Con mi alumno de Tercero Medio

Cómo se que este lugar no juzga, aquí va la historia con un alumno de tercero medio.

Mi nombre es Álvaro, soy profesor de filosofía. Tengo 29 años y soy bien encachao. Mi alumno se llama Samuel, tiene 18 años y es bien bonito, chiquitito, flaquito y en todas las clases me mira con ojitos de caliente. Había repetido en dos ocasiones y por eso era el más viejo en ese curso. Hace varias semanas atrás, cahuineando con unas chiquillas de ese curso, supe que yo era el crush de Samuel y eso me calentó. Yo sé que está mal, pero pico. Nadie juzga nada.

Días después, estábamos en una actividad en el colegio y Samuel, que siempre había sido cercano y cariñoso conmigo, estaba más cariñoso que de costumbre, me abrazaba y tocaba mis brazos, estábamos solos en la sala, pues la clase ya había terminado y era la hora de salida, él se quedó a limpiar la sala mientras yo completaba el libro de clases.

-Oiga profe, como ha estado?
-Bien pos Samuel y tú?
-Bien. Que buena estuvo la clase hoy. Me entretiene esto de los silogismos, dice.
-Qué bueno que te guste.
-Sí, pero hay algo que no entiendo.

Y comienza a hacer preguntas que sé que no eran reales pero accedí a contestar. Le hago un esquema en la pizarra y él atento miraba. En un momento se acerca más y se pone delante mío mientras le explico algo. Le digo:

-Sr. Valderrama, ¿Qué hace?
-Nada profe. Y me mira con cara de putito

Se echa pa atrás y apoya su cuerpo en mi, siento todo su culito en mi pico, por tanto, reaccioné.

-Samuel, qué haces? Puede venir alguien?
-Nada que usted no le guste profe. Se nota que le gustó. Y comienza a frotar su culo en mi pelvis. Se sentía rico.
-Samuel (sin moverme de esa posición) esto no está bien, eres un niño, además puede venir alguien.
-Profe, ya no soy un niño, usted me gusta, me tiene caliente y quiero que usted me quite la virginidad. Aquí mismo si es posible.

Yo me corrí y salí de ahí, traté de calmar mi erección por si entraba alguien, podría perder mi carrera si alguien me veía con un estudiante, así que tomé mis cosas y me fui de la sala. No dije nada. Bajé a la sala de profesores, dejé la mochila y salí del colegio a fumarme un cigarro afuera mientras pensaba en lo que había pasado. Samuel era guapito, blanquito. Muy fem. Pero eso estaba mal. Además, el sueño de culearse un culito virgen y chiquitito es un morbo ideal, pero no podía arriesgar mi carrera por eso. Volví al colegio y seguí trabajando, planificando y weas así. Al irme, decido pasar a un mall chino que hay cerca a comprar unas cosas y en un pasillo, me encuentro con él. Csm, me dije. Traté de evitarlo pero era tarde, me vio. Se acerca y me dice:

-Profe, quería pedirle disculpas, me pasé con usted. No sé qué me pasó. Lo siento.
-Está bien Samuel, pero eso no es correcto.
-Lo sé, pero a usted también le gustó.
-Eso no está bien, le respondo.

No podía decirle que la sola idea de lamerle el culo y rompérselo a cachas me tenía recaliente.

-¿En que andas? – Le pregunto sin querer saber.
-Ando comprando unas cosas para el electivo de matemática.
-Ah!
-¿Y usted?
-Comprando unos lápices y unos marcos para fotos.

Nos despedimos y en la caja nos encontramos. Salgo rápido y me alcanza en el estacionamiento.

-Profe, ¿me lleva?
-Voy apurado Samuel, lo siento.

Y él pendejo abre la puerta del auto y se sube.

-¿A donde te llevo? Le digo de muy mala gana.
-A su cama!!! Me dice. Y su mano se pone en mi pierna tocando mi pene.
-Samuel, por la chucha, bájate!!! No está bien esto, basta!!!!
-Profe, vamos a su casa y estamos solos. Nadie tiene que saber nada. Yo no quiero que se sepa, pues no quiero que se vaya del liceo. Así que no se preocupe.

Lo miro y me doy cuenta de que el cabro me tiene baboso.

-Ponte el cinturón, le ordeno.

Manejo rápido y voy a mi casa. Entro el auto y se baja adentro, nadie lo ve. Entra a la casa y me abraza. Me intenta dar un beso pero lo alejo.

-Samuel, que te dije?
-Profe, hágame suyo. Quiero ser suyo. Quiero que un hombre como usted sea mi primer hombre.

Me rendí. Lo abracé de la cintura y nos dimos un beso. Samuel estaba hiperventilado, tuve que calmarlo con el beso y siguió la corriente, se da vuelta y me pone el culo en el pico y empieza a menear la raja, apoyándose en mi pico, se movía en círculos y gemía rico. Yo empiezo a tocar su cuerpo, su pecho, su pico, estaba duro. Levanta una mano y la pasa por mi cuello, da vuelta la cabeza y nos besamos de nuevo, mientras yo recorría su cuerpo con mis manos. Se da vuelta y me saca el cinturón, me abre el pantalón y baja el cierre mirándome a la cara, no deja de mirarme. Mete la mano y toca mi pico por encima del bóxer. Lo toca a lo largo, como pajeándolo. Yo le acariciaba la cara y el pecho.

-¿Has chupado pico? – Le pregunto.
-Una vez!!
-No se ocupan los dientes y trata de respirar, si te ahogas lo sacas. Entendiste?
-Sí profesor.

Toma el pico con la mano y se agacha, se pone de rodillas y toma mi pico con su mano. Lo mira y pajea, desliza lentamente el forro para atrás y le da un beso, todo el moco lubricante queda en sus labios y se ve enormemente porno todo, lleno de morbo. Se sentía rico ser tocado por alguien inexperto, luego se mete mi pico a la boca y comienza a chuparlo. Lo hacía rápido, de adelante hacia atrás, se lo comía todo y empezó a hacer asco, lo saca, respira y pajea, se lo mete de nuevo y vuelve a chupar todo el pico, cada vez duraba más chupando y los mocos mezclados con saliva dejaban hilos que colgaban de su boca.

Yo sentía que me iba a ir en cualquier momento, así que lo paré y lo di vuelta, comencé a besarle el cuello y metí mis manos por debajo de la polera del colegio, toqué sus pezones suaves y chiquitos, él no daba más de placer. Bajé las manos hacia su pantalón de colegio y pase mi mano por encima de su pico, lo toqué y lo sentí duro. Le seguí besando el cuello y le desabroché el pantalón, cayó al suelo y quedó en bóxer, se lo sacó completo y se pone de frente a mi, lo miro y le levanto los brazos para sacarle la polera. Quedó desnudo, tiritaba, me imagino que de nervioso, así que le digo que se calme y si está seguro de que quiere hacerlo. Que nadie lo obliga, pero si quiere que esta sea su primera vez, que esté tranquilo, que ya estamos en esta. Me dice que está nervioso pero quiere seguir.

Me sacó el pantalón y la camisa, quedo desnudo frente a él y lo llevo hacia el sillón.
Lo acuesto en el sofá y me subo encima de él, empiezo a besar su cuello, su pecho, paso la lengua por las tetillas, las tiene paradas, lo miro y estaba con la cabeza hacia atrás y los ojos cerrados. Sigo. Bajo por su pecho y le tomo el pico. Un pico rico. No muy grande, largo pero como de 16-17 cms. Peludito!!!. Le abro las piernas y hundo mi cabeza en su raja, tenía olor a culo pero me excitan los olores.

Empiezo a besar su raja. Le separo las piernas hacia los lados y su hoyo se empieza a abrir, le tiro un escupo en el hoyo y comienzo a tocarlo, juego con su hoyo, le doy golpecitos, le meto un dedo y lo muevo en círculos. Su culo está apretado, sino lo dilato, le va a doler y lo puedo romper, pensé. Luego meto dos dedos, Samuel se agarra las piernas y las separa aún más, su hoyo está abierto, está listo y yo quiero puro meterlo. Me pongo de rodillas en el sillón y le levanto la pelvis para que entre bien. Le digo lo que va a pasar, sobre el dolor. Acepta.

Tengo el pico largo, como de 18 cms. Con forma de plátano y curvado hacia un lado. Sabía que dolería así que fui amable con él. Empecé a meter la puntita pero no entraba. Él gemía y gemía pero no entraba. Lo intenté en dos ocasiones más pero no lo conseguía. Espérame le digo. Me dirijo a la cocina y traigo el aceite, me pongo aceite en el pico y le pongo en el hoyo. A la primera entró. Samuel quedó sin aire. Me miraba. Le dolía.

-¿Lo sacó?
-No profe, es rico así, ya está pasando. Hágalo lentito por fa.

Así lo hice, lentito. Lo metí hasta el fondo y lo saqué. Tenía el hoyo tan apretado que me apretaba el pico, era maravillosa la sensación. Luego de un rato, él comenzó a mover el hoyo y mi pico entró todo y lo pude mover, lo tomé de las piernas y empecé a meter y a sacar. No lo hice rápido, lo cual significó que disfrutara. Que disfrutáramos. Luego de un rato, yo le suelto las piernas y él me comenta que se va a ir cortado, se pajea encima de su guata y sale un montón de leche, bien impulsada.
Él gime de placer y esa sensación en su hoyo me hizo sentir más apretadito el culo, por lo que no demoré en irme. Esa parte la hice más rápido y le llené el culo de leche. Mi pico palpitaba en su raja. Me costó sacarlo. Le dolió cuando lo saqué. Me miré el pico y vi un poco de sangre. Le avisé que había sangre y me dijo que no me preocupara, que había leído que era normal. Baja las piernas y se sienta, se viste con su uniforme y yo me pongo mi ropa. Se da vuelta y me abraza, me dice que siempre me ha deseado y me da las gracias por haber sido su primer hombre. Que no me preocupe de nada que no dirá absolutamente nada.

Fue demasiado rico desvirgar un culo. Nunca lo había hecho. De vez en cuando, cuando estoy caliente y no sale nada, me acuerdo de mi estudiante y lo llamo por IG.
Accede inmediatamente a la visita y le lleno el culo de leche. Ahora ya está más grandecito. Este año sale de cuarto. Le sigo haciendo clases y efectivamente no ha dicho nada. A cambio de su silencio, le tengo que llenar el tanque de leche.

RELATO RELACIONADO

📝 ENVÍA TU RELATO AQUÍ 🔥

¿Te gustó el relato?

¡Haz clic en una estrella para puntuarlo!

Promedio de puntuación 5 / 5. Recuento de votos: 21

Hasta ahora, ¡no hay votos!. Sé el primero en puntuar este contenido.

/ / / 🇨🇱 Chile / 🌈 Gay

🔥 ÚNETE A NUESTROS CANALES DE TELEGRAM 🔥

Recibe los mejores relatos directamente en tu celular

IR AL CANAL DE TELEGRAM
💬 Escribe un comentario

2 Comentarios

💬 Deja tu comentario

×

Reportar Relato

SALTAR AVISO