después
EricLS
septiembre 15, 2025 a las 11:01 pmMe llego a dar envidia ….que buen relato