Travesuras con el compañero de curso – Parte III
Acá va la siguiente parte de las travesuras. No sabía si seguir escribiendo porque igual es algo largo lo que pasó los siguientes días. Intentaré dividirlo en otras dos partes.
A pesar de que con el Seba había solo buena onda y de caliente se metió en mi cama teniendo sexo; estuvimos un par de minutos acostados y al poco rato el Seba se fue a su cama. Nuevamente repitió que esto se quedaría entre nosotros solamente y que no lo buscara más allá de la amistad; retomando su actitud fría e indiferente como la primera vez que nos enrollamos. Yo claro, ni siquiera me había hecho ilusiones con él aparte de la tensión sexual que claramente existía y que ambos ya habíamos comprobado.
De todas maneras aquella noche había sido mi primera vez y además fue con el cabro que me tenía loco. Y en la mañana siguiente me corrí una paja recordando la noche anterior y lo rico que estuvo.
Posterior a eso, nuestro viaje continuó hacia el otro lado de la cordillera en Bus; yo por mi parte me dediqué a observar los paisajes e intentar no pasarme rollos mientras el Seba se pelaba con la Feña. Igual era difícil porque el wn sabía que era rico y cuando hacíamos actividades con el otro curso, el Seba se sacaba la polera para lucirse claramente a lo que mis ojos no perdían la oportunidad y lo miraban con atención, mis manos tiritaban por volver a tocar ese cuerpo.
Finalmente llegamos a Bariloche a una especie de resort donde varios colegios también se hospedaría. Para mi buena suerte, me designaron en la habitación con mi amigo Ricardo y el Seba nuevamente, más otro compañero más bueno para el webeo. De igual manera intenté buscar al Seba la primera noche pero no me pescó, incluso me dijo que intentara no estar tan cerca suyo; a lo que acepté su rechazo y no me calenté la cabeza con su actitud.
Salí con una amigas a explorar el resort y para mi sorpresa congeniamos rápidamente y super bien con un grupo de otro colegio, eran simpáticos y buena onda; sin tanto rollo nos integramos sin problema. Había un cabro de ese grupo del otro colegio al cual nos integramos. Era alto, como de 1.82 cm, su cabello era castaño claro y era algo musculoso. Yo le eché el ojo altiro con la intención de olvidar al Seba quien seguía en su onda con la Feña; me acerque a él y parecía también interesarle yo. Para suerte mía esa misma noche iríamos a una disco y ese grupo iría igual.
Ambos grupos se juntaron en la disco y comenzamos a bailar, yo no andaba mucho en la onda de pelarme y solo bailaba; cuando siento alguien bailar cerca de mi y era este cabro del otro colegio. Bailamos en buena onda y estuvimos harto rato conversando bastante cerca, lamentablemente tuvieron que irse antes pero me indicó el N° de su pieza por si quería seguir conversando con él, a lo que cache inmediatamente a lo que se refería.
Estuvimos cerca de una hora más en la disco antes de volver. Mi mejor amiga cachó esa tensión que hubo con el cabro y lo peor era que ni siquiera me acordé de su nombre, a lo que ella me comentó que se llamaba Ivan. Volvimos al resort y rápidamente fui al baño a para sacarme el sudor y asearme para verlo. Salí a vestirme y el Seba estaba acostado solo en pantalones y sin polera en su cama; a lo que algo nervioso se pone de pie y me saluda.
—No sabía que estabas acá —dijo nervioso—. Le había pedido la pieza a los cabros, pensé que el Ricardo te había avisado.
—No me avisó —comenté vistiendome—. Pero no hay problema, ya tengo donde dormir.
El Seba debió cachar a lo que me refería por lo que su semblante cambió rápidamente y cruzando los brazos sobre su pecho se acercó.
—¿Y dónde dormirás?
—Por ahí.
—¿Iras con ese wn del otro colegio?
—Sí —respondí con una sonrisa ya que al parecer no le parecía bien la idea, pensé que eran celos por lo que me iba a desquitar por su indiferencia anterior— ¿Te molesta?
—No —dijo pero se notaba molesto.
Estaba super cerca mio y sin polera; me acerque más a él y deslicé las yemas de mis dedos por su abdomen hasta meter mi mano por su boxer, sentí los vellos sobre su miembro y como este ante mi tacto se empezaba a poner duro. Con una sonrisa lamí su cuello y me alejé.
—Deseame suerte.
No alcancé a salir de la habitación cuando siento como el Seba agarra mi brazo y me lleva al baño. Cierra la puerta detrás suyo y coloca el seguro; no pensaba con claridad en ese entonces y me dejé llevar por la calentura que yo mismo provoque en el Seba.
Su actitud no era la misma que hace noches atrás, sino que ahora me besó sin problemas y con deseo. Con una de mis manos acaricie su espalda baja empujándolo hacia mí para sentir mejor su miembro duro; y con mi otra mano apretaba su pectoral.
—¿Qué pasó con tu actitud fría? —bromeé entre risas mientras bajaba con mi lengua hacia su pantalón.
—Aún la tengo —respondió apoyando su espalda contra la pared—. Pero recién hiciste algo que no tenía planeado y yo solo respondo, ¿o no queri wn?
Ni siquiera respondí y llevé su miembro a mis boca. Sus vellos crespos chocaban con mi nariz dándome cosquillas, el sabor salado de su pene invadió mi paladar y varias arcadas me provocó cuando no podía respirar. Sabia que estabamos apurados ya que como pidió la pieza a los demás cabros, claramente había invitado a la Feña a pasar la noche con él.
Me hizo mirarlo mientras aún tenía su miembro en mi boca e hizo una sonrisa tan egocéntrica que por un momento me molestó estar así con él. Rápidamente lo compensa ya que cuando casi acaba en mi boca, me hace ponerme de pie y me empuja hacia la pared. Mi rostro chocaba con la fría cerámica y solamente me entregué a sus manoseo. Ni siquiera me saque la polera cuando el Seba bajó con fuerza mi pantalón, untó su dedo con saliva y lo introdujo.
Solté un leve gemido por el dolor y el Seba me hizo callar, me introdujo otro dedo y estuvo por lo menos un par de minutos masajeando mi orificio hasta que finalmente metió su miembro. Mordí con fuerza para intentar aguantar el dolor; al poco rato me acostumbré y comencé a masturbarme mientras nuestras pieles chocaban fuertemente. Se notaba que el Seba estaba acumulado porque me embistió super fuerte contra la pared.
Me dejé llevar hasta que siento mi miembro endurecerse más hasta que finalmente eyaculo en mi mano. Al hacerlo mi culo se apretó haciendo que el Seba soltase un gemido ahogado y terminó eyaculando en mi interior. Ambos nos mantuvimos de pie en la misma posición, el Seba ni siquiera se atrevía a salir y yo a moverme.
Volteé mi cabeza para verlo y noté su mirada de confusión. Recuerdo que en ese momento pensé ¿Convertí al Seba de hetero a bi?, y la mirada que me daba me hacia no dudar de mi hipótesis; incluso festejé internamente por confundirlo.
Finalmente sacó su miembro de mi, y mis piernas cedieron y caí en el suelo del baño agotado.
🔥 ÚNETE A NUESTROS CANALES DE TELEGRAM 🔥
Recibe los mejores relatos directamente en tu celular
IR AL CANAL DE TELEGRAM
1 Comentario
Anónimo
junio 2, 2025 a las 5:51 pmSiguiente parte